Seis personas han muerto en los veintidós atentados cometidos por ETA desde el 30 de diciembre de 2006, cuando la banda terrorista rompió una tregua de nueves meses al hacer estallar un coche bomba en un aparcamiento de la Terminal-4 del aeropuerto madrileño de Barajas.
Aquel atentado, que causó dos muertos y 19 heridos, así como enormes daños materiales, significó en la práctica la ruptura del alto el fuego permanente anunciado por la organización terrorista ETA el 22 de marzo de 2006 y que entró en vigor el 24 de ese mes.
Sin embargo, ETA no hizo oficial la ruptura de su tregua hasta el 5 de junio de 2007. Ese día anunció, a través de un comunicado aparecido en el diario Berria su intención de romper el “alto el fuego permanente” a partir del día 6 de junio.
Al atentado de la T-4 siguieron otros ocho en 2007 y trece en lo que va de 2008, en los que han muerto otras cuatro personas y once han sufrido heridas.
Además de estas acciones terroristas, ETA intentó atentar en otras tres ocasiones aunque no lo consiguió.
Atentados de ETA en 2007
El 25 de julio estallaron dos artefactos en el termino municipal de Isaba, cerca del puerto de Belagua (Navarra). Las bombas, que contenían entre 500 gramos y un kilo de explosivo, estallaron poco después del paso por el lugar de la caravana publicitaria del Tour de Francia, a la altura del kilómetro 51,450 de la carretera nacional 1370, a unos 800 metros de la frontera franco-española. La deflagración se produjo a apenas 50 metros de la propia carretera e hizo saltar pequeñas piedras sobre la misma.
En la madrugada del 24 de agosto un coche bomba explotó en un aparcamiento situado junto al cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya) y causó heridas leves a dos agentes y daños materiales muy cuantiosos. La bomba estaba compuesta por entre 80 y 100 kilos de explosivo.
Hora y media después de la primera explosión, los presuntos autores del atentado hicieron explotar en la vecina localidad de Amorebieta otro automóvil, con matrícula de Portugal, el que se supone que utilizaron para huir del lugar del atentado.
El 2 de septiembre un artefacto de escasa potencia estalla en la localidad de Fuenmayor (La Rioja), sin que se produjeran daños. Un comunicante en nombre de ETA había avisado a la Asociación de Ayuda en Carretera DYA de San Sebastián de la colocación de varios artefactos.
Debido a estas amenazas, la autovía A1 y la autopista de peaje AP1 fueron cortadas al tráfico a su paso por la provincia de Burgos. Además de estas carreteras, la autovía A-67 entre las localidades de Santander y Torrelavega permaneció cortada entre los kilómetros 181 y 183.
El 25 de septiembre la organización terrorista hizo explotar una bomba en la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz (Guipúzcoa), que sufrió daños materiales, al igual que las casas colindantes, aunque no hubo heridos.
El 9 de octubre Gabriel Ginés, escolta del edil del PSE-EE en Galdakao (Vizcaya) Juan Carlos Domingo, resultó herido grave en Bilbao al hacer explosión una bomba lapa colocada por ETA en la parte trasera de su vehículo.
El 1 de diciembre tres presuntos miembros de ETA asesinaron a la salida de un centro comercial en la localidad francesa de Capbreton, en el departamento francés de las Landas, al agente de la guardia civil Raúl Centeno y dejaron en estado crítico a su compañero Fernando Trapero, quien murió el 5 de diciembre en un hospital de Bayona (Francia).
Los guardias civiles, que hacían labores de investigación antiterrorista e iban desarmados, coincidieron con los terroristas en la cafetería del centro. Cuando los agentes se disponían a montarse en su vehículo para abandonar el lugar, los etarras dispararon contra ellos y luego se dieron a la fuga.
El 16 de diciembre un artefacto compuesto por 2 ó 3 kilos de explosivo estalló en los juzgados de paz de Sestao (Vizcaya) y ocasionó destrozos en el edificio, sin causar daños personales.
El 24 de diciembre de 2007 una bomba compuesta por cinco kilos de explosivo estalla en la Casa del Pueblo de Balmaseda (Vizcaya), y produce daños en la sede socialista y en algunas viviendas cercanas.
Además de estas acciones terroristas, ETA intentó atentar, sin conseguirlo, en otras tres ocasiones en 2007
El 26 de agosto una autocaravana cargada con alrededor de cien kilos de explosivos estalló en Cuevas de Vinroma (Castellón), a 30 metros de una torreta eléctrica. Las fuerzas de seguridad sospechan que un comando de ETA explosionó la caravana al darse cuenta de que había sido detectada por la Guardia Civil. Los propietarios del vehículo habían sido secuestrados el 24 de agosto y fueron retenidos durante tres días.
El 9 de septiembre de 2007 los artificieros de la policía desactivaron un coche bomba, cargado con 61 kilos de explosivos, frente a la sede del Ministerio de Defensa en Logroño (La Rioja). Un comunicante en nombre de ETA, había anunciado la colocación del coche bomba. Posteriormente se produjo una explosión, que apenas causó daños materiales.
Según fuentes del ministerio del Interior, el artefacto no explotó debido a un fallo en el cordón detonante. Tras la explosión, los expertos comprobaron que en la parte trasera del automóvil había dos ollas grandes de tipo industrial y una garrafa que contenía líquido inflamable.
