El comité de huelga de Emalsa ha negado este martes, en un comunicado que recoge Europa Press, los “sabotajes” a la red de abasto de agua de Las Palmas de Gran Canaria de los que se le acusa.
Al respecto, muestran su “absoluto rechazo” ante las “falsas imputaciones” desde la dirección de la empresa, matizan, en cuanto a los presuntos “actos vandálicos” que dicen que sufre parte de la red de abastecimiento de agua de la capital grancanaria o en las instalaciones accesorias a dicha red.
“No podemos apuntar que esa inoperatividad no sea causada por la incapacidad de los gestores de Emalsa, ya que pensar lo contrario induciría a pensar que se trata de una actuación deliberada, dirigida a presionar a los ayuntamientos de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida para que acepten unas subidas de tarifa del agua basada en necesidades de renovación en las redes de transporte y distribución de aguas de ambas ciudades”, subrayan.
Asimismo, en relación a las averías en la red de distribución y transporte de agua puntualizan que ocurren “a diario”, de ahí que Emalsa disponga de personal dedicado a vigilancia y mantenimiento de las redes.
Sin embargo, reconoce que en la situación actual de huelga indefinida y secundada por casi el 98% de la plantilla, los servicios citados “no pueden ser prestados con normalidad y las averías e incidencias que suceden a diario no pueden ser solventadas con la diligencia de un día normal”.
Por otro lado, se refirieron a la avería producida este lunes en la red de transporte de aguas residuales, así como en la Estación de Bombeo del Teatro Pérez Galdós, ya que aseguran que pudo afectar “gravemente a la integridad física” de un trabajador de Emalsa en servicios mínimos, al producirse una inundación de aguas fecales en la citada estación de bombeo de hasta dos metros de altura, mientras que dicha estación está a unos cinco metros bajo la vía pública.
Añaden que la inundación se produjo por la rotura de la tubería de impulsión a la Estación Depuradora de Aguas Residuales de Barranco Seco, tubería que afirman se encuentra en estado de “deterioro” y de lo que ya se había avisado a la empresa.
Finalmente, el comunicado concluye con que el “único sabotaje” del que se tiene constancia “es el de vertidos de aguas residuales y fangos que ha decidido realizar la inoperativa y temeraria dirección de Emalsa a través del emisario submarino” y que consideran debería investigar la Fiscalía de Delitos Medioambientales y el Seprona.