Al final no pudo ser y el Gobierno no suscribirá con el principal partido de la oposición el Pacto por Canarias. ¿Culpable? Los conservadores lo tienen claro: “Quien ha tirado por la borda estos acuerdos ha sido el presidente Paulino Rivero”.
Así lo han asegurado en rueda de prensa tanto el secretario general de los conservadores, Asier Antona, como la portavoz parlamentaria, Australia Navarro, un día después de haber recibido una llamada del presidente en la que “dijo que era incapaz de salvar el escollo ni liderar la consecución de un buen acuerdo para Canarias y los canarios”.
“El Gobierno, y Paulino Rivero al frente, han llevado al fracaso el diálogo y el consenso”, dijo Antona, que fue apostillado por Navarro: “denunciamos que la ruptura del acuerdo cerrado en febrero por parte del presidente se debe a su debilidad extrema en CC y su ejercicio de equilibrismo para mantener el poder”.
Navarro, que coordinó los trabajos de las mesas negociadoras que “cerraron un acuerdo el pasado 28 de febrero”, ha insistido en que Rivero “es rehén de su debilidad y los canarios somos sus víctimas”.
Y el número dos del PP canario también lo tiene claro al afirmar que la no consecución de Pacto en los términos consensuados hace dos semanas “es atribuible única y exclusivamente al Gobierno de Canarias y a la crisis interna y el lío monumental que tienen CC y PSC”.
Miedo al consenso
Según Antona, tanto Rivero como los nacionalistas “se asustaron por el volumen de acuerdo que ambas partes habíamos alcanzado” el 28 de febrero, y la razón de ese “miedo al consenso” es debida a que “habían pensado más en su partido que en los ciudadanos”.
“Paulino Rivero ha puesto a CC por encima de Canarias y ha preferido dinamitar un acuerdo positivo para los canarios que lo debilitaba”, ha insistido Antona.
Al respecto, Navarro aseguró que “en términos de partido no ganábamos nada y corríamos el riesgo de presentar debilidad, y lo curioso es que quien se asustó fue el Gobierno de Canarias”.
Y por lo que respecta a los socialistas, cuyos dirigentes “han intoxicado, puesto palos en las ruedas y piedras en el camino” desde el pasado 28 de febrero para que el Pacto por Canarias no fuera rubricado, Antona cree que “temían que el acuerdo hiciera peligrar su continuidad” en el Ejecutivo regional.
Y es que, para ambos dirigentes, el impuesto sobre el petróleo “se ha esgrimido como excusa”, porque en ninguna parte del texto se hace referencia expresa a los hidrocarburos. Es más, según el PP, ese polémico párrafo del punto siete de la mesa de trabajo sobre el REF (que dirigía Javier González Ortiz) también aparece como la segunda acción prioritaria de la mesa de trabajo de Empleo (presidida por Francisca Luengo), lo que a su juicio demuestra laincoherencia de los argumentos usados por el Ejecutivo para no firmar el Pacto.
Eso y, además, que “no ha habido comunicación” entre los distintos consejeros del Gobierno que negociaron “y cerraron” los acuerdos alcanzados hace dos semanas.
Órdago parlamentario
Por ello, y para demostrar que la “incoherencia” viene de las filas gubernamentales y que el PP no ha roto el diálogo, los conservadores anuncian que hacen suyos “los tres documentos” y que asumen “su defensa política y parlamentaria”, siendo el primer paso el debate sobre la nacionalidad que se celebrará el 26 y 26 de marzo en la Cámara regional.
De esta manera, el PP lanza un órdago político a los socios del Ejecutivo regional al convertir los 24 folios del acuerdo en las propuestas de resolución que los conservadores presentarán para que las apruebe el Parlamento en el debate de política general.
“Si es cierto que está pactado el 99,99% del acuerdo, esperemos que igual porcentaje de las iniciativas que presentemos sean apoyadas por CC y PSC”, concluyó Antona.