El Pacto entre Coalición Canaria (CC) y el Partido Socialista Canario-PSOE continúa roto, aunque más recompuesto que hace una semana, entre otras cuestiones porque los nacionalistas ya asumen públicamente que sus concejales en Arico, Granadilla y Puerto de la Cruz acatan el contenido del documento antes de que acabe noviembre o, de lo contrario, dejarán de pertenecer a la formación política.
Así lo ha asegurado el secretario de Organización de CC, José Miguel Ruano, que aunque no ha querido “plantearme el incumplimiento como cuestión previa” sí que ha sido taxativo: “los afiliados de CC deben cumplir las directrices de su partido y, si no, se pueden apuntar en la agrupación local de cualquier asunto y presentarse con esas siglas y con la financiación de esas siglas”.
“Si se han presentado con la financiación de CC, que tiene una estructura de toda Canarias y estructuras en todas las islas, deben cumplir las directrices del partido”, ha remachado.
Y a explicar eso se ha puesto manos a la obra el vicesecretario de Coordinación Municipal de CC y alcalde de La Orotava, Francisco Linares, que está contactando con todos los responsables de “los municipios afectados”, ya que Ruano considera que todos ellos “van a cumplir” y la alcaldesa de Arico, Elena Fumero, dimitirá; se presentará una moción de censura en Puerto de la Cruz para descabalgar al alcalde conservador Lope Afonso y en Granadilla se posibilitará que, un mes después de la censura contra el socialista Jaime González Cejas, vuelva a gobernar la lista más votada, es decir, el PSOE.
Desde Clavijo al último militante
“Los partidos políticos deben intentar que sus problemas internos sean internos y que al final la proyección de las políticas públicas a las que estamos comprometidos sean percibidas por la gente como favorecedoras del desarrollo económico y social de Canarias. Y quienes están en un partido político, deben conocer que están sometidos a esos objetivos, tanto desde el más alto nivel, en nuestro caso el presidente Fernando Clavijo, como el militante del municipio más pequeño de Canarias”, ha insistido Ruano.
Y es que aunque la moción de censura en Granadilla de Abona “detona” una situación de crisis larvada, Ruano ha querido trasladar a la opinión pública que la cuestión no debe reducirse a un mero 'intercambio de sillas', pese a que ha reconocido que han sido los problemas locales los que han agravado la relación entre CC y el PSOE “porque a veces no se entiende en esos niveles locales, donde hay enemistades o malas relaciones entre personas concretas, que se tengan que cumplir directrices de ámbito global”.
“Lo importante es dirigirse ahora con la esperanza de que las cosas se solucionen como hemos pactado”, ha insistido Ruano tras recordar que el la dirección regional de CC suscribirá sin problemas la adenda, que ya ha sido asumida por CC de Tenerife, porque es un “acuerdo satisfactorio”.
El PSOE no descarta nada
En los mismos términos, y con las cautelas propias de una situación que se mantiene durante 16 meses, el presidente de la gestora del PSOE de tenerife y miembro de la Mesa del Pacto, Héctor Gómez, ha asegurado que “si no se alcanzan los objetivos” del documento pactado (que debe ser ratificado el sábado por el Comité regional) el sábado, “estaríamos hablando de un escenario diferente y a partir de ahí tendríamos que analizar la isla en su conjunto y determinadas realidades locales”.
“Nosotros planteamos garantizar gobiernos estables”, insistió Gómez, que ha recordado que “la voluntad del PSOE es que se cumpla lo pactado en ese documento”.
El dirigente tinerfeño no supo aclarar si el Pacto que hace un mes consideró roto la Ejecutiva regional esté ahora recompuesto, pero sí ha insistido en que “ahora estamos renegociando, y si no se cumplen los nuevos objetivos tendrán que ser los órganos de socialistas quienes decidan definitivamente qué orientación tiene este pacto”.
“No descartamos nada, pero entiendo que si dos formaciones políticas firman un documento, el objetivo y la voluntad es cumplirlo”, concluyó.
Matos no se fía de ATI
Una cautela compartida por el diputado Gustavo Matos (el único dirigente del PSOE que se abstuvo en la Ejecutiva celebrada el miércoles), para quien “tal y como ha transcurrido la legislatura, no hay la más mínima garantía de que ATI cumpla con lo firmado”, ya que “ya había un acuerdo” suscrito en junio de 2015 “que ha sido sistemáticamente incumplido”.
Así ha justificado en su página de una red social su abstención al acuerdo ratificado por el resto de la dirección socialista, pues aunque “ojalá me equivoque, los hechos hasta ahora me dicen que no lo harán”.