SANTA CRUZ DE TENERIFE, 22 (EUROPA PRESS)
Este viernes se clausura en Los Realejos (Tenerife) el Año Jubilar declarado por Su Santidad Benedicto XVI, para conmemorar los 400 años de la renovación del Voto de gratitud, por la intersección de San Vicente Mártir y su protección durante la grave epidemia de la llamada “peste de Landres”, que asoló la comarca en 1609.
La emisora 'Cope Tenerife' retransmitirá desde el municipio norteño la Eucaristía, que se celebrará en la plaza de San Vicente a las 12.00 horas, presidida por el obispo, Bernardo Álvarez, así como varios programas de difusión nacional, según informó el Obispado.
Asimismo, el director de los contenidos socio-religiosos de la cadena Cope, Manuel María Bru y su equipo, emitirán el sábado, desde los estudios de la emisora en la isla una nueva edición nacional del “Espejo”.
Un día más tarde, el domingo, se podrá escuchar, también en toda España, la eucaristía de las 8.00 de la mañana, desde la ermita de San Vicente.
Durante este año, alrededor de 14.000 peregrinos han acudido a la ermita de San Vicente para lucrarse con la Indulgencia Plenaria. La mayor parte de los visitantes han sido miembros de las parroquias de la Diócesis Nivariense y Canariense, así como organizaciones vinculadas a movimientos diocesanos tanto de las Islas como de la Península. En menor escala, también han peregrinado al municipio norteño niños pertenecientes a colegios de la localidad.
A lo largo de este Año Jubilar, muchas han sido las iniciativas para divulgar la historia de “El Voto” por parte de la Comisión creada al efecto. Conciertos, obras de teatro y hasta un cómic en el que se recoge, de forma didáctica, la vida y obra de San Vicente mártir y su relación con el pueblo realejero, han servido para tal fin.
La historia de Los Realejos, y del barrio de San Vicente, en particular, siempre ha estado marcada por “El Voto”, solemne promesa de agradecimiento de los habitantes del municipio a San Vicente Mártir por haberles librado de la temible “peste de Landres”, que a comienzos del siglo XVII amenazaba Canarias.
Esta epidemia aparece clínicamente definida en 1572, afectando a La Laguna, cuyo origen se debe a unos tapices levantinos destinados a engalanar los balcones y ventanas durante las fiestas del Corpus Christi. Después de las medidas tomadas por las autoridades sanitarias, la epidemia comienza a remitir hacia 1583.
Sin embargo, el brote de 1601 en el puerto de Garachico fue el que ocasionó un mayor número de muertes al extenderse hasta Los Realejos. Los vecinos, ante el irrefrenable desastre, salieron en rogativa para que San Vicente intercediera ante Dios y les librase de aquella mortal enfermedad. El “milagro” se produjo en 1609 y, durante 400 años, cada 22 de enero, día de San Vicente, se viene celebrando la fiesta litúrgica del glorioso mártir y venerando la santa reliquia del mismo. En esta ocasión, la celebración ha revestido especial solemnidad.