Domínguez, su cuñado y la 'falta de ignorancia'

Juan Domínguez tenía este viernes el propósito de defender en el pleno del Cabildo de Gran Canaria la noble iniciativa de promover el uso de la piedra natural autóctona en las obras públicas de la isla, pero no pudo hacerlo. El vicepresidente y consejero de Empleo, Industria, Comercio y Artesanía había presentado una moción que figuraba como uno de los últimos puntos del orden del día, pero la extensa ronda de ruegos y preguntas demoró la sesión plenaria y no dejó tiempo para el debate que había planteado el exmilitante del CCN.

Lo que sí tuvo tiempo de defender Domínguez fue la polémica adjudicación a su cuñado del servicio de mantenimiento informático de la Fedac, fundación que preside. Fernando Bañolas, consejero de CC, llevó al pleno los dos informes internos del Cabildo ?uno de Intervención y otro de los servicios jurídicos- que ratifican que el vicepresidente debió abstenerse en el procedimiento de contratación, aunque le eximen de responsabilidades al considerar que “su falta se produjo por ignorancia jurídica en la materia y por falta de asesoramiento al respecto por parte de la directora gerente y, en su caso, por el personal de la Fedac”.

En su réplica a Bañolas, Domínguez calificó las acusaciones de enchufismo de “insidias” y minimizó el contenido de los informes asegurando que sólo cometió un “error formal involuntario” que fue subsanado con su inhibición en el debate y la votación durante la Junta Rectora de la Fedac que volvió a contratar a su pariente hasta final de año, pero que no convalidó el contrato firmado por Domínguez el pasado 2 de febrero por un importe anual de 17.640 euros ni las cuatro facturas anteriores de 1.400 euros.

''No tenía conocimiento, no sabía que si existía un grado de parentesco no podía firmar una autorización de gasto ni que una autorización de gasto era ya una concesión de contrato. Estoy aprendiendo y tengo que seguir aprendiendo“, argumentó Domínguez, que defiende que los contratos se han suscrito respetando la legalidad, ”cogiendo la oferta más económica y resolviendo los problemas informáticos con solvencia“.

El vicepresidente lamentó además el “tremendo daño” que, a su juicio, se le está infligiendo a su cuñado, ''un profesional con más de 30 años de experiencia“.

La respuesta de Domínguez provocó la indignación de los portavoces de la oposición nacionalista, que rechazaron la justificación del vicepresidente sobre su ignorancia en temas jurídicos y administrativos. “No se puede ser tan caradura, usted representa lo peor de la política, es un tránsfuga, utiliza el cargo para el nepotismo y encima se hace la víctima, el perseguido. Su comportamiento es indigno y todavía pretende que la Junta Rectora convalide un acto ilegal, irregular”, le espetó Carmelo Ramírez, de Nueva Canarias

Bañolas, por su parte, tiró de ironía. “No sé si Domínguez sabía o no sabía que tenía que abstenerse en la contratación o si sabía o no sabía que el señor Cáceres era su cuñado. ¿Es que firma usted con los ojos cerrados”, cuestionó.

El presidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, intentó zanjar el debate diciendo que se había demostrado que la contratación no fue irregular y que el voto de Domínguez no fue decisivo para adjudicar el contrato a su cuñado.

Bravo: no más consenso

El salón de plenos de la Casa Palacio también fue testigo este viernes de un encendido debate entre Bravo de Laguna y Román Rodríguez a propósito del acto convocado por el presidente del Cabildo el pasado 14 de junio en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para mostrar el rechazo isleño a la Ley de Renovación y Modernización Turística que ha impulsado el Gobierno de Canarias.

Bravo de Laguna reprochó a NC, CC y a los sindicatos UGT y CCOO su ausencia en el acto de protesta y recordó que en las reuniones que habían mantenido con anterioridad se habían comprometido a asistir. ''Incluso llamé a Soria para que no fuera, porque me plantearon que si iba y hablaba, eran ustedes los que no iban“, apuntó Bravo, quien aseguró que estaba previsto que intervinieran dos representantes del PP y otros tres en nombre de NC, CC y Compromiso por Gran Canaria.

Román Rodríguez, por su parte, explicó que el lunes anterior a la convocatoria se citó con Bravo en el despacho del presidente y le trasladó la posibilidad de retrasar el acto para garantizar una representación amplia, a lo que éste se negó. “El llamamiento fue precipitado, en política no se puede utilizar lo subjetivo lo emocional. La reunión erró en lo fundamental, tiene que hacerse sin personalismos, sin caudillismos”, aseveró el portavoz nacionalista, que tendió la mano al PP para volver a encontrar “espacios para el consenso”.

“Las iniciativas del grupo de Gobierno van a ser comentadas, pero no vamos a buscar estrictamente el consenso, el consenso se ha roto. Como decía Les Luthiers, si un amigo te clava un puñal por la espalda, desconfía de su amistad”, respondió Bravo de Laguna