Ninguno de los dos partidos del ámbito de obediencia canaria que concurrieron a las recientes elecciones europeas puede tirar voladores por sus resultados. Conjuntamente se les marcharon a otras formaciones o a la abstención casi 130.000 de los electores que tuvieron en 2019. En aquellos comicios, la que hoy es Nueva Canarias-Bloque Canarista concurrió en una plancha denominada Compromiso por Europa, ahora lo hizo con Sumar (que forman entre otros el Movimiento Sumar, Izquierda Unida, Más País, Compromís, Catalunya en Comú o Chunta Aragonesista). En las dos ocasiones, Coalición Canaria integró la lista de CEUS (Compromiso por una Europa Solidaria), liderada por el PNV; esta vez, con Carlos Alonso, expresidente del Cabildo de Tenerife, como número dos. En el otro eje, izquierda/derecha, se produce un claro avance del conservadurismo.
Advertencia (necesaria) previa. CC y NC pierden mucho fuelle cuando se alejan de los comicios locales y autonómicos. En los de mayo de 2023, CC superó el 22% de los sufragios al Parlamento de Canarias y NC el 8%. En las elecciones generales, el 23J, muy pocos meses después, CC reducía sus apoyos al 11,28%, once puntos menos, y NC sacaba poco más de la mitad que en mayo (4,48%). Es algo que se repite sistemáticamente y que debiera hacer reflexionar a ambos partidos sobre una evidente debilidad que dificulta su proyección más allá de las instituciones canarias.
Esto sucede también en las elecciones al Parlamento Europeo. Circunstancia que se atenúa cuando estas coinciden con las locales y autonómicas. Lo que incrementa la participación en las urnas y, también, suele mejorar los datos de las formaciones locales integradas en distintas planchas estatales, como ocurrió en 2019, especialmente en beneficio de CC. En esos comicios europeos, la participación en las Islas superó el 51%, es decir diez puntos más que el pasado domingo. O, si lo prefieren, el 9 de junio votaron en nuestro archipiélago unos 680.000 canarios y canarias, 225.000 menos que los que lo hicieron hace cinco años. Una diferencia, como se puede observar, bastante notable.
Por cierto, el mejor resultado histórico de CC se produjo, antes de la ruptura y la creación de NC, en las europeas de junio de 1999, que coincidieron con las autonómicas y locales. Ese día fue primera fuerza en Canarias (dentro de Coalición Europea), con el 33,78% de los sufragios y el apoyo de 276.186 electores, apenas 30.000 votos menos que los que obtuvo al Parlamento de Canarias. Por detrás se situaron en aquellas europeas PP (33,94%), PSOE (24,92%) e IU (2,94%).
CC, del 20,79% al 10,07%
La principal fuerza del espacio de obediencia canaria, la gobernante CC, pierde 11 puntos porcentuales y reduce sus apoyos en 118.220 papeletas, quedando en 68.152 votos. Es decir, pierde casi dos tercios de sufragios en las urnas, con exactitud el 63,43%. Si en 2019 fue la segunda fuerza más votada, detrás del PSOE, en esta ocasión baja a la cuarta plaza, con PSOE, PP y Vox por delante.
CC-CEUS es uno de los partidos/coaliciones que más retrocedió en el Archipiélago este 9J, solo superado en este negativo ranking por Unidas Podemos, que lo hace sacando solo un 25% de sus votos de la convocatoria anterior, y, sobre todo, Ciudadanos, que apenas retiene al 4%.
Eso sí, le gana en Gran Canaria a NC-Sumar. Lo que no es novedad, ya sucedió en las europeas de 2019. Aunque poco tiene que ver con lo que ocurrió entonces, en que CC-CEUS sacó en la isla 45.398 votos frente a la candidatura de NC-Compromiso por Europa, que logró 32.960, una distancia de casi 12.500 papeletas que la lista en la que figuraba su candidata Lorena López redujo el pasado domingo a 1.592.
CC sufre un retroceso espectacular en la isla de Lanzarote, a pesar de que en su papeleta figuraba el presidente del Cabildo Insular, Oswaldo Betancort, pasando de 13.639 sufragios a 3.425, es decir, una pérdida del 74,9% del apoyo de los anteriores comicios. Y, menor, en Fuerteventura, isla en la que reduce el 66% de los sufragios logrados hace cinco años.
En el conjunto de las islas occidentales, CC consigue unos datos algo mejores, tercera con el 13,80% y 45.933 papeletas; pero a distancia de 2019 cuando obtuvo el 26,35% y más de 118.000 votos. Pierde, por tanto, el 61% de los votos de entonces.
