BANDAMA, LA ASIGNATURA PENDIENTE DE LA ECOISLA
La joya del vulcanismo de Gran Canaria, visitada por 400.000 turistas al año, está “abandonada y sin servicios”

Bandama es el único volcán doble de Canarias: el cono tiene una altura 569 metros, mientras que la caldera tiene 216 de profundidad, 1.100 metros de diámetro y un perímetro que supera los 3 kilómetros.

Luis Socorro

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Bandama, su caldera y su pico, es el volcán más emblemático de Gran Canaria por su potencia paisajística y, principalmente, por su singularidad geológica porque “se trata del único volcán doble de Canarias, con un cono y una caldera surgidos durante la misma erupción”, afirma el doctor y ex profesor de la ULPGC Alex Hansen, presidente de la Asociación de Amigos de Bandama y autor de investigaciones científicas plasmadas en varios libros. Hansen es una autoridad en el conocimiento de este volcán y del espacio natural que lo rodea, el Paisaje Protegido de Tafira. Sin embargo, Bandama parece tocado por una maldición. En los últimos 25 años, la emblemática casa del Mirador del Pico solo ha permanecido abierta poco más de tres años. Desde la pandemia, el abandono y la suciedad es la bienvenida que encuentran los 400.000 visitantes que acuden cada año a visitar la joya del vulcanismo de Gran Canaria.

El científico Alex Hansen es contundente: “La desidia del Cabildo está pasando factura a este territorio”. El geógrafo, en declaraciones a Canarias Ahora, apunta directamente, como responsables de la situación actual, a las consejerías de Medio Ambiente y Turismo, y en menor medida a la de Obras Públicas, cuyos titulares son Inés Jiménez (Nueva Canarias), Carlos Álamo (PSOE) y Miguel Pérez del Pino (PSOE), respectivamente. En los últimos ocho años, tan solo dos partidos se han interesado de manera efectiva por Bandama: Podemos elaboró en la legislatura pasada un documento para ordenarlo urbanísticamente, documento que ha permanecido archivado durante los últimos cuatro años, mientras que el Partido Popular, en la actual legislatura, ha llevado a Pleno varias iniciativas y preguntas en las que ha mostrado su preocupación. 

En la teoría, Bandama y el Monte Lentiscal, cuna del sector vitivinícola de Gran Canaria desde el siglo XVII, están protegidos por la ley, ya que pertenecen al Paisaje Protegido de Tafira. Además,  en 2005 se aprobaron las normas de conservación del Monumento Natural de Bandama, pero la protección legal en la práctica “no es real”, es papel mojado, como expusieron Alex Hansen y el catedrático de la Universidad Carlos III Guillermo Morales, el pasado 27 de marzo en La Provincia, en un artículo titulado Bandama, frenemos el ocaso de un paisaje emblemático.

Las normas de protección de Bandama -aprobadas por el Gobierno de Canarias y de obligado cumplimiento por el organismo competente, el Cabildo de Gran Canaria en este caso- son muy precisas y están perfectamente detalladas en el Boletín Oficial de Canarias de 26 de diciembre de 2005. Entre otros aspectos, se indica la construcción y la regulación de un “Centro de Acogida de Visitantes e Interpretación de la Naturaleza”.  Diecisiete años después de su aprobación, el Cabildo no ha comprado el inmueble propuesto para habilitar el centro. Hansen y Morales afirman que “la desidia y la inacción se han apoderado de este hermoso paisaje. Ni obras de conservación, ni higiene, ni limpieza, ni paneles informativos, ni señalética suficiente y adecuada. Y, por supuesto, ausencia total de vigilancia en un lugar tan frecuentado y con una naturaleza tan frágil”.

La consejera de Medio Ambiente, Inés Jiménez, defiende que su departamento sí apuesta por la defensa de Bandama: “La prueba es que nos hemos personado en el juzgado en el litigio que tienen los propietarios y herederos del antiguo lagar del Caserío de Bandama”, inmueble elegido para que sea sede del futuro centro de interpretación y de visitantes. “Si no lo hemos comprado todavía se debe precisamente a este pleito, pero si nos hemos personado en la causa es con el objetivo de que el Cabildo tengan la preferencia para adquirirlo, una vez se desatasque este conflicto”.

Imagen patética

Miguel Jorge, consejero del PP en el Cabildo y alcalde de Santa Brígida –uno de los tres municipios al que pertenece el Paisaje Protegido de Tafira, Las Palmas y Telde son los otros dos-, confirma los argumentos de Jiménez: “Nosotros hemos llevado este asunto al Pleno y la consejera, en efecto, ha explicado este problema legal”. De todas formas, continúa el candidato popular a la presidencia del Cabildo en las elecciones del próximo 28 de mayo, “un litigio no puede frenar la ordenación de todo un territorio ni justificar el abandono del Mirador del Pico por parte de Turismo, sin control y llena de suciedad. Estamos dando una imagen patética”, sentencia.

