Las víctimas del vuelo de Spanair siniestrado en Barajas el año pasado fueron rememoradas este lunes, “apenas ocho meses” después del suceso, en el Acto de Honores y Distinciones del Cabildo de Gran Canaria, cuyo presidente, José Miguel Pérez, quiso tener “un recuerdo muy especial” para ellos.
Un recuerdo que, en su saludo a los asistentes al acto anual, Pérez quiso tener, según dijo, “dirigido a la memoria de una parte de nuestros ciudadanos, alguno de los cuales podría haber estado incluso aquí presente”.
“Son aquellos que perecieron hace apenas ocho meses en el accidente aéreo de Barajas, personas mayores y criaturas a los que todos hemos llorado y, de forma más intensa, sus familias, algunas de las cuales nos acompañan en este recinto”, añadió.
El presidente del Cabildo quiso valorar, en todo caso, que, “en aquellos días aciagos, cuando recibíamos los restos de cada uno de estos seres, toda la isla se unió para darles la última despedida” y, al hacerlo, “aquellas víctimas, sin proponérselo, suscitaron un mar auténtico de emoción” y “sacaron lo mejor de muchas otras personas que se entregaron para atender solidariamente” a otros.
“La muerte, como tantas veces, hacía renacer el auténtico sentido de la condición humana”, recalcó Pérez, que agregó que, “por ello, los nombres de quienes nos dejaron permanecen siempre en nuestros corazones, y subrayamos sus rostros en este sentido homenaje insular”.
Homenaje en el que el presidente valoró a cada uno de los distinguidos este año por el Cabildo, enumerándolos.
“Como novedad este año, nuestra corporación ha querido conceder el primer Can de Oro a uno de los hijos de la isla de mayor proyección universal: Benito Pérez Galdós, eterno maestro en la descripción de la vida humana y en el dibujo de los murales que narran el curso de sus sociedades”, precisó.
“Honramos también la memoria de personas entrañables como José Antonio Ramos, Rafael Nebot y Claudio Ojeda”, apostilló.
De los “presentes entre nosotros, el resto de los galardonados”, afirmó que “son todos protagonistas de trayectorias admirables”, “como la de Manuel Sosa, Sandokán, premiado por ”su valentía y entrega“ al salvar muchas vidas en condiciones peligrosas en el mar de forma altruista.
Alabó también a Mary Anne Künkel, “divulgadora de nuestra flora isleña, de la botánica macaronésica y autora de un inestimable tesoro gráfico sobre sus ejemplares”; a Roberto Moreno, “científico pionero en España y Europa de la inteligencia artificial”; y a Juan Hidalgo, “expresión magnífica y precisa de cómo el arte anticipa y alumbra el trasiego del mundo de los seres humanos”.
De Sergio Calvo valoró su “personalidad miscelánea que supo iluminar tiempos de sombras desde manifestaciones artísticas muy diversas”, y de Caridad Cuyás que “personifica no sólo la aspiración a una sociedad igualitaria de mujeres y hombres, sino que proyecta ese valor en un ámbito económico principal y que en otro siglo fuera la medida de nuestra isla: el puerto de La Luz y de Las Palmas”.
A Juan Andrés Melián aludió como “persona que, y doy fe personal de ello, mantiene intacto su firme compromiso con su isla”, a Paola Tirados y Enhamed Mohamed como “olímpicos y extraordinarios continuadores de una estela de nadadores”, y a las organizaciones, también distinguidas, Tyldet y la Comunidad Palestina de Canarias, como “dos instituciones de singular arraigo en nuestra isla”.
“A todos, a todas, la gratitud y el reconocimiento de Gran Canaria”, declaró Pérez, que recalcó que cada uno de ellos, en los tiempos actuales de crisis, constituye un ejemplo que “refuerza la certeza de que podemos salir bien parados de este reto” por la capacidad de la gente de la isla para superarlo.