Los diputados canarios tendrán la obligación de declarar ante notario o ante la Cámara sus bienes y de actualizarlos veinte días antes del fin de la legislatura, según las novedades del reglamento del Parlamento, aprobado este miércoles por unanimidad en el pleno.
Tras once meses de trabajo de la ponencia designada para reformar el reglamento, el Parlamento regional contará a partir de septiembre con el nuevo reglamento, “que modifica profundamente el anterior”, según el diputado Socialista Julio Cruz.
“Queríamos que el Parlamento funcionase con más claridad y agilidad, por eso hemos consensuado un reglamento que funcionará como un instrumento más cercano y más transparente para el ciudadano”, agregó.
Julio Cruz destacó que el nuevo reglamento analizará más las incompatibilidades de los diputados, “se imponen requisitos para la toma de posesión de los diputados y se clarifican y equilibran los tiempos de intervención del Gobierno y de los grupos parlamentarios”.
“Un reglamento no puede ser demasiado rígido ni demasiado abierto, por eso hemos dejado al criterio de la Mesa poder ser flexible con algunas decisiones”, subrayó.
El único mes sin trabajo será agosto
El nuevo reglamento establece además que el periodo de sesiones se inicia el 1 de septiembre y durará hasta el 31 de diciembre, y volverá a iniciarse el 1 de febrero para concluir el 30 de mayo, pero la Mesa y la Junta de Portavoces pueden habilitar junio y julio para sacar los trabajos pendientes.
“El único mes que no se trabaja es agosto, el resto de los meses, como cualquier ciudadano, los diputados tendrán que trabajar”, subrayó Julio Cruz.
María del Mar Arevalo Araya, diputada del PP, dijo que es preciso que las normas del nuevo reglamento sean claras, ajustadas a la realidad social del momento, pero deben ser rigurosas con los que no estén dispuestos a acatarlas.
“El objetivo de modificar el reglamento era conseguir que las normas fueran más sencillas, y con las modificaciones ahora sabremos cómo desarrollar mejor nuestro trabajo”, agregó.
La diputada Popular destacó de la reforma del reglamento el hecho de que ahora se pueda formar grupo parlamentario con cuatro diputados y no con cinco como hasta ahora, además de la necesidad de tener mayoría absoluta para expulsar a un diputado.
“Esta es la mejor reforma del reglamento que hemos llegado entre todos, pero un buen reglamento no garantiza que nuestro trabajo sea de calidad, ahora son los diputados los que debemos responder a las expectativas de los ciudadanos”, subrayó.
Marisa Zamora, diputada de CC, dijo que se había trabajado once meses para sacar un reglamento “más ágil, más próximo al ciudadano y que cubriera las lagunas que había en el anterior”.
Resaltó el gran esfuerzo realizado por la ponencia y agradeció la labor del letrado de la Cámara José Ignacio Navarro, “fundamental por su asesoramiento”.
Entre las principales reformas, Marisa Zamora destacó el reforzamiento de la posición individual del diputado; se regula la posibilidad de explicar el voto discrepante, se publicará la asistencia de sus señorías a la Cámara y se moderniza la Cámara con el uso de las nuevas tecnologías, “para consumir menos papel”.