Las clínicas privadas que aspiren a recibir pacientes derivados de la sanidad pública canaria a través de los conciertos tienen un año a partir de este viernes para acreditar que cumplen los requisitos para su homologación en el grupo de hospitalización de media estancia. La Consejería de Sanidad ha ampliado el plazo concedido a los centros privados para adaptar sus instalaciones y servicios a la norma, a pesar de que la orden en vigor, aprobada el 28 de noviembre de 2006, ya obligaba a los hospitales a ajustarse a esas condiciones para poder suscribir contratos con el Servicio Canario de Salud (SCS).
La nueva orden, fechada el 27 marzo, ha sido publicada en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) este jueves, prácticamente un mes después de que Sanidad convocara el primer concurso destinado a acabar con los conciertos que Canarias arrastra desde la época franquista al margen de la ley. Se trata de vasos comunicantes, puesto que las empresas que deseen concurrir a este procedimiento abierto deberán estar homologadas, un requisito que es obligatorio desde 2006 pero que, hasta el año pasado, solo cumplían tres centros en Canarias: uno en Tenerife (Hospital Parque) y dos en Gran Canaria (Hospiten Clínica Roca San Agustín y Hospital San Roque Maspalomas).
Se da la circunstancia de que esta orden de homologación sí está firmada por el consejero del ramo, José Manuel Baltar, quien, sin embargo, se ha abstenido de participar en el concurso para la prestación de los servicios de hospitalización de media estancia por sus vínculos con la sanidad privada, ya que antes de acceder al cargo ocupaba la dirección de Operaciones de Hospitales San Roque y era vicepresidente de la Alianza de la Sanidad Privada de España, además de secretario de la Asociación de Clínicas Privadas de Las Palmas. Tanto la apertura del expediente como la convocatoria del procedimiento están rubricadas por el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Narvay Quintero.
La orden del 27 de marzo de 2018 se presenta como una modificación de la orden del 28 de noviembre de 2006 para dotar a los servicios “de un mayor nivel de calidad asistencial”. Sin embargo, solo incluye una disposición transitoria que se concreta en una ampliación de plazos “prudencial” para permitir que las clínicas privadas puedan acreditar dos de los requisitos exigidos en la norma de 2006: que el centro dispone de aire acondicionado y cada habitación, de un número máximo de dos camas.
La Consejería de Sanidad justifica que la necesidad de introducir esta modificación fue constatada tanto “de oficio”, derivada “de la experiencia en la gestión del servicio”, como a partir de “las alegaciones planteadas en el procedimiento realizado a los efectos de valorar los requisitos exigidos para la contratación” de este servicio de hospitalización de media estancia. Una afirmación que corrobora que el Gobierno de Canarias ha mantenido en vigor durante la última década contratos con clínicas privadas que no cumplían con las condiciones técnicas exigidas por la propia Consejería de Sanidad.
El documento publicado este jueves en el BOC estipula que a los centros que no acrediten los mencionados requisitos en el plazo de un año se les podrá rescindir el contrato por incumplimiento.
La orden incluye además un anexo que modifica la redacción de algunos apartados de la original, sin alterar de forma sustancial su contenido, y suprime el artículo que obliga a los hospitales privados que aspiren a homologarse a disponer de la licencia municipal de apertura de los centros.
ICOT Ciudad de Telde, un caso paradigmático
El Hospital ICOT Ciudad de Telde constituye un caso paradigmático. Promocionado como “la mayor clínica privada de Canarias”, con 241 camas, la antigua Residencia Médica Asistida Nuestra Señora del Mar de La Garita recibe cada año más de cinco millones de euros al año del SCS sin estar homologada gracias a un concierto firmado en 1983 con el extinto Instituto Nacional de Salud (Insalud).
El edificio se sitúa fuera de ordenación con respecto al planeamiento vigente y su actual propietario, el Grupo ICOT, ha acometido desde 2015 una serie de reformas estructurales en el centro, además de solicitar permisos para la construcción de módulos provisionales de apoyo para un total de 44 plazas, una petición que desestimó el Ayuntamiento de Telde después de emitir informes jurídicos y técnicos desfavorables.
En declaraciones realizadas a Canarias Ahora el año pasado, el gerente de este hospital, José María Cabrera, justificaba que su centro no se había homologado aún porque la sanidad canaria se encontraba en un periodo “de transición”, a la espera de la convocatoria de los nuevos concursos. “No se cambia de un día para otro, llevamos dos años y dentro de poco ya veremos el final, estamos pendientes de acabar cuatro cosillas para estar homologados”, declaraba un año antes de que la Consejería de Sanidad les diese otros doce meses de plazo para poder acreditarse como hospital de media estancia y concurrir al concurso.