Los caseríos de Aripe y Chirche, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora, forman parte del catálogo del Patrimonio Histórico de Canarias tras su aprobación, por parte del Consejo del Gobierno, del decreto que los declara Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto histórico.
La declaración contempla una clara delimitación de protección, al tratarse de un conjunto de inmuebles de notable fragilidad y muy sensibles a las afecciones urbanísticas (en forma de nuevas construcciones) que sufren en la actualidad los caseríos, así como a las modificaciones entendidas como “restauraciones” que experimentan algunos de los inmuebles.
Queda, por lo tanto, protegido el núcleo principal de ambos caseríos, especialmente los sectores que acogen un mayor número de inmuebles de carácter tradicional y que conserva la trama urbanística original, caracterizada por una red de antiguos caminos agrícolas que fueron naciendo al amparo de las necesidades de la vida cotidiana.
Asimismo, la delimitación incluye parte del entorno rural periférico, el inmediato a ambos caseríos y singularizado por el sistema de bancales que articula el terreno. En este espacio abundan las infraestructuras agrícolas tradicionales, como eras, hornos y pasiles. Dichos límites acogen un conjunto de inmuebles de gran valor histórico, etnográfico y arquitectónico, que constituyen los vestigios de los caseríos tradicionales de Chirche y Aripe.
La antigüedad de algunos edificios y, en general, del asentamiento, se remonta a varios siglos, pudiéndose aún apreciar los rasgos esenciales de las formas de vida rural y campesina y de los procesos de evolución cultural de la comunidad asentada en este lugar desde su fundación.
Se protege con esta delimitación un ámbito representativo de los sistemas agrarios tradicionales de las medianías altas del sur, plasmado en la red de bancales, nateros y canteros, junto con las ya citadas infraestructuras tradicionales.