El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, ha señalado este viernes que deberá ser la ejecutiva local, que él mismo preside, la que decida el calendario de primarias para elegir candidatura a la alcaldía de la capital grancanaria, si bien ha señalado que “sea quien sea”, el resultado será bueno para su partido.
Respecto a las candidaturas posibles, por un lado la de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y por otro la de la concejala del Carnaval, Inmaculada Medina, Hidalgo, en declaraciones a los medios, ha evitado posicionarse y ha señalado que se trata de “precandidaturas posibles por todos conocidas de personas que son una referencia”.
“Sea quien sea el candidato o candidata podemos estar tranquilos en la familia socialista porque cualquier resultado será bueno de cara a las elecciones del próximo año”, ha opinado el regidor capitalino, quien concurrirá a las próximas elecciones de mayo como cabeza de lista del PSOE al Cabildo de la isla.
Según ha explicado Hidalgo, el Comité Federal del PSOE ha planteado la posibilidad de que las candidaturas se presenten ahora en septiembre con celebración de primarias en octubre o un segundo escenario en el que la presentación sería en noviembre y las votaciones a principios de diciembre.
Será la ejecutiva de la agrupación de Las Palmas la que tomará la decisión de cuál es la fecha más conveniente para el partido pero lo lógico, ha dicho, es que su partido sepa trasladar la mejor candidatura para Las Palmas de Gran Canaria y tener la mejor candidatura.
Ha recordado que la ciudad “hace siete años y medio era una ciudad donde se repetía mayoría absoluta de los partidos conservadores” y eso “se ha revertido”.
“Tras años de gobierno del Partido Popular hoy le sacamos cinco concejales y, por tanto, mantener Las Palmas de Gran Canaria como un bastión del Partido Socialista, de la izquierda y los gobiernos de progreso es una de las prioridades y para eso hay que hacer las cosas bien”, ha subrayado Hidalgo.
Ha apuntado, por último, que dentro del PSOE se trabaja “con democracia interna, por supuesto”, en un proceso que “a veces es duro y con confrontaciones” pero que, una vez salga el nombre, “todos vamos a una”.