El vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, anunció este martes la decisión alcanzada por el Consejo de Gobierno de la institución insular por la que se ha encargado la realización de una auditoría financiera a la Fundación Canaria de Salud y Sanidad a partir de 2008, pero especialmente entre los años 2009 y los primeros meses de 2011, fechas en las que estuvo bajo el responsabilidad del que fuera consejero de Sanidad en la Corporación hasta las pasadas elecciones, Antonio Alarcó (PP).
En una rueda de prensa en la que el vicepresidente informó, además, de los 42 acuerdos alcanzados este lunes por el Consejo de Gobierno insular, Carlos Alonso justificó esta decisión ante los indicios de presuntas “irregularidades”, tanto en su gestión financiera como en el “correcto cumplimiento” de los procesos legalmente establecidos para las contrataciones.
Esta decisión se ha tomado a petición del actual consejero de Sanidad, Aurelio Abreu (PSC) ante posibles indicios “que no son conformes a la legalidad” en sus actuaciones relativas tanto a la presentación de facturas “no avaladas” por los correspondientes procedimientos de contratación, así como la contratación de personal “sin seguir el adecuado procedimiento selectivo”, sin olvidar una serie de embargos.
“Lo que queremos es comprobar que el estado de las cuentas es el fiel reflejo del estado de la sociedad y del cumplimiento de la legalidad”, matizó Alonso, quien quiso separar esta iniciativa de otros “fines políticos que no queremos valorar”.
La Fundación Canaria de Salud y Sanidad es un organismo sin ánimo de lucro, auspiciado por el Cabildo de Tenerife y dedicado a la promoción de la salud y de los hábitos de vida saludables entre la población de las Islas.