El 11 de noviembre de 2007 ETA intentó atentar contra la Ertzaintza con una bomba-trampa de tres kilos de cloratita colocada junto a otro artefacto de cinco kilos del mismo componente, cuya explosión en los juzgados de Getxo (Vizcaya) fue anunciada en una llamada en nombre de ETA, aunque no estalló. Al día siguiente un artificiero de la Ertzaintza resultó herido al explosionar accidentalmente un detonador que estaba analizando en las dependencias de su unidad.
Atentados de ETA en 2008
Desde que comenzó el año ETA ha perpetrado trece atentados terroristas que han provocado la muerte a dos personas, el ex concejal socialista Isaías Carrasco y el fallecido este miércoles en la casa cuartel de Legutiano.
El 8 de febrero una bomba compuesta por 15 kilos de explosivo estalló en los juzgados de Bergara (Guipúzcoa), minutos después de que una llamada anónima avisara a los Bomberos de la explosión, que causó cuantiosos daños en la fachada y cuya onda expansiva afectó a varios locales y vehículos situados en las inmediaciones. El explosivo utilizado por los terroristas era amonitol, una mezcla de amosal y nitrometano.
El 23 de febrero una bomba, compuesta por tres o cuatro kilos de explosivo, estalló en las instalaciones de un repetidor de televisión situado en la cima del monte Arnotegi, de 426 metros, dentro del término municipal de Bilbao, y causó algunos daños materiales.
El artefacto, cuya ubicación fue anunciada en llamada a la DYA en Bilbao por un comunicante que dijo hablar en nombre de ETA, era según consideró la Ertzaintza una bomba-trampa dirigida a la Policía Autónoma vasca. La explosión se produjo cuando un robot que examinaba el artefacto, lo tocó.
En la madrugada del 29 de febrero un artefacto compuesto por entre dos y tres kilos de explosivo estalló en la puerta de entrada a la “Casa del pueblo”, la sede del PSE-EE, en la localidad vizcaína de Derio y no causó víctimas, aunque sí daños materiales. La colocación del artefacto había sido anunciada en una llamada en nombre de ETA a las emergencias de Vizcaya (SOS-Deiak).
El 7 de marzo el ex concejal socialista en Arrasate-Mondragón Isaías Carrasco fue asesinado a tiros en esta localidad guipuzcoana por un pistolero de ETA. El atentado se produjo dos días antes de las elecciones generales del 9 de marzo.
El 21 de marzo estalla un coche-bomba cargado con 70 kilos de explosivos junto al cuartel de la Guardia Civil de Calahorra (La Rioja) que causa contusiones a un agente, heridas leves (cortes por cristales) a cuatro personas e importantes daños materiales en el edificio e inmuebles cercanos.
El 30 de marzo la explosión de un artefacto colocado por ETA en un repetidor del monte Izarraitz de la localidad guipuzcoana de Azpeitia, compuesto por tres kilos de amonal, causó daños materiales escasos.
El 12 de abril un artefacto de poca potencia estalló junto a la subestación de telefonía y televisión de Lapoblación (Navarra) y causó mínimos daños materiales. La Guardia Civil halló un segundo artefacto que no llegó a estallar. En el lugar habían sido colocadas dos pancartas, una con el texto en castellano “Peligro. Bomba ETA” y otra en bilingüe en la que se advertía, en euskera y castellano: “No tocar. Ez ikutu”.
El 17 de abril estalló una bomba, compuesta por cinco kilos de explosivo, en la Casa del Pueblo del PSE-EE del barrio bilbaíno de La Peña y causó heridas leves a siete ertzainas, cuantiosos daños materiales y el corte del suministro de agua en la zona.
La bomba fue descubierta por una patrulla de la Ertzaintza que observó un maletín, colgado con una cadena de la manilla de la puerta de la sede socialista, que tenía un cartel en el que se leía: “peligro bomba ETA”. Posteriormente, una llamada a la Asociación de Ayuda en Carretera-DYA de Vizcaya alertó de la explosión en nombre de ETA.
El 20 de abril una bomba compuesta por unos tres kilos de explosivo estalló ante la sede socialista de Elgoibar (Guipuzcoa) y causó importantes daños materiales en vehículos y en los edificios colindantes, cuyos vecinos fueron desalojados por la Ertzaintza, Un comunicante había avisado en nombre de ETA a la de DYA de Vizcaya de que se produciría una explosión una hora después.
El 1 de mayo ETA hizo explotar una bomba en un pabellón industrial del Ministerio de Trabajo en Arrigorriaga (Vizcaya), que sufrió importantes daños, y otros dos artefactos en una oficina del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral en San Sebastián, que provocaron desperfectos escasos. Una llamada telefónica avisó a la DYA de Vizcaya de este segundo atentado, pero no mencionó el primero.
En la madrugada del 12 de mayo ETA hizo explotar en Hernani (Guipúzcoa) dos bombas en sendas excavadoras de la empresa constructora Amenábar, concesionaria de las obras del Tren de Alta Velocidad, a las que causó daños materiales. Las bombas estaban probablemente compuestas, según los expertos, por amonal.
Esta madrugada, poco antes de las 3.00 horas, estalló una furgoneta bomba colocada junto a la casa cuartel de Legutiano (Alava) que ha causado la muerte del guardia civil Juan Manuel Piñuel y heridas a otros cuatro agentes.