La organización Ben Magec- Ecologistas en Acción ha exigido este martes la nulidad del expediente de delimitación del Bien de Interés Cultural (BIC) Grabados Rupestres de La Montaña de Tindaya elaborado por el Cabildo de Fuerteventura, que ha calificado de “malintencionado y falto de rigor científico” y que, según ha denunciado, no se ajusta a la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias.
Más tajante se mostró el doctor en Historia y Arqueólogo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Jonathan Santana, en una rueda de prensa celebrada durante la mañana en Las Palmas de Gran Canaria, donde tildó al documento elaborado por los técnicos de la Administración majorera, cuyo periodo de alegaciones acaba de concluir, como “una chapuza desde el punto de vista técnico y científico”, elaborado únicamente para dar cabida al proyecto del fallecido escultor vasco, Eduardo Chillida.
El argumento esgrimido por la portavoz del colectivo, Noelia Sánchez, durante la presentación de las alegaciones al expediente, se asemejó al que expuso cuando el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) dio el pasado septiembre la razón a los ecologistas y anuló las normas de conservación aprobadas por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) en febrero de 2010. “No responde a proteger los valores de la montaña”, dijo.
Al respecto, el arqueólogo y miembro de Ben Magec, Pepe Guillén, explicó que el BIC solo recoge las manifestaciones rupestres de la cima y no el lugar en el que se encuentran, espacio en el que “se ha utilizado un criterio de dos metros a partir del grabado”. De este modo, continuó Guillén, la delimitación queda dividida en dos partes, a pesar de que los estudios técnicos existentes avalan que toda la montaña debe ser considerada como Zona Arqueológica, porque conforma el conjunto que “da soporte y sirve para explicar los grabados podomorfos”.
Guillén calificó este hecho como “inaudito en Canarias y a nivel estatal” e ironizó que “es como si en Altamira se protegiesen los bisontes y no la cueva donde están”. “Todos los documentos que se han elaborado hasta ahora, incluso el propio proyecto de Chillida, dicen claramente que Tindaya no es solo las manifestaciones rupestres de la cima, sino todo el conjunto de elementos arqueológicos, los poblados de la base y las distintas estructuras que se jalonan a lo largo de toda la montaña”, apostilló.
Algo que, según añadió, se encuentra recogido en la carta arqueológica que el Cabildo encargó y pagó en Pájara, que está integrada a su vez en el Plan de Ordenación municipal e insular y que “curiosamente no se cita en este expediente de delimitación”.
Informes “malinterpretados”
Asimismo, aseguró que una delimitación del BIC elaborada con rigor hubiera hecho inviable el monumento a la tolerancia de Chillida, cuya ejecución cuenta con el beneplácito tanto de la Administración insular, como de la regional. En este punto, hizo referencia a la “rapidez” con la que se ha elaborado un documento que los ecologistas llevan años solicitando y concretó que el margen con el que han contado los técnicos insulares se ha encontrado comprendido entre el 6 de septiembre, fecha en que el TSJC hizo pública la anulación de las normas de conservación de la montaña, y el 15 de octubre de 2013. Es decir, unos 40 días, cuando lo normal es que este tipo de estudios no concluyan en meses, explicó.
Por otro lado, denunció que los informes técnicos utilizados por el Cabildo se han tenido en cuenta de forma parcial. Un dato sorprendente al respecto lo aportó Santana, que afirmó que el propio autor de uno de los informes en los que se basaron los técnicos para elaborar el BIC ha presentado alegaciones al mismo, al considerar que sus datos fueron “malinterpretados”.
Sánchez pidió a las administraciones canarias que dejen de incrementar el “agujero negro para los bolsillos de los canarios” que supone el Proyecto Monumental Montaña de Tindaya y afirmó que Ben Magec no descarta llevar el BIC ante la Justicia, como lo hizo con las normas de conservación, en caso de que el expediente llegue a aprobarse definitivamente.