Las elecciones generales del próximo 20 de diciembre se van a celebrar en un escenario bien distinto a las del 20-N de 2011. En aquella ocasión, el PSOE de Zapatero iba directo al matadero tras las brutales consecuencias de una crisis económica que ni detectó ni fue capaz de hacer frente. El arrase histórico del PP en el Congreso y en el Senado tuvo que ver con esas circunstancias y, también, con la elevada abstención, los numerosos votos nulos y blancos o dirigidos a partidos sin posibilidades, efectos colaterales del 15M. Eso permitió una abrumadora mayoría absoluta que se ha plasmado en un período de auténtica contrarreforma y deconstrucción del Estado del Bienestar, afectando a los derechos laborales y cívicos, así como a los servicios públicos. Ahora es el PP el que carga con su trayectoria de estos cuatro años y los numerosos casos de corrupción en que se ha visto inmerso. Además, han aparecido fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos, que han mermado el poder de los dos grandes partidos, también en Canarias, aunque este último en menor medida, al menos si hacemos caso a las recientes autonómicas.
En las elecciones generales de 2011 el PP obtuvo una enorme victoria en el Estado y en Canarias. Aunque, curiosamente, su gran aporte en escaños desde las Islas no se ha traducido estos años en el trato que recibe el Archipiélago del Gobierno central, como se ha podido comprobar en los distintos Presupuestos Generales del Estado (PGE) a lo largo de la legislatura. Más bien todo lo contrario: castigo permanente a la Comunidad más alejada y con graves problemas de paro y pobreza.
Como decía, en 2011 el PP arrasó en las Islas. Y lo hizo con más de 445.000 votos, más de los que lograron conjuntamente PSOE, CC-NC, IU y UPyD. Consiguió en el conjunto de Canarias nueve de los 15 diputados en liza, con el 48% de los votos. A enorme distancia de PSOE, cuatro (24,82% de las papeletas) y CC-NC (dos, 15,46%). IU apenas pasó del 4% y los magenta no llegaron al 3%.
Senadores
Los conservadores estatales obtuvieron, además, ocho de los once senadores de los que se eligen en nuestra Comunidad (uno por cada isla no capitalina y tres por las más pobladas), frente a los dos del PSOE y uno de AHI-CC.
Por circunscripciones, el PP superó en Las Palmas el 51% de los sufragios, lo que le dio cinco actas en el Congreso de los Diputados. A mucha distancia se situó el PSOE (26,13%, dos escaños) y CC-NC (11,82%, uno). El último escaño costó 48.132 votos y fue el quinto de los populares.
Esa es la cifra 45.000-50.000 sufragios a la que tendría que llegar CC o Cs (o NC si al final decidiera concurrir en solitario) para lograr escaño en la circunscripción de Las Palmas. Y, en el caso de Podemos, que tiene casi asegurado su escaño, tendría que situarse en torno a las 100.000 papeletas para garantizar un segundo.
Evidentemente, luego depende de los niveles de participación o del mayor o menor tirón que tengan los partidos más votados, presumiblemente PSOE y PP.
En el caso de Santa Cruz de Tenerife, la victoria del PP fue un poco menos aplastante, con el 44,85% de los votos, que les permitió conseguir cuatro escaños. El PSOE tuvo que conformarse con dos, con el 23,48%, y CC-NC con uno (19,77%). El último escaño correspondió al PP, con 51.244. Luego CC habría necesitado irse por encima de los 102.489 para aspirar al mismo.
Tres años antes en los comicios generales de 2008 las cosas fueron bien distintas. Entonces, el PSOE consiguió 7 de los 15 escaños en liza, con el 39,57% de los sufragios. Ligeramente por delante del PP, 35% y seis actas, y duplicando ampliamente a CC (17,49%; dos diputados, ambos por las islas occidentales).
Nueva Canarias, que concurrió con el CCN, y solo en la provincia de Las Palmas, se tuvo que conformar con el 3,81% global en el conjunto del Archipiélago y quedó lejos de alcanzar un escaño.
Por circunscripciones, en Las Palmas el PSOE alcanzó un 42,56% de apoyo en las urnas lo que le permitió obtener cuatro escaños. Misma cifra que la conseguida por el PP con el 39,7% de los sufragios.
Para NC fueron 38.024 papeletas, el 7,51%, claramente insuficientes para lograr representación. Y CC-PNC-PIL superó el 6% con 31.103 votos y tampoco logró presencia en las Cortes. En aquella ocasión el último escaño de los ocho que corresponden a Las Palmas costó más de 50.000 votos y correspondió al PP.
