El Consejo de Administración de Emalsa, la empresa municipal de titularidad mixta de Las Palmas de Gran Canaria, ha decidido este miércoles revisar toda su relación comercial con la filial de sus dos socios privados, Sercanarias, ante la serie de presuntas ilegalidades que ha trascendido en torno a la gestión del agua de abasto en la capital grancanaria.
Los consejeros de la entidad mixta del servicio público de abastecimiento de agua potable han decidido encargar una nueva auditoría directamente relacionada con los contratos, facturas y todo tipo de relación comercial que haya existido entre Emalsa y Sercanarias en todos los años de vigencia de su vinculación, más allá de abril de 2010, momento del acuerdo para la compra de la sede actual de Seguridad Integral Canaria, en Los Tarahales, y objeto principal de la denuncia presentada en Francia por una parte de los socios privados de Emalsa.
En todo caso, según ha explicado el propio presidente de Emalsa a CANARIASAHORA, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, “todas las auditorías realizadas a Emalsa entendemos que son correctas, porque nunca ha habido observación alguna” a las cuentas de esos años concretos. Aún así, Cardona explica que “ante las dudas permanentes sobre la legalidad de algunos contratos, o si se cobra de más o de menos por ellos, los socios [privados, bajo sospecha en este caso] no tienen problemas para que se auditen las cuentas otra vez”.
Será por tanto una auditora externa la que vuelva a mirar al dedillo lo que de Emalsa sale y a lo que a Emalsa entra, también bajo el control de los representantes de los trabajadores de la empresa municipal vendida en un 66% a socios privados en 1993, y de la que ahora surgen conflictos hasta el punto de poner convocar un consejo urgente en 48 horas.
Este, además, ha asumido la petición de la representación de los trabajadores de la empresa todavía en parte (34%) pública de renegociar el coste del alquiler de la nueva sede que ocupa Emalsa en la Avenida Juan Carlos I de Las Palmas de Gran Canaria, en pleno centro comercial Las Ramblas Centro, y propiedad de la inmobiliaria y constructora Satocan, partícipe, además, en las sociedades privadas que forman parte de Emalsa.
La representación laboral en el órgano administrativo acordó, también, reuniones periódicas con la dirección general, ahora en manos de Mercedes Couto, de la filial de Saur Intercional, para ir conociendo por partes los detalles de los presupuestos de la empresa.