Cs se queda sin gestora en Canarias: dimiten tres de sus cuatro miembros a las puertas de la V Asamblea General

Ciudadanos (Cs) continúa desmoronándose en Canarias. Tres de los cuatro miembros de la gestora creada en julio para dirigir la formación naranja se han dado de baja del partido y solo David Rodríguez, quien fuera candidato al Cabildo de Lanzarote, continúa en la junta, cuya última reunión tuvo lugar en diciembre. 

Rodríguez ha confirmado la baja del partido de los otros miembros: Marcos Cohen, responsable de Política Municipal en la agrupación de Puerto de la Cruz (Tenerife); Santiago Santana, coordinador del partido en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), y José Antonio Guerra, concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

“No hago declaraciones sobre asuntos internos del partido”, han afirmado tanto Santana como Guerra. La decisión de este último se produce después de que la formación naranja le abriera un expediente por una denuncia de la portavoz del partido en el Consistorio capitalino, Beatriz Correas, por agresiones verbales, unos hechos que investiga la Comisión de Garantías estatal.

Y la baja de Cohen, que trabaja en el área de consultoría de Pricewaterhousecoopers, Asesores de Negocios S.L. en Canarias, se ha producido después de que la empresa pública Metro Tenerife -que preside el consejero del Cabildo de Tenerife Enrique Arriaga (Ciudadanos)- adjudicara a Landwell-Pricewaterhousecoopers Tax & Legal Services, S. L. una serie de contratos de “servicio de asesoramiento jurídico” por un importe total de unos 300.000 euros. Sin embargo, el que fuera afiliado de Ciudadanos resalta que “no es la misma empresa” para la que él trabaja y que su decisión de dimitir la tenía tomada con anterioridad.

Rodríguez ha explicado que tras los abandonos, de los que ha tenido conocimiento recientemente, decidió elevar la situación a la dirección nacional “para que tome las decisiones oportunas” y está “a la espera” de que le indiquen el camino que debe seguir en la gestora.

Esta sucesión de desencuentros estallaron después de las elecciones autonómicas de mayo de 2019, cuando se cruzaron graves acusaciones entre dirigentes de Cs por lo que una parte consideraba indisciplina y la otra cumplimiento de las promesas electorales. Concretamente por el acuerdo frustrado con Coalición Canaria y el PP que, en el caso concreto de Tenerife, tuvo episodios dantescos en la constitución de la  Corporación de la capital, con graves imputaciones de delitos que condujeron incluso al juzgado de guardia. Este mismo miércoles se conocerá la admisión a trámite de la querella de Juan Amigó contra Vidina Espino, la portavoz parlamentaria y miembro de la comisión de negociación de pactos, que habló incluso de “Tamayazo”, en referencia a la compra de voluntades a cambio de favores urbanísticos.

Pero si el partido está roto en Tenerife, en Gran Canaria la cosa no pinta mejor. En el Ayuntamiento de la capital hay una ruptura evidente entre la portavoz, Beatriz Correas, y el concejal José Antonio Guerra, al que la organización le tiene abierto un expediente por las agresiones verbales que profirió contra la primera al término de un pleno de la Corporación. Lejos de pedir disculpas por su actitud, las alegaciones de Guerra al comité de Derechos y Garantías han incidido en distanciarse más de la portavoz municipal, que ha declarado que “esto solo tiene una salida: o él, o yo”.

A las puertas de la V Asamblea General

El 14 y 15 de marzo Ciudadanos celebrará su quinta Asamblea General, en la que se votarán los nuevos estatutos de la formación naranja y se decidirá la estrategia para los próximos años después de que Inés Arrimadas lograra obtener un 78% de los compromisarios frente a Francisco Igea. Aunque la elección entre ambos candidatos será entre toda la militancia el próximo fin de semana.

Rodríguez espera que tras la celebración de ese congreso se pueda salir de la época “accidentada” que ha vivido el partido, según calificó el presidente de la Comisión Gestora de la formación naranja, Manuel García Bofill, a raíz de las negociaciones posteriores a las elecciones del 26 de mayo para conformar gobiernos.

El partido comenzó a despedazarse después de que dos concejales de Santa Cruz de Tenerife decidieran apoyar al PSOE y poner fin a 40 años de gobierno de Coalición Canaria, lo que propició la acusación de 'tamayazo' por parte de la secretaria de Comunicación del partido, Vidina Espino, y la expulsión de la formación, una decisión que fue suspendida por la Justicia. Y uno de los concejales, Juan Ramón Lazcano, ha sido readmitido en el partido.

Situación similar a la del Cabildo de Tenerife, donde el partido readmitió a dos consejeros que previamente había expulsado. A esto se han sumado las dimisiones de cargos internos del partido, como la de Mariano Cejas, primer coordinador del partido en las Islas o Javier Amador, concejal en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, además de la pérdida de afiliados.