LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 10 (EUROPA PRESS)
Los controladores aéreos canarios han agradecido hoy la sensatez de los controladores militares “en un debate público auspiciado por el Ministerio de Fomento” a la vez que reprocharon al Estado sus “ganas de seguir engañando” a la opinión pública de España, según informó el colectivo en nota de prensa.
Así respondieron los operarios a las palabras de los militares asegurando que las Fuerzas Armadas no cuentan con los recursos suficientes, ni personales, ni organizativos para llevar a cabo un plan de contingencia recogido en el decreto-ley de Fomento del pasado viernes.
Para los controladores, “ya ha llegado el momento de empezar a actuar con cordura en un asunto que, en el caso de Canarias, es vital para su economía, dada su vinculación al turismo, por lo que el Ministerio debe dejar ya su campaña de descrédito hacia este sector, y renunciar al argumento diseñado por sus asesores de que los controladores canarios han estado en huelga en los diferentes aeropuertos españoles”.
“El Ministerio no debe hablar más de huelga, porque, sencillamente, sabe que nunca la hubo, y máxime cuando a estas alturas de la situación todo el mundo conoce que los retrasos de las pasadas navidades se debieron a una mala planificación de AENA, al nombrar menos turnos de los necesarios, con el fin de conseguir un caos aeroportuario del que, de manera premeditada, harían responsable después a los controladores”, recordaron los operarios que acusaron al Estado de “caldear a la opinión pública y justificar posteriormente un decretazo, hace meses redactado, que fue oportunamente anunciado el pasado viernes, como si de un guión televisivo se tratase”.
Por tanto, los controladores consideraron que “ha llegado el momento de volver a la senda de la negociación, y el Ministerio debería estar interesado en quitar de la memoria más reciente de España un decretazo que vulnera derechos fundamentales y que, por ilegal, empieza a molestar a los sectores más democráticos de este país, afortunadamente para todos aquellos que siguen pensando que el fin no justifica nunca los medios. Y menos cuando los medios vulneran conscientemente el derecho de los trabajadores, en un escenario políticamente calificado de excepcional, sin fundamento alguno que lo justifique”.