En Santa Cruz de Tenerife el PSOE también fue el más votado, con el 36,49% y tres escaños. Seis puntos por delante del PP, que confirmó dos actas en el Congreso de los Diputados, misma cifra que CC que solo quedó un punto porcentual por detrás de los populares.
15 puntos
Entre los comicios de 2008 y los de 2011, el PSOE perdió 15 puntos porcentuales en el Archipiélago. El PP, por su parte, subió trece puntos. Es más difícil analizar el caso de los nacionalistas, al concurrir juntos en 2011 y por separado en 2008. Pero sí hay un dato interesante, en su feudo de las islas occidentales CC pasa del 29% de 2008 al 19% en 2011, y pierde uno de los dos escaños que tenía.
Cómo ya he señalado en otras ocasiones, aunque sirven de referencia sobre el estado de salud de los distintos partidos, no podemos trasladar automáticamente los resultados de las recientes autonómicas a unas generales. Entre otros factores porque los partidos estatales sacan mucho mejor resultados en estas últimas, mientras que los nacionalistas suelen perder al menos un 40% de su electorado.
Reparto
Pero, con las precauciones apuntadas, veamos como quedaría el reparto de escaños tomando en cuenta los resultados de las autonómicas de mayo y las alianzas que se van conformando en Canarias para los comicios del próximo mes de diciembre.
Para llevarlo a cabo partimos de la hipótesis de que PSOE y NC concurrirán conjuntamente a los comicios, algo que en estos momentos se encuentra muy avanzado, pero aún por ratificar por sus máximos órganos de dirección en los próximos días.
Descartada, por otra parte, la alianza entre Unidos y CC, que acabó con graves acusaciones mutuas, queda por despejar alguna incógnita en el seno de la izquierda, donde podría irrumpir Ahora en Común en competencia con Podemos.
Si nos basamos en esos datos del reciente mayo, en el conjunto de Canarias, PSOE-NC ganarían con seis escaños, por delante de CC (cuatro), PP (tres), y Podemos (dos). Pero veamos la distribución en cada una de las circunscripciones.
Circunscripción de Las Palmas. (Aplicación regla D´Hondt)
PSOE-NC PP PODEMOS CC CIUDADANOS DIVISOR
162.803 90.347 77.531 44.364 28.791 1
81.401 45.173 38.765 22.182 14.395 2
54.267 30.116 25.844 14.788 9.597 3
40.700 22.587 19.383 11.091 7.198 4
Es decir: PSOE-NC (4), PP (2), Podemos (1) y CC (1). Pero estos automatismos no funcionan por distintos factores, entre ellos las diferentes expectativas entre diferentes comicios, que en este caso benefician a las formaciones de ámbito estatal que incrementan sensiblemente su apoyo ciudadano respecto a las autonómicas, o el crecimiento que las encuestas dan a Cs y el paralelo retroceso de Podemos que, de todas maneras, salvo hecatombe, parece difícil que deje de sacar un escaño por Las Palmas.
Analizando el comportamiento en anteriores comicios parece mucho más lógica una distribución como la que sigue: PSOE-NC (3-4), PP (2-3), Podemos (1) y Cs (0-1).
Circunscripción de Santa Cruz de Tenerife. (Aplicación regla D´Hondt)
CC PSOE-NC PP PODEMOS CIUDADANOS DIVISOR
122.615 113.437 79.782 55.513 25.584 1
61.307 56.718 39.891 27.756 12.792 2
40.872 7.812 26.594 18.504 8.528 3
Por tanto, tres para CC; dos para PSOE-NC, uno para el PP e igual dato para Podemos. Pero igual que dijimos para las Canarias orientales, el comportamiento electoral varía mucho entre las autonómicas y las generales. Es mucho más real este reparto: PSOE-NC (2-3), PP (2-3), CC (1), Podemos (1) y Cs (0-1).
Y, en consecuencia, una global para Canarias en el caso del Congreso de los Diputados que sería: PSOE-NC (5-7), PP (4-6), Podemos (2), CC (1) y Cs (0-2). Corrigiendo en buena medida la aplastante victoria conservadora de 2011 y ofreciendo un giro a la izquierda, como ya ocurriera en las recientes autonómicas. Y, en el caso de que Cs logre representación, el PP se movería en la parte más baja de la horquilla.
Pero, de acorde con los nuevos tiempos, con los distintos ejes en juego (izquierda/derecha, lo nuevo frente a lo viejo, abajo/arriba…) ni habría rotundas hegemonías ni los colores serían rojo y azul en exclusiva, sino también verde, morado o, incluso, naranja/calabaza. El magenta se quedó en el camino.
