La reciente cumbre entre España y Marruecos sigue trayendo cola. El senador y candidato de Coalición Canaria a la presidencia del Gobierno regional, Fernando Clavijo, ha anunciado que pedirá la comparecencia de Pedro Sánchez en el Senado para que informe de los acuerdos referidos al nuevo estatus del Sáhara Occidental y sobre los asuntos que pudieran repercutir sobre el Archipiélago, particularmente la delimitación de las aguas territoriales españolas en la zona. Le ha respondido otro senador por la Comunidad Autónoma, el socialista Santiago Pérez, quien le ha reprochado que “un día pida el cierre del Senado” y otras lo utilice “para aforarse [Clavijo está investigado en el Supremo por el caso Reparos] o para descalificar y lanzar juicios de valor” sobre el contencioso con Marruecos a cuenta del Sáhara.
Clavijo ha asegurado estos días que “lo único que hemos visto hasta ahora es el arrodillamiento del Gobierno de España ante las expectativas del Rey de Marruecos, que ha servido para vender al pueblo saharaui cambiando la política internacional de España e iniciando un conflicto innecesario con Argelia”.
Santiago Pérez ha dicho que, con esa petición, Clavijo evidencia que es “un personaje que cada vez más tienta a la risa por su infantilismo, su demagogia y su falta de consistencia”. Aun reconociendo que está en su derecho de pedir la comparecencia del Gobierno en la Cámara Alta, el socialista le ha recriminado que lo haya hecho “con un montón de descalificaciones y juicios de valor”, porque eso es tratar “con absoluta falta de respeto a la inteligencia de los canarios”.
El senador socialista ha recordado que cuando Clavijo era presidente de Canarias, en vísperas de las elecciones de 2019 se fue a Marruecos a “adoptar la pose de estadista” y cuando volvió dijo en el Parlamento que había que ser “prudentes” al hablar de las relaciones con el Reino alauí. En este sentido, ha censurado que entonces Fernando Clavijo dijera que la prudencia era una “virtud” y ahora, cuando la adopta el Gobierno de España, diga que eso es “oscurantismo y opacidad”.
Pérez ha reprochado también al senador nacionalista que haya alertado de la “peligrosa deriva” del PSOE al señalar que “no se puede decir que este Gobierno tenga un rumbo conocido” en la relación con Marruecos. A este respecto, Santiago Pérez asevera que quien sí tiene “rumbo conocido y cada vez más pegado a la derecha, muy radicalizada en los tiempos que corren, es el propio Clavijo y lo que él representa de Coalición Canaria”.
Sobre las críticas de Clavijo al “inexplicable giro” dado por el presidente Sánchez en asuntos como el Sáhara Occidental, Santiago Pérez recordó que este contencioso, por decisión de Naciones Unidas, “se tiene que enfocar por la vía del consenso y del diálogo porque fue el Consejo de Seguridad de la ONU quien optó por esta vía y no por el denominado principio de acción, es decir, la imposición de una solución a las partes en conflicto”.
Pérez incidió en que el método del consenso “sólo tiene dos jueces: Marruecos y el Frente Polisario, como representante legítimo del pueblo saharaui”. De ahí que se pregunte por qué Clavijo habla ahora de “traición al Sáhara” y “cuando iba a hablar con las autoridades marroquíes de la conveniente mejora de la conectividad de Canarias vía aérea y marítima con el puerto de Tarfaya, no se sentaba al mismo tiempo con las autoridades del Frente Polisario”.
Según el senador socialista, “es evidente que el Gobierno de España está desplegando toda una ofensiva diplomática en el terreno de la cooperación al desarrollo y la defensa de los derechos fundamentales en esta región del continente africano que se está traduciendo en una reducción palpable de los flujos incontrolados de emigrantes”.
Por ello, ha lamentado que Fernando Clavijo trate de desvincular “la evidencia de estos resultados con la recuperación de las buenas relaciones con Marruecos” y “se agarre” a una fuente de las organizaciones no gubernamentales para decir que esa mejora de los datos de la migración por la ruta atlántica “no tiene nada que ver con la acción del Gobierno”. “Si las declaraciones de Clavijo no fueran sobre asuntos muy serios, sería para tomárselas a broma”, concluyó Pérez.