El Cabildo de Hierro ha aprobado recientemente la declaración de interés insular del proyecto de construcción de un hotel de cuatro estrellas con 100 camas y 30 villas turísticas, de dos a cuatro dormitorios cada una, en una plaza de 65.000 metros cuadrados (m2) de suelo rústico de protección agraria intensiva (SRPAi) en el municipio de La Frontera, en el norte de la isla.
La iniciativa pretende remodelar un antiguo monasterio en desuso y dotarlo de un centenar de plazas alojativas, con una extensión de 1.823 m2, además de equipamiento deportivo y servicios complementarios. La segunda fase de la actuación comprende la edificación de las 30 villas mencionadas, así como de un centro de Spa-Fitness y el conjunto de infraestructuras necesarias (viales, redes de riego, agua potable, saneamiento…).
En total, la capacidad alojativa del plan podría alcanzar las 200 camas, lo que aumentaría en un 56% las plazas ofertadas en establecimientos hoteleros abiertos en El Hierro, actualmente situada en 312. La declaración de interés insular del proyecto, amparada por la polémica Ley de Islas Verdes, norma aprobada por el anterior gobierno de Coalición Canaria (CC) y que liberaliza el uso de suelo rústico para el desarrollo turístico en El Hierro, La Palma y La Gomera, ha suscitado críticas entre la oposición, quienes consideran que abre la puerta a futuros intereses y, por tanto, un nuevo contexto económico en el territorio más occidental de Canarias.
“Se justifica la iniciativa en la dinamización económica, creación de empleo y riqueza. Sin embargo, y sin perjuicio de que pudiera motivar la contratación de personal, no quita que nos encontramos ante un modelo desarrollista e intensivo ya probado y conocido”, apunta Amado Caballero, consejero en el Cabildo de El Hierro por El Hierro Puede-Izquierda Unida Canaria, “que no genera excesivos puestos de trabajo; y los que genera, suelen ser notablemente precarios. Solo hay que ver nuestras islas y los datos para percatarse”.
El proyecto, impulsado por la promotora Punta Márquez S.L., crearía el complejo turístico con mayor capacidad alojativa de El Hierro, que en estos momentos es Parador de Turismo de El Hierro, con un total de 94 plazas. Según la propia mercantil, generaría 33 puestos fijos y 26 temporales. El presidente del Cabildo insular, Alpidio Armas (PSOE), detalla que la inversión podría oscilar entre los 10 y 12 millones de euros, la mayor parte destinada a las villas turísticas, cuyo coste diario rondaría los 240 euros, según un análisis económico de una consultoría.
Aunque la cantidad citada puede resultar demasiado elevada para los residentes de la isla (la renta neta media por persona en El Hierro es de 11.234 euros, menos de 1.000 al mes, según el Instituto Canario de Estadística), el propio informe de la consultora, denominada Assap Consultores de Negocios y Gestión de Proyectos S.L, señala directamente como futuribles clientes a los viajeros del norte de Europa que suelen pasar largas temporadas en el Archipiélago en edad de jubilación. “La aparición de la COVID y la actual crisis energética han potenciado la necesidad de contar con más proyectos rurales, saludables y eficientes energéticamente”, reza el texto.
Por otro lado, a pesar de que la promotora reconoce que el emplazamiento está caracterizado por los usos agrícolas del suelo, considera que su ubicación, cerca del litoral, puede dar cabida a una “oportunidad más alineada con las necesidades socioeconómicas de El Hierro”, una economía donde el sector hostelero solo ocupa el 13% de la actividad, según datos del Observatorio Canario de Empleo (OBECAN), el segundo porcentaje más bajo de Canarias, solo por delante de La Palma (12%) y muy lejos de otras islas, como Fuerteventura (38%) y Lanzarote (33%).
En este sentido, es conveniente recordar que, con el tejido empresarial actual de El Hierro, la isla registró la menor caída del Producto Interior Bruto (PIB) en el Archipiélago durante la pandemia. El descenso en 2020 fue del 11,2%, nada que ver con los experimentados por Fuerteventura (25,9%), Lanzarote (24,6%) o las islas capitalinas, Tenerife y Gran Canaria, con porcentajes del 17,3 y 17,4%, respectivamente, según el ISTAC. Aun así, la empresa impulsora del plan cree que “es razonable pensar que una nueva oferta alojativa (…) resulte susceptible de atraer otros servicios complementarios que sean de interés para la isla”. Y el presidente insular, Alpidio Armas, opina lo mismo.
“Estamos considerando la posibilidad de que un promotor, que es herreño, ponga a caminar una iniciativa en una instalación propia, muy próxima a que se venga abajo por falta de uso, que es absolutamente ilusionante. ¿Por qué me ilusiona? Porque es una instalación singular que va a estructurar y mejorar el turismo de la isla, que va en línea con la utilización de renovables, depuración de las aguas, creación de superficies con bajo impacto… Esto es lo que demanda el turismo internacional”, dijo el máximo mandatario del Cabildo de El Hierro en el pleno ordinario del pasado 6 de marzo.
La propuesta para declarar de interés insular el proyecto contó con el apoyo del PSOE, que dirige la corporación, PP y CCa-AHÍ. Asamblea Herreña y El Hierro Puede-Izquierda Unida Canaria votaron en contra. Un informe técnico jurídico del Cabildo insular avala el acuerdo, pero pide a la promotora más información en el expediente final, aún sin finalizar, en múltiples determinantes, como la descripción de la propia iniciativa, de las actuaciones de urbanización y de la adecuación al planeamiento local vigente. También ha exigido la evaluación ambiental correspondiente.
Por su parte, el consejero de El Hierro Puede-Izquierda Unida Canaria Amado Caballero, en un escrito de alegaciones, advierte que “de salir esta iniciativa adelante se abriría una puerta muy peligrosa que no sabemos muy bien qué repercusiones, en última instancia, tendrá”. Según Caballero, “aprobar este instrumento motivaría que otras empresas y particulares se preguntaran por qué no puede aprobarse uno similar en lugares o zonas costeras” de la isla, hasta ahora sin urbanización.