Si en lugar de 8 diputados se hubiesen elegido 10 por las islas orientales, tampoco NC-CCN habría podido alcanzar un acta en el Congreso en esas elecciones
En distintos medios de comunicación, un miembro del sector más soberanista de Nueva Canarias, José Carlos Martín, ha planteado sus argumentados criterios de rechazo hacia la alianza de la formación nacionalista con el PSOE. Algo que tiene su lógica y que compartirán, seguro, más personas dentro de esa organización, aunque en sus órganos y asambleas, por lo que se publica en los medios, ha sido mayoritario el apoyo al entendimiento electoral con los de Pedro Sánchez.
Pero algunos de los elementos de su análisis fallan. No voy a entrar en los de orden estratégico o político. Me referiré exclusivamente a cuando afirma que una Nueva Canarias “sin dinero, con menos militancia y menos poder institucional se presentó en solitario en 2008 y casi consigue que Marino Alduán fuera diputado”.
En primer lugar, no es cierto que NC concurriera en solitario en 2008. Lo hizo bajo las siglas NC-CCN, como es fácil de comprobar en las hemerotecas. Podrá aducirse que el CCN aportó poco. Pero algunos votos procederían de esta formación hoy en proceso de liquidación.
Mucho menos se sostiene el otro argumento, lo poco que faltó para obtener acta de diputado. Para ello basta con ver los resultados de entonces y aplicarle la regla D´Hondt para la distribución de escaños en la circunscripción de Las Palmas.
Lo expondré a continuación:
LAS PALMAS GENERALES 2008. (Aplicación regla D´Hondt)
PSOE PP NC-CCN DIVISOR
215.560 201.067 38.024 1
107.780 100.534 19.012 2
71.853 67.022 12.675 3
53.890 50.267 9.506 4
Es decir, NC se quedó a 12.243 sufragios de alcanzar un escaño, el cuarto del PP (50.267 papeletas). Para ello tendría que haber mejorado sus resultados en las urnas en nada menos que un 32,19%, que no es ni mucho menos un corto espacio.
Es tanta la diferencia que incluso si en lugar de ocho escaños se hubiesen elegido diez por las islas orientales, tampoco NC-CCN habría podido alcanzar un acta en el Congreso de los Diputados. Véase en el cuadro siguiente:
LAS PALMAS GENERALES 2008 (Aplicación regla D´Hondt)
PSOE PP NC-CCN DIVISOR
215.560 201.067 38.024 1
107.780 100.534 19.012 2
71.853 67.022 12.675 3
53.890 50.267 9.506 4
43.112 42.013 7.605 5
Como se observa, el décimo diputado correspondería al PP, con 42.013 (mil cien menos que el noveno, del PSOE), y NC, con sus 38.024 papeletas, quedaría a casi 4.000 votos del mismo.
Cierto es que entonces NC llegó a las generales tras quedarse a unas décimas del 6% en las autonómicas de 2007. Y que ahora parte con el 10% logrado en los comicios autonómicos del pasado mes de mayo. Y que en el caso de Gran Canaria, que aporta la gran mayoría de votos de la circunscripción de Las Palmas, pasa de los 52.893 de 2011 a los 71.633 que consiguió en mayo.
Como también es cierto que los nacionalismos canarios, conservadores o de izquierda, pierden una parte de su electorado cuando llegan los comicios para conformar el Congreso y el Senado. Algo que no es exclusivo del Archipiélago, pues solo el nacionalismo vasco y el catalán, en sus diferentes versiones, suele mantener el tipo en unas generales.
Compromís
En el resto de las comunidades autónomas la gente diferencia claramente entre los distintos comicios; algo constatado históricamente. Y los datos más recientes apuntan que las elecciones del 20 de diciembre de 2015 no van a constituir, ni mucho menos, una excepción.
Como muestra nos pueden servir, por ser muy recientes, los sondeos sobre la Comunidad Valenciana publicados la pasada semana con motivo de su fiesta territorial.
Mientras que si se celebraran hoy las autonómicas Compromís (que gobierna en su capital, Valencia, con Joan Ribó de alcalde, y ejerce la vicepresidencia del Gobierno con Mónica Oltra, la política más valorada de la Comunidad) sería tercera fuerza, con casi el 20% de los sufragios, su intención de voto para las generales desciende hasta el 7,3%, perdiendo casi dos tercios de los apoyos en las urnas y quedando en quinto lugar solo por delante de EUPV. El tamaño, de los comicios, sí importa.