Primer contrato a dedo del administrador de RTVC, que los censuraba en la Audiencia de Cuentas

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

“Sin cumplir con los principios de publicidad, concurrencia, igualdad, méritos y capacidad”. Así acaba de contratar el administrador único de Radio Televisión Canaria (RTVC), José Carlos Naranjo Sintes, a un director de Operaciones, sin cumplir con las exigencias que él mismo imponía de ese modo literal en sus informes como auditor de la Audiencia de Cuentas de Canarias. Porque el entrecomillado es suyo y lo plasmó en un informe el pasado 22 de diciembre de 2017 al censurar la contratación de tres directivos a dedo, uno en la radio y los otros dos en Televisión Canaria, en el mismo ente público en el que ahora ha hecho esa misma contratación.

Naranjo Sintes considera aquellas apreciaciones suyas como “una interpretación” de las estrictas normas de contratación de personal que rige para las administraciones y las empresas públicas y que están dando lugar a una cascada de sentencias anulando contratos como el de la directora de Seguridad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria o el del director de la Fundación Auditorio y Teatro de la misma ciudad.

“No olvide que cuando tomé posesión había una situación de emergencia” ha enfatizado a preguntas de este periódico el administrador único de RTVC para justificar la contratación del periodista Miguel Ángel D. como director de Operaciones, publicada el pasado 4 de julio en el Boletín Oficial de Canarias. Aunque “el contrato lo firmé el 26 de junio”, ha aclarado a Canarias Ahora el periodista, quien participó activamente en las negociaciones del 30 de junio con Videoreport Canarias que evitaron el apagón de la Televisión Pública al vencerse la prórroga del contrato de informativos y de continuidad que ejecutaba esa productora, vinculada al periódico Canarias7.

Naranjo Sintes necesitaba a una persona conocedora de los entresijos de la televisión pública de la que el periodista contratado fue durante muchos años director de Informativos. Un profesional que, además, atesoraba en el momento de su contratación la condición de persona de confianza de la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, responsable política de las irregularidades que se venían cometiendo en la gestión del ente público en concursos como el de distribución de la señal, censurado por la interventora general de la Comunidad Autónoma y finalmente cancelado por el administrador único por ser “nulo de pleno derecho”.

El nuevo director de Operaciones de RTVC tendrá entre sus funciones organizar, coordinar, impulsar y controlar “a los distintos departamentos del ente público RTVC y de sus dos sociedades mercantiles dependientes [Radio Pública de Canarias, S.A. y Televisión Pública de Canarias, S.A.] siguiendo las directrices del administrador único”. Se mantiene en el organigrama de Televisión Pública de Canarias la directora de Relaciones Institucionales, la también periodista Daida Rodríguez, mano derecha de Santiago Negrín y una de las responsables directas del desaguisado cometido con el concurso de informativos, ganado por Videoreport Canarias pero aún sin adjudicar. Su puesto ha quedado en entredicho al tener como principal misión las relaciones del presidente del ente con el consejo rector. Ni el uno ni el otro existen actualmente tras la modificación legal promovida por los grupos parlamentarios para sacar al ente del caos en el que quedó sumido tras la gestión de Negrín.

¿Fiscalía? No, gracias

La contratación de este periodista se ha llevado a cabo sin concurso público, es decir, sin publicidad, concurrencia, igualdad, méritos y capacidad, lo que seguramente habrá de ser objeto de reproche en el próximo informe de la Audiencia de Cuentas de Canarias sobre el ente público RTVC. De esa área de los entes públicos era responsable Naranjo Sintes hasta que su mandato de 26 años venció víctima del nuevo acuerdo de reparto de los órganos dependientes del Parlamento de Canarias. El partido bajo cuyo manto ha trabajado estos años, Coalición Canaria, lo colocó de inmediato en otro puesto clave, Radio Televisión Canaria (RTVC), marcado por una gestión polémica con rasgos de ilegalidad de su antecesor, el que fuera presidente de su consejo rector, Santiago Negrín.

Naranjo Sintes ha reconocido que su antecesor actuó al margen de la ley cuando adjudicó en febrero pasado un concurso negociado sin publicidad a Retevisión para el transporte de la señal de la radio y la televisión públicas. Negrín no se molestó en invitar a ninguna otra compañía y se limitó a pedirle una oferta a la que ya prestaba el servicio, prorrogado en agosto de 2017, para que continuara haciéndolo. La interventora general de la Comunidad Autónoma puso el grito en el cielo y el contrato fruto de aquel concurso ni siquiera llegó a firmarse.

Ese fue otro de los problemas a los que se tuvo que enfrentar el nuevo administrador único designado por el Parlamento para enmendar el hundimiento de RTVC antes de diciembre de este año. Y Naranjo Sintes ha dado por nulo ese concurso por ser sencillamente contrario a derecho. Sin embargo ha reconocido a este periódico que no tiene pensado llevar a su antecesor a la fiscalía por haber actuado de este modo. Ni siquiera a pesar de haber sido advertido reiteradamente por la secretaria del consejo rector de ese ente público, cuando existía consejo rector y cuando existía secretaria, porque todo eso ha quedado sepultado merced a la modificación legal que colocó a un nuevo administrador único plenipotenciario al frente del ente público y que ha dejado en el limbo jurídico al órgano ejecutivo de RTVC.