MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Gaspar Zarrías, pidió este sábado al Partido Popular (PP) que tenga “sentido de la responsabilidad, sentido de Estado y sentido del ridículo” en el diálogo abierto entre los grupos políticos para hacer frente a la crisis económica, por lo que le sugirió que se deje de “travesuras y excusas” y que “arrime el hombro”.
En rueda de prensa en la sede socialista de la calle Ferraz en Madrid, Zarrías se felicitó de que el principal partido de la oposición se haya sumado a la mesa de negociación, pero le instó a aplicar “sentido de la responsabilidad” porque, en su opinión, “ningún partido serio puede permitirse no hacer aportaciones ante una situación de crisis”, aunque dijo entender que “el cuerpo le pida otra cosa”.
A su juicio, el PP no puede “actuar irresponsablemente” con “afán de venganza” contra el Gobierno y el PSOE porque este partido haya ganado las elecciones, ya que, de ser así, demostraría que “la crisis para ellos habrá sido una oportunidad para ganar votos”.
Recordando las palabras del ex presidente José María Aznar el pasado jueves en la Universidad de Oviedo, donde advirtió de que los socialistas han “fundido el país”, Zarrías pidió a los 'populares' “sentido de Estado” y subrayó que, aunque imagina que al PP “le han gustado” estas declaraciones, “alguien que ha presidido España durante ocho años no puede decir” esto un día después de que el líder del PP, Mariano Rajoy, dijera que nuestro país es “serio y solvente”.
“Creo que ningún partido puede hacer nada que objetivamente perjudique los intereses de nuestro país. Pedimos al PP que haga un análisis serio y deje fuera del debate expresiones o actitudes que perjudiquen la imagen de España. Hay mil cosas para criticar al Gobierno, pero nunca poner en cuestión la solvencia de España, en primer lugar porque es falso y en segundo lugar porque daña seriamente los intereses de nuestro país”, afirmó.
COMISIÓN ANTICRISIS
Por último, el dirigente socialista pidió al principal partido de la oposición que tenga “sentido del ridículo” y no ponga “excusas de mal perdedor ante un proceso de diálogo importante”. En este sentido, criticó que al PP “parece que le preocupa mucho” que la comisión anticrisis del Gobierno esté formada por una vicepresidenta y dos ministros.
Para Zarrías, el PP criticaría cualquier otra comisión, fuera como fuese, por lo que consideró que los 'populares' están poniendo “excusas casi ridículas”. También destacó el hecho de que Rajoy haya considerado esta comisión como una pérdida de tiempo, pero opinó que debe ser porque la que presidió él sobre el 'Prestige' “sirvió para lo que sirvió”.
Tras felicitarse de que la propuesta de diálogo haya sido “acogida de forma positiva en términos generales”, el dirigente socialista consideró que “no es el momento de excusas”, sino de “arrimar el hombro”, al tiempo que aseguró que todas las propuestas que se pongan sobre la mesa serán estudiadas porque el Gobierno “no ha pedido ni pide ningún cheque en blanco” a la oposición.
CORBACHO Y DE LA VEGA
Sobre los miembros del Ejecutivo que forman parte de la comisión anticrisis y la cuestionada ausencia del ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, y de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, Zarrías explicó que “todo el Gobierno está embarcado en un proceso de diálogo en diferentes foros” y que “todos los ministros tienen mucho trabajo para buscar puntos de encuentro y una ocupación perfectamente definida por el presidente”.
Así, recordó que Corbacho está dedicado a la mesa de diálogo social que el Ejecutivo mantiene abierta con empresarios y sindicatos, al tiempo que destacó la “capacidad de trabajo” de De la Vega, de la que dijo que “si el día tuviera 48 horas, a ella le faltarían horas por el trabajo que desarrolla”.
Al ser preguntado por la interpelación urgente presentada por el Grupo Popular en el Congreso que cuestiona la solvencia del sistema financiero español, Zarrías insistió en que Rajoy “dejó claro” que España es un país “serio y solvente”, por lo que atribuyó la interpelación a una “estrategia de cuanto peor mejor, de aquellos que no quieren dar alternativas porque no las tienen, y si las tienen se callan”.