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Canarias tendrá un senador más tras el aumento de escaños en la Cámara Alta

Los servicios de la Cámara Alta se han puesto manos a la obra y el concurso público para contratar las obras de ampliación del número de asientos ya ha sido publicado por el Boletín Oficial de las Cortes Generales, por un importe máximo de 92.000 euros.

Actualmente hay 259 senadores; en las elecciones generales los ciudadanos eligen 208 y los 51 restantes son designados por los Parlamentos autonómicos, a razón de uno por cada comunidad y otro más por cada millón de habitantes, según determina la Constitución. Hay cinco autonomías en las que el crecimiento de su población puede permitirles elegir un representante más -Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Canarias- pero esto no se sabrá hasta que, una vez disueltas las Cortes, se convoquen las elecciones y se verifique el censo de población de todas ellas.

Dos de estas comunidades están gobernadas por el PP con mayoría absoluta (Madrid y Comunidad Valenciana), dos por el PSOE mediante pactos con otras fuerzas (Cataluña y Baleares) y en la quinta gobierna Coalición Canaria gracias al apoyo del PP (Canarias).

A la espera de sumar dos millones de habitantes

En algunos casos la incorporación de otro senador autonómico depende de que de aquí a la convocatoria electoral suban unos miles de habitantes más -que no de votantes- o de que no los pierdan.

Así pasa en Canarias o en la Comunidad de las Islas Baleares. En la Cámara Alta se sientan ahora dos senadores autonómicos por Canarias, uno de los cuales es por población, al tener más de un millón de habitantes.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de las Islas Canarias era de 1.995.833 personas el 1 de enero de 2006, cifra insuficiente por muy poco para sumar el senador correspondiente al segundo millón de habitantes. Sin embargo, la proyección que el propio INE hace sobre los habitantes que tendrán las Islas el 1 de enero de 2008 es de 2.001.760 personas, es decir, sólo 1.760 más de las necesarias para el segundo senador.

Baleares tiene un único senador autonómico; en 2004, cuando se celebraron las últimas elecciones generales, su población no superaba el millón de habitantes y no podía optar a representante por población en la Cámara Baja. Pero los datos del INE dicen que en enero de 2006 esta comunidad ya contaba con 1.001.062 almas y la proyección para 2008 eleva esta cifra a 1.025.932 personas.

A Cataluña le pasa algo parecido, puesto que cuando se celebraron los últimos comicios tenía, siempre según el INE, 6.813.319 habitantes, de manera que le correspondían el senador que tienen todas las comunidades más seis por población. En 2006 su censo superaba con creces los siete millones (7.134.697), por lo que no debería tener problemas para sumar a sus siete representantes actuales un octavo.

Pero la proyección estadística de 2008 vaticina una bajada a 7.084.900 personas, cifra en cualquier caso aún muy superior a la requerida.

Más complicado en la Comunidad Valenciana

La Comunidad Valenciana es la que más complicado tiene la subida de representantes en el Senado; ahora dispone de cinco senadores autonómicos, cuatro de ellos por población gracias a los 4.543.304 habitantes que tenía en 2004. Aunque el INE dice que en 2006 había subido a 4.806.908, la proyección para 2008 rebaja este dato a 4.777.811 personas, todavía lejos de los cinco millones que precisaría para sumar otro senador.

En cuanto a la Comunidad de Madrid, sus 5.804.829 habitantes de 2004 le permitieron elegir seis senadores; la estadística hace pensar que ya tiene población suficiente para otro, puesto que hace dos años vivían en esta autonomía 6.008.183 madrileños y las previsiones para el año que viene vaticinan que serán 6.116.691.

Un concurso para los nuevos escaños

Con estas cifras delante, la Mesa del Senado aprobó el pasado 11 de septiembre el concurso que permitirá hacer hueco en el hemiciclo a los previsibles nuevos representantes autonómicos en la Cámara. Según fuentes de esta institución, se pretende habilitar, tras la última fila de la zona central del hemiciclo, una serie nueva de 18 escaños, número suficiente para dar cabida a los nuevos parlamentarios, que no serán más de cinco.

A la Diputación Permanente de la Cámara le corresponde, una vez publicado el decreto de convocatoria de elecciones y vistas las estadísticas de población, determinar cuántos corresponderán a cada autonomía.