Alex Hansen coincide con Miguel Jorge. “Inés Jiménez no puede echar balones fuera. Mientras el juzgado resuelve el asunto, podía haber ganado tiempo encargando un anteproyecto sobre el centro de visitantes e interpretación, demostrando así al juzgado el interés del Cabildo por este centro de interés público. En este caso se escudan en que no pueden hacer un proyecto sobre parcelas que aún no son suyas. Pero todos sabemos que esos obstáculos son solucionables si queremos”.

Hansen lamenta que la actual legislatura “haya servido para poco, solo para que el Cabildo se haya personado en el juzgado como parte interesada, aspecto que ha promovido Amigos de Bandama y que ha contado con el impulso, hay que ser justos, del presidente Antonio Morales y del consejero de Presidencia, Teo Morales”. De resto, añade Hansen, “no se han solucionado los problemas reales: la prueba es que hay una propuesta para ordenar el territorio y ha estado en el congelador durante los últimos cuatro años”. El científico se refiere al documento de planeamiento encargado por el anterior consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez: Anteproyecto de infraestructuras de acceso y acogida, firmado por los técnicos Ricardo García, Ángeles Guerra y José Tomás Millán. Desde diciembre de 2018, esta propuesta está en poder del Cabildo.

Entre otros asuntos, los autores proponen restringir el acceso al Pico de Bandama a vehículos privados con motor, controlarlo con micros lanzaderas y crear un carril para bicicletas y un sendero accesible, además de habilitar varias zonas de aparcamiento. Al consejero de Obras Públicas y Transportes y vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria, el socialista Miguel Ángel Pérez del Pino, le preguntamos su opinión sobre estas propuestas, pero no hemos obtenido respuesta. Escudándose en que la última pregunta del cuestionario era si estaba prevista alguna actuación en el programa electoral o en la hoja de ruta de su departamento, nos remitió al candidato de su partido, ya que él no está en la candidatura encabezada por el actual alcalde de Las Palmas, Augusto Hidalgo.

La falta de aparcamientos, afirman Hansen, “es un problema gravísimo ante la tremenda demanda de los visitantes. Se podría haber avanzado o solucionado en esta legislatura ya que las propuestas del documento encargado por el anterior consejero de Medio Ambiente sitúan esos aparcamientos en terrenos propiedad del Cabildo, tanto en el aparcamiento actual del campo de golf como en las canchas de Hoya de Los Cuartos”. 

Desinterés y desidia

La Asociación de Amigos de Bandama lamenta “el desinterés y la desidia”, critica “la falta de coordinación entre las consejerías implicadas” y le indigna el abandono actual de la antigua oficina de turismo y el bunker histórico descubierto y acondicionado en 2014 en los bajos de la casa, reconvertido en sala de proyección de un interesante audiovisual. “La muestra del fracaso y el mal hacer”, afirma el presidente del colectivo, “es que lleva tres años cerrado. ¿Qué pasó tras la pandemia? ¿Cómo es posible que no se ha garantizado la continuidad de un lugar visitado por unas 400.000 personas, que no se hayan habilitado siquiera los baños”. 

Estas preguntas se las hemos traslado al titular de la Consejería de Turismo y miembro de la candidatura del PSOE al Cabildo. Carlos Álamo justifica el cierre “porque los turistas no pedían información” y solo la usaban para ir al baño. Esta es su argumentación: “En este periodo de estudio, hemos podido confirmar que se trata de un espacio de paso para el cliente turístico, que en su mayoría viene en excursiones contratadas y ya cuentan con toda la información que necesitan porque se les da en el punto de origen de la excursión. La realidad es que ningún turista se presentaba a demandar información cuando ya están inmersos en su excursión. Sólo estaba siendo usada como punto de avituallamiento y para hacer usos de los baños. La oficina se cerró porque no estaba dando el servicio para la que fue creada y entendemos que no tiene sentido prolongar esta situación”.

Álamo considera que la casa del Pico debería de ser “un centro de interpretación del espacio natural, que ofrezca información de la historia, de la flora, de la fauna, la historia de su formación volcánica y una perspectiva más científica y botánica de la riqueza de la Caldera, además de las posibilidades vitivinícolas de la zona de Bandama y su oferta turística”. ¿Y por qué no se ha hecho durante este mandato?, se preguntan Amigos de Bandama.

