- La comitiva estuvo conformada por cinco personas: además del presidente y el consejero de Economía viajaron el director general de Asuntos Económicos con África, la directora general de Comunicación y el director general del Gabinete del Presidente
La gira del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, por Estados Unidos superó los 33.000 euros de coste solamente en los billetes de avión y en los alojamientos de la comitiva conformada por cinco personas. Además de Clavijo, la delegación canaria estuvo integrada por el consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega; el director general de Asuntos Económicos con África, Pablo Martín Carbajal; la directora general de Comunicación, Cristina García Maffiotte; y el director general del Gabinete del Presidente, Octavio Caraballo.
Según las cifras desveladas por el Gobierno de Canarias a través del Portal de Transparencia, el viaje, enmarcado dentro de la Estrategia operativa de internacionalización de la economía canaria 2016-2020, ha costado en total a las arcas autonómicas 34.072,44 euros, de los que 28.424,55 euros correspondieron a los pasajes de los aviones, 4.676,14 euros a los alojamientos y los 971,75 euros restantes a uno de los encuentros organizados en Washington DC. A estos más de 34.000 euros hay que sumar las dietas de los cinco representantes canarios, las cuales están pendientes de liquidación y todavía no han sido facilitadas.
Clavijo y su equipo estuvieron en Estados Unidos entre el lunes 5 y el viernes 9 de junio. El itinerario realizado por la delegación canaria comenzó en Madrid el 5 de junio a las 12:45 con el vuelo de Iberia hasta Boston, desde donde enlazaron con American Airlines hasta Washington DC. En la ciudad federal se alojaron en el hotel de tres estrellas Capitol Skyline, con precios que, según se puede consultar en internet, rondan entre los 94 y los 143 euros para habitaciones individuales. En la capital estadounidense el equipo del presidente comenzó su jornada de trabajo el martes 6 de junio con un desayuno con altos cargos de diez multinacionales y empresas americanas con inversiones en África y Europa que tuvo lugar en la residencia del embajador de España en Estados Unidos, Pedro Morenés, con el que el presidente canario mantuvo posteriormente un encuentro a solas.
La agenda del 6 de junio continuó con una mesa redonda con la Asociación Nacional de Energías Renovables (ACORE) en la Embajada española y concluyó con un almuerzo en la Taberna del Alabardero, restaurante del Grupo Lezama en el que se presentó el papel de Canarias en la estratégica económica y política del país norteamericano con África. Este almuerzo tuvo un coste de 971,75 euros y tuvo que ser sufragado por el Gobierno de Canarias. A él asistieron Khristine Brookes, vicepresidenta de The Cato Institute, organización centrada en la promoción pública e influencia social; Peter Brookes, responsable de The Heritage Foundation; y N. Lyman, embajador del Instituto de la Paz de los Estados Unidos.
Ese mismo martes, a las 18.00 horas, la delegación partió hacia Nueva York, ciudad en la que se alojaron en dos hoteles, el tres estrellas NH Jolly Madison Tower, con unos precios de 181 euros por noche en habitación individual, y el cuatro estrellas RIU Plaza Nueva York, donde los clientes se pueden hospedar desde 167 euros. En la ciudad más poblada del país tuvo lugar un encuentro empresarial organizado por Price Waterhouse Coopers (PwC) en el que se tenía como objetivo ampliar el conocimiento que existe de Canarias y de las ventajas que ofrece para la atracción de inversores. En este encuentro el político tinerfeño realizó las declaraciones que levantaron revuelo en las Islas al pronunciar que quería convertir a Canarias en el “próximo Dubái”.
Desde el Gobierno canario subrayan que de todos los encuentros que tuvieron lugar en el continente americano solamente el almuerzo en la capital fue cargado a las arcas autonómicas. El resto, o bien fueron actos organizados por la Embajada de España o por la consultora PwC, empresa a la que el Ejecutivo ha adjudicado el concurso para desarrollar la Estrategia operativa de internacionalización de la economía canaria 2016-2020 que pretende dotar a Canarias de líneas de actuación a medio y largo plazo para la apertura al exterior de la economía y de las empresas del Archipiélago y para fomentar la inversión de empresas extranjeras en suelo canario.
Para el día 8 de junio estaban previstas reuniones en Miami, pero debido a una tormenta tropical la delegación no pudo viajar hasta Florida y canceló los encuentros con representantes de las instituciones del Condado de Miami-Dade con el fin de fortalecer las relaciones históricas entre Canarias y la ciudad y analizar nuevas vías de colaboración en el ámbito económico, así como la recepción en la residencia consular de España en Miami dirigida a empresas del sector audiovisual. Por tanto, el equipo regresó a España