El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria no autorizará la instalación de nuevas antenas de telefonía móvil durante un año, hasta contar con un análisis detallado de las ya existentes y con un plan sobre las necesidades de la ciudad.
Así lo anunció este jueves el director del área de gobierno de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Vivienda de la corporación local, Carmelo Padrón, quien aclaró que la suspensión de nuevas licencias no afecta a las ya concedidas.
Con el fin de conocer la situación de las antenas de telefonía móvil, el Ayuntamiento encargará un estudio a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en el que también participarán abogados que han prestado asistencia a las asociaciones de vecinos que protestaban por este tipo de infraestructuras.
El objetivo es detectar los problemas existentes y proponer la mejor solución posible, explicó Padrón.
Aquellas antenas clandestinas que no cuentan con autorización serán demolidas, mientras que en el caso de aquellas que cumplen los requisitos legales pero cuentan con una gran oposición vecinal, se tratará de lograr un acuerdo con los operadores de telefonía móvil.
Aunque no existen evidencias científicas de que las antenas de telefonía móvil generen enfermedades, hay personas que se sienten enfermas sólo con su cercanía, por lo que el Ayuntamiento intentará buscar una solución, afirmó Padrón.
La Junta de Gobierno Local celebrada este jueves decidió también la regularización del polígono industrial de La Cazuela, donde numerosas empresas desarrollan actividades clandestinas desde hace tiempo y existe una falta de entendimiento entre empresarios y vecinos.
En el caso de La Cazuela 1 el sistema adoptado será el de cooperación, mientras que en la Cazuela 2 será de concierto, dijo Padrón.
Destitución de Jacinto Quevedo
Asimismo, la portavoz del grupo de gobierno de Las Palmas de Gran Canaria, Teresa Morales, se refirió a la destitución del director del Museo Elder de la Ciencia y la Tecnología, Jacinto Quevedo, por parte del Gobierno de Canarias, algo que calificó de “decisión gravísima”.
Morales aseguró que ese museo es obra de Quevedo y su destitución es una “vendeta personal” del vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Economía y Hacienda, José Manuel Soria, quien siempre ha estado en contra de Quevedo y el museo, al entender que la capital grancanaria debe estar “dedicada a la especulación urbanística” y no a la ciencia.
Esta decisión responde, según Morales, a la frustración de Soria por haber perdido las últimas elecciones.
Asimismo alertó de que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se mantendrá alerta sobre la posible especulación del espacio donde se ubica el Museo Elder y llamó la atención sobre el hecho de que tanto la decisión de sustituir a Quevedo como al presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Emilio Mayoral, están relacionadas con el puerto de la capital grancanaria.