NC, del 4,27% al 4,01%
Tampoco le fueron mucho mejor las cosas a NC-bc en el marco de la coalición Sumar Canarias. Si en 2019 obtenía 38.295 sufragios (el 4,27%), estos se reducen ahora al 4,01% y 27.127 votos. El retroceso es, por tanto, de 0,26 puntos porcentuales y 11.168 papeletas. En definitiva, una pérdida del 29,16% de su electorado anterior. Repite, con otra fórmula, la sexta plaza de 2019.
Retrocede en Gran Canaria, aunque recorta significativamente sus distancias con CC en la isla respecto a 2019. Y eso que el 9J se produjeron bajadas espectaculares en algunos de los municipios donde gobierna: Gáldar (-40 puntos porcentuales, pasando de 6.544 a solo 393 papeletas), Agüimes (-25 p.p., de 4.483 a 750) o Guía (-23 p.p, de 2.303 a 181). Mientras que tuvo una leve subida en Las Palmas de Gran Canaria. Sus mejores resultados se producen en La Aldea (12,6%) y Santa Lucía (7,83%). En Lanzarote pasa del 1,66% al 4,38%. En Fuerteventura consigue el 4,54%, un punto más que en los comicios de 2019.
En las islas orientales, NC Sumar saca el 4,64% (15.943), por delante de Podemos (3,39% y 11.674). En las islas occidentales, la coalición en la que participó NC logra el 3,36% y 11.184, por detrás de Podemos (3,46% y 11.529).); cabe pensar que, en estas últimas, por su presencia, influye algo más en Sumar el voto de personas de IU.
Con relación al resto de formaciones que se reclaman del espacio de obediencia canaria, Drago Canarias no concurrió ni hizo llamamiento alguno en el proceso, mientras que Sí Se Puede animó a votar a las fuerzas de la izquierda transformadora, sin concretar sigla, considerando imprescindible “que el electorado se movilice para dificultar el avance de las derechas, porque están en juego tanto los derechos democráticos como los sociales”. Y otras pequeñas formaciones de carácter soberanista pidieron el voto nulo; con notable éxito: este, en vez de aumentar, se redujo respecto a 2019 en más de 3.800.
Caída de 162.000 votos en las izquierdas
Si en el eje obediencia canaria/estatalismo es bastante claro el retroceso del ámbito del nacionalismo y el canarismo, igual sucede con lo que respecta al espacio de las izquierdas con relación al de las derechas. PSOE, Sumar Canarias y Podemos aglutinaron en los comicios del pasado domingo 256.529 papeletas en las Islas. Frente a las 418.657 alcanzadas en las elecciones europeas de 2019. Es decir, 162.200 sufragios menos. O, dicho de otra forma, una pérdida global del 38,75% de los apoyos que obtuvieron hace cinco años en las urnas. La socialdemocracia pierde casi 81.000 papeletas, las fuerzas ubicadas a su izquierda una cantidad muy parecida.
Las derechas (PP, CC, Vox y el nuevo partido ultra de Alvise, SAF) obtienen más de 390.000 papeletas frente a las 426.013 de 2019. Por tanto, 36.000 votos menos que hace cinco años; pero unos 133.000 más que la suma de las izquierdas. Con el agravante de que la suma de la ultraderecha alcanza en las Islas el 18,31%, casi cuatro puntos más que la media estatal.
En el conjunto del Estado, el espacio PSOE-Sumar-Podemos logró el 38,11% de los votos el pasado 9 de junio. En nuestra Comunidad llegó al 37,93%, un dato muy similar, pero notablemente inferior, en casi diez puntos. al 47,32% de hace cinco años.
Eso sí, Canarias fue, junto a Cataluña y Navarra, de las pocas comunidades autónomas en las que triunfaron los socialistas, que lograron en las Islas el 30,49% de los sufragios; su izquierda, conjuntamente, el 7,44%, prácticamente la mitad del 14,68% que en 2019 aunaron las candidaturas de Unidas Podemos y Nueva Canarias-Compromiso por Europa. Malos tiempos para la lírica
En definitiva, en comparación con los datos que se produjeron en 2019 cabe afirmar que las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio dejan una Canarias más derechizada y con mayor peso en el electorado de las formaciones de carácter estatalista.
Ahora bien, las transposiciones de sus datos a otro tipo de comicios suelen resultar un divertimento con muy escaso sustento, como se comprueba analizando los diferentes resultados que se han dado a lo largo del tiempo en locales, autonómicas, generales o europeas. Cada elección tiene sus propias claves y sus particulares condicionantes.