Alex Hansen califica la gestión de Álamo respecto a Bandama de “inexistente”. No entiende “por qué la gestión del mirador recae sobre Turismo. Parece absurdo que las competencias dentro de un paisaje protegido, de un monumento natural se repartan entre distintas consejerías que, además, es evidente, no colaboran ni se coordinan”. En este sentido, el científico se pregunta: “¿Podemos imaginar que por ser un área visitada por turistas el Roque Nublo estuviese gestionado por Turismo? ¿O las Dunas de Maspalomas?”.

Al escenario denunciado por la Asociación de Amigos de Bandama, se añaden otros problemas medioambientales vinculados al Real Club de Golf de Las Palmas, detalla Hansen: “¿Por qué el club mantiene unas canchas de tenis en pleno Monumento Natural? Es lamentable el estado de la carretera de acceso al hotelito del club de golf, con acumulaciones de basura, arquetas abiertas, vallas derruidas, erosión en el firme… O por no hablar de las conducciones de aguas fecales que se derivan de este hotelito y caminan por el borde de la Caldera. ¿Cómo se permiten toda esta falta de decoro? ¿Por qué no se han hecho las gestiones con esta institución para instalar una depuradora ecológica y acabar con este despropósito?”.

En definitiva, sentencia el profesor de la ULPGC, “los problemas se acumulan y eternizan. Los consejeros merecen respecto a Bandama un cero contundente por su falta de voluntad y de intención en buscar soluciones, por la ausencia de gestión y coordinación. Y lo que si parece claro, es que con la división de competencias entre diferentes consejerías es imposible gestionar correctamente”.

 El compromiso de Morales

El presidente de la corporación insular, Antonio Morales, y candidato para presidirla por tercera legislatura consecutiva es consciente de la situación y se compromete, según ha declarado a esta Redacción, a solucionarla si es reelegido. “Es uno de los retos que tenemos para la próxima legislatura. Considero que la dispersión de competencias dificulta la gestión de este espacio, pero tenemos que buscar la solución idónea para coordinar los recursos en la gestión”. Morales considera esencial “crear un centro de interpretación y de visitantes del Paisaje Protegido de Tafira, pero antes se tiene que solucionar el litigio con los propietarios del inmueble elegido. Por la información que tengo, creo que no se va a demorar mucho el fallo judicial”.

Respecto a la penosa situación de la Casa del Pico, el presidente del Cabildo comparte la opinión del consejero de Turismo, en el sentido de que no considera útil una oficina de información turística, pero si considera que “debemos habilitarla como centro de información del espacio natural, del volcán, y ofrecer servicios higiénicos”, tal como estaban antes de que se cerrara la casa a raíz de la pandemia.

El Paisaje Protegido de Tafira cuenta, además del volcán, de la zona vitícola más importante de la Isla: el antiguo bosque del Monte Lentiscal. Aunque en centurias anteriores se inició el cultivo de la vid, la expansión se produjo a partir del siglo XIX “y ha llegado con vigor hasta la actualidad”, opinan desde Amigos de Bandama, que elogian la labor de Miguel Hidalgo, consejero de Soberanía Alimentaria del Cabildo.

Los Siete Lagares

El esplendor del vino ha propiciado la existencia de lagares históricos, muchos están bien conservados y son objetos de visitas turistas porque sus propietarios los miman. Además de los lagares privados, hay un conjunto de titularidad pública que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Sitio Histórico: Los Siete Lagares. Este bien etnográfico era el lugar al que los agricultores acudían con sus uvas para convertirlas en vino. 

El conjunto, con sus inconfundibles bloques de piedra de cantería de Arucas, está relativamente bien conservado pero el entorno descuidado, en medio de un lugar de tránsito de coches y camiones por la presencia de un restaurante emplazado en la antigua bodega. El director insular del Servicio de Patrimonio Histórico –área que sí merece buena nota, según las fuentes consultadas, por la cantidad de obras y acciones realizadas en todos los municipios-, Juan Sebastián López, sostiene que el patrimonio etnográfico de la comarca está en la hoja de ruta de Cultura, “pero es fundamental que los municipios se impliquen y nos presentes sus proyectos, tal como hemos realizado en la presente legislatura”.

En ocasiones, recuerda López, “hemos promovido acciones de mejora ante circunstancias especiales, como en Mogán y Valleseco, y las ejecutamos en coordinación con los ayuntamientos sin mirar el color político”. El director insular, profesor en excedencia de la ULPGC y de la Universidad de Guadalajara (México), hombre discreto al que le gusta trabajar sin buscar protagonismo mediático, sostiene que “todas las solicitudes que nos han  planteado los municipios se han resuelto o están en vías de solución”.

La mejora y ordenación vial de los Siete Lagares, aunque la financie Patrimonio Histórico, depende del interés del ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, municipio en el que se encuentra este BIC. Y también la abandonada Casa del Mirador Pico de Bandama.

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