Los bomberos de Gran Canaria han denunciado este martes que, tras cuatro meses de huelga, “sigue sin haber acercamiento por parte de quienes tutelan el servicio de emergencias insular” y que las posturas están incluso “más alejadas” que al principio.
Los trabajadores recuerdan que la huelga tiene sus causas en la falta de personal, en la “pésima gestión” del servicio que lleva a cabo el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria y en los problemas de operatividad.
Respecto a la falta de personal, los bomberos denuncian que el Cabildo sigue sin atender sus peticiones de finalizar el proceso selectivo que debió acabar en 2010 y que “ya es insuficiente aun finalizándolo”. En estos momentos, “el proceso está casi parad y ya acecha el verano, donde se paraliza todo, por lo que la situación ya no se prevé se resuelva este año y mucho menos convocar nuevamente oposiciones para cubrir el 100% de la RPT (Relación de Puestos de trabajo), quedando con 226 bomberos frente a los 203 que habrá cuando termine el proceso selectivo actual”.
En relación a la gestión económica, los bomberos subrayan que la corporación dirigida por Bravo de Laguna “se salta un año más todas las leyes y aprueba unos presupuestos sin la previa negociación y acuerdo con la parte social y sindicatos”. Los sindicatos mayoritarios CCOO y CSIF estudian emprender acciones legales por este motivo. “Si finalmente prospera la denuncia, el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria tendrá graves problemas de solvencia porque no podrá ejecutar los presupuestos acordados para el año 2013, por lo que es una irresponsabilidad política el hecho de que no se negociaran con los sindicatos y se expusieran a tal situación, una prueba más de la forma de hacer política de la presidenta del Consorcio, María del Mar Arevalo, dejando aún más a la deriva la entidad por su irresponsable gestión”
Por último, los bomberos insisten en la falta de personal y en el “nulo compromiso” de los máximos responsables del área operativa en crear una jefatura de guardia que vele por el servicio las 24 horas del día los 365 días del año, lo que, “sumado a la falta de protocolos de actuación”, hace que cada día se den “gran cantidad de problemas que solo son resueltos por la buena voluntad y profesionalidad de los bomberos y cabos del servicio”. Como prueba de ello, los bomberos ponen el ejemplo del temporal que tuvo lugar a principio de marzo, cuando se dieron situaciones “como las de no haber previsto reforzar los parques, no contar con avituallamiento para las intervenciones ni con cabos en todos los turnos”.
Añaden que incluso hubo parques como el de Arinaga en el que trabajaron seis bomberos sin mando y tuvieron más de una veintena de intervenciones en las cuales “estuvieron más de 17 horas continuas trabajando y en ningún caso se les llevó comida ni se preocuparon por el estado de la situación de esos profesionales”.