El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria recuperará, “por las buenas o por las malas”, el control del ciclo integral del agua de la ciudad, que gestiona desde 1992 la empresa mixta Emalsa en virtud de una concesión de 50 años, según ha anunciado hoy su alcalde, Juan José Cardona (PP).
El alcalde se ha pronunciado en estos términos tras dar cuenta al pleno del Consistorio de un informe técnico sobre la “adecuación de la política hidráulica municipal a un entorno de restricción presupuestaria y a un modelo de desarrollo de la relación contractual entre Emalsa y el Ayuntamiento”, estudio que ha concluido que el actual modelo está “obsoleto”.
En rueda de prensa, el alcalde se ha referido al requerimiento que hizo ayer el Ayuntamiento a Emalsa para que, en veinte días, aporte información sobre la situación del servicio que gestiona, una documentación sin la que el Consistorio no podrá determinar las posibles irregularidades cometidas por la compañía en relación a sus subcontrataciones de servicios y a las deficiencias que pueda haber en la red de saneamiento de la ciudad.
Si en ese plazo Emalsa no aporta la documentación solicitada, el Ayuntamiento, que posee la potestad de fiscalizar el servicio, acometerá “una intervención municipal de la compañía” y nombrará, a tal efecto, a una comisión de técnicos con el fin de obtener la información que necesita para evaluar el estado del ciclo integral del agua de la ciudad.
Cardona ha considerado que no se debe llegar a esa intervención municipal de Emalsa, si bien ha subrayado que se llevará a cabo si es necesario, al tiempo que ha anunciado que si, en este escenario, se detectara que el servicio que gestiona la empresa mixta “está en peligro”, el Ayuntamiento se vería abocado a rescatar la concesión administrativa y recuperar el control público del ciclo integral del agua de la ciudad por esta vía.
Paralelamente, el alcalde ha aludido a la auditoría encargada en diciembre por el consejo de administración de Emalsa, cuyos resultados conocerán los socios la próxima semana, y ha precisado que su objetivo principal es conocer las irregularidades que se han podido suscitar en el ámbito mercantil, tal y como apuntaba una denuncia interpuesta entre los socios privados.
Cardona ha afirmado que el Ayuntamiento no tiene por qué tener necesariamente el 51 % de las acciones de Emalsa para ejercer un control efectivo sobre el ciclo integral del agua de la ciudad (ahora posee el 34 %), si bien ha admitido que la “perversidad” del actual modelo ha hecho que el Consistorio “haya ido vaciando su instrumento controlador”, es decir, su departamento de Aguas, en una tendencia que ahora “se pretende corregir”.
Así, el alcalde ha informado de que para cumplir el mandato del informe técnico sobre el servicio encargado por el Ayuntamiento, que recomienda su reforzamiento, se necesitará la “ayuda de una consultoría”, lo que, a su juicio, “será un ahorro en términos absolutos” porque permitirá tener un control público absoluto que en la actualidad no se ejerce.
Tras la intervención del alcalde en el pleno, el portavoz del grupo mixto, Pedro Quevedo (NC), se ha preguntado qué ha estado haciendo el Ayuntamiento en los últimos 20 años en torno a este asunto, ha reclamado un pleno monográfico sobre Emalsa y ha denunciado la “vampirización de la parte privada” de la compañía (Saur y Sacyr) “hacia la pública”.
Para Quevedo, si la auditoría realizada a la empresa mixta demuestra que la gestión de los socios privados ha lesionado el interés general “cabe rescatar la concesión sin coste alguno” para las arcas municipales.
En opinión de Bernarda Barios, de Compromiso por Gran Canaria, a Emalsa “se le ha ido el agua de las manos” porque “los socios privados han saqueado la empresa”, al tiempo que ha pedido “que se compruebe que el Ayuntamiento, con un 34 % de las acciones, percibía” el mismo porcentaje de los beneficios.
Por su parte, la portavoz del PSC-PSOE, Isabel Mena, ha exigido conocer las conclusiones de la auditoría realizada a Emalsa porque, a su juicio, sin esa información no se puede saber qué ha pasado en la compañía en los últimos años y, en consecuencia, tomar decisiones que permitan corregir errores.
Mena ha brindado a Cardona la colaboración de los socialistas “en todo lo que sea empoderar el interés público del Ayuntamiento en Emalsa”.
La portavoz del PSC ha abogado por que el Ayuntamiento posea el 51% de las acciones de Emalsa porque eso le permitiría tener un “control absoluto sobre el ciclo integral del agua” de la ciudad, si bien ha subrayado que el informe del que ha dado cuenta hoy el alcalde no precisa si existe ficha financiera para acometer esa operación.
Tanto Mena como Cardona se han reprochado que sus respectivos partidos, en legislaturas anteriores, hayan explorado la posibilidad de vender la práctica totalidad de las acciones del Ayuntamiento en Emalsa, una posibilidad que el alcalde ha dicho hoy que puede compartir, desde su creencia de que “el control sobre el agua no se tiene tanto desde el consejo de administración” de la empresa mixta, como desde el Consistorio