“Hemos sufrido la peor de las quiebras económica y social de la historia y todavía seguimos actuando sometidos al miedo y a la indefensión, condenados a la falta de valentía y decisión de nuestros políticos”, dijo este martes el rector de la Universidad de La Laguna, Eduardo Doménech.
Durante el discurso de apertura del curso 2014-2015 en la Universidad de La Laguna, el rector indicó que los políticos no son más que convidados de piedra a la representación de una defectuosa democracia en la que se sustituyen los valores por los que la humanidad ha luchado durante siglos.
Esos valores, añadió el rector de la Universidad de La Laguna, se sustituyen por las leyes de mercado que rigen los designios a través de una economía virtual basada en la especulación desenfrenada, sin regulación alguna, en donde prima la libertad por encima de la igualdad y la justicia.
El curso lo abrió el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ante quien el rector de la Universidad de La Laguna denunció la plaga del paro juvenil, así como la sangría de la emigración de los jóvenes por razones laborales.
Eduardo Doménech preguntó qué bases se están poniendo para el futuro de Canarias si se niega a los jóvenes la viabilidad de construir su proyecto vital “empujándolos a abandonar” el archipiélago en busca de una oportunidad laboral.
El rector de la Universidad de La Laguna reclamó a los partidos políticos un pacto para hacer una política que “verdaderamente esté a la altura” de las exigencias de una realidad “que nos supera individual y colectivamente”.
Recordó que será su último discurso de apertura, ya que cumplirá el segundo y última mandato, para a continuación insistir en su reclamación de inversión para las universidades públicas y rectificó el discurso que tenía escrito.
En el papel figuraba una denuncia de desequilibrio en el tratamiento que el Gobierno regional da a las dos universidades públicas canarias, y cambió ese crítica para decir que el consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad, José Miguel Pérez, presente en el acto, se había comprometido a aumentar la dotación.
También se refirió Eduardo Doménech a la esperada segunda reunión de trabajo para elaborar el nuevo contrato programa, o mejor sería, según sus palabras, ley de financiación.
El rector opinó que los actuales son tiempos “profundamente paradójicos, transitando, o mejor dicho navegando, entre el poder y el desasosiego, el conocimiento y la incertidumbre, la autosuficiencia y la vulnerabilidad, inmersos en la gran crisis, que dirían los pensadores, constituida por un conjunto de crisis entremezcladas, que desposeen a los seres humanos de su propia humanidad”.
Antes de las palabras del rector se llevó a cabo la investidura de treinta y dos nuevos doctores por la Universidad de La Laguna, que el curso pasado, según ha destacada la Secretaría del centro, estuvo marcado por el proceso de fusión de centros y departamentos.
Así, durante el pasado curso la Universidad de La Laguna pasó de 69 a 40 departamentos y de 23 facultades y escuelas a 9.
Durante el pasado curso la Universidad de La Laguna acogió a 20.731 alumnos, de ellos 4.545 de nuevo ingreso, y se impartieron 45 titulaciones de grados y cuatro cursos de adaptación.