''A mí me duele Canarias, Paulino''

Fue rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, esa institución académica que los insularistas tinerfeños intentaron hundir antes de que abriera sus puertas, nació en Gran Canaria y en el pleno del cabildo votó una moción donde el PSOE y Nueva Canarias proponían al gobierno de Paulino Rivero que retirara su apoyo a el periódico El Día. Con esos tres datos en el currículum no hacía falta apellidarse Lobo para provocar el pánico entre los corderitos de la vieja ATI. Y si en Coalición Canaria en Tenerife provocas rechazo, no puedes llegar a presidir esta especie de partido político por mucho “renovar y crecer” que pongan en el lema del congreso. Por eso este domingo en el Auditorio Alfredo Kraus todo el mundo sabía a las 12 del mediodía que Torres Stinga no iba a repetir como presidente de Coalición Canaria pero nadie estaba seguro de que su sucesor iba a ser Manuel Lobo.

¿Dónde está Gran Canaria? ¿Dónde está Tenerife? ¿Dónde está Lanzarote? Eran las preguntas que hacían los compromisarios que buscaban las salas donde se reunía cada delegación insular. Ya lo dijo Secundino Delgado: “Si el sol que primero vi fue el de mi Patria Nivaria”, así que cada uno con su isla como patria se reunía en salas diferentes antes de votar a la nueva dirección. Los grancanarios entraron en la sala pensado que Manolo Lobo tenía la partida ganada, los tinerfeños comenzaban su reunión con el objetivo de que Lobo la perdiera, los palmeros, como siempre, jugando a marcar las cartas de todos, los conejeros parecía que entraban en un tanatorio, José Antonio de la Nuez hablaba sobre la tarima y movía las manos para levantar los ánimos mientras Torres Stinga escuchaba en una esquinita, los gomeros estaban divididos (en una isla del PSOE hay menos que repartir) y los herreños se sentían valientes por su rebeldía del sábado. Cada isla hablaba en una sala separada, aunque la cobertura de los móviles permitía enviar mensajes para posibles alianzas.

Y llegó la pipa de la paz. Claudina Morales, ex alcaldesa de La Oliva, volvió a surgir de las cenizas del incendio que tinerfeños y conejeros habían provocado al inicio del congreso, cuando pensaban que para un bautizo feliz el mejor padrino es Paulino Rivero. El informe de gestión presentado por José Torres Stinga recibió más votos en contra y abstenciones que votos a favor. Se censuraba la gestión de Torres Stinga pero también la de Paulino Rivero, que ocupó la presidencia del partido antes que Stinga. Hasta el representante de Tenerife, González Ortiz, demostró que esta gente está pensando en sexo cuando hablan de amor (“vamos a follar el informe de gestión”, dijo González Ortiz).

A las 13.15 comienzan a abrirse las puertas de las salas de reuniones. Seis de las siete islas aceptan la tercera vía. Claudina Morales es la elegida para “renovarse y crecer”, así lo deciden todos menos los de Lanzarote, que se abstendrán para expresar su dolor por el ídolo caído. Manuel Lobo acepta apartarse para que sólo se presente una lista a la presidencia. El ex rector regresa a la mesa del congreso. Todavía la mayoría de los compromisarios están echándose un café a las 13.40 cuando Paulino Rivero entra en la sala sinfónica del auditorio. Paulino se acerca a la primera fila, se sienta un rato en la butaca mientras los fotógrafos lo retratan en su inmensa soledad. Luego se acerca al escenario y, sin subir, le dice a Manuel Lobo que sentía lo que había pasado, pero que a partir de ahora había que estar unidos. Y Lobo le responde en medio de los fotógrafos y del resto de miembros de la mesa: “Es que a mí me duele Canarias, Paulino”.

Paulino regresa a la butaca en la fila de invitados y se sienta a reflexionar la frase de Lobo. En la sala sinfónica ya hay más de 500 compromisarios, pero en diez minutos sólo se acercan a hablar con el presidente del gobierno y ex líder de Coalición Canaria Ana Oramas, José Manuel Bermúdez y Jorge Rodríguez. Paulino Rivero ha perdido el congreso que pensaba ganar poniendo por medio a Torres Stinga. Su agenda presidencial le libró de tener que quedarse a aplaudir el discurso de Claudina Morales.

A las 14.15 Claudina Morales entra por el pasillo central de la sala sinfónica. Los majoreros son los primeros en levantarse y aplaudir, le sigue el resto del respetable excepto los conejeros, que se quedan sentados junto a Torres Stinga. Antes de dar la palabra a Claudina desde la mesa dan las gracias a los invitados que acudieron al cónclave regionalista. Fueron 400 personas las invitadas a la ceremonia, pero apenas medio centenar están presentes en la clausura. No fue nadie ni del PSOE, ni de Nueva Canarias, ni de UGT, ni de Comisiones Obreras, ni de Intersindical Canaria, ni de la ejecutiva de la Confederación Canaria de Empresarios. Por eso la presentadora tuvo que destacar la presencia de Agrupa Sureste y de Vecinos Unidos. Que un partido que lleva presidiendo el gobierno canario los últimos 15 años sólo logre convocar a su congreso a partidillos vecinales y fuerzas de otras comunidades autónomas es un dato que debería hacer reflexionar a los nuevos dirigentes de Coalición Canaria. Sí acudieron como invitados José Manuel Soria y Mercedes Roldós, que no lograron ni la décima parte de los aplausos que sí se llevó el representante del Frente Polisario. Hay que agradecerle a Soria que no llevase a ningún imputado de acompañante.

Y a las 14.30, a la hora de los informativos de televisión, Claudina pudo subir al escenario para decir que del congreso sale “un proyecto completamente nuevo”, dijo Claudina Morales que “las bases no han de ser un comodín del que se echa mano cada cuatro años”. Pero Paulino Rivero no pudo oír el discurso de Claudina, su agenda presidencial le salvó del compromiso de tener que aplaudirle. Mientras la política majorera daba su primer discurso como presidenta de Coalición Canaria, Paulino Rivero se dirigía al aeropuerto para viajar a la Guayana Francesa. Después de perder el congreso del partido el mismo día que su esposa declaraba en el periódico que ella es la que manda en casa, Paulino decidió que era un buen momento para viajar a un sitio donde te van a nombrar presidente de las Regiones Ultraperiféricas, así por lo menos sigue sintiendo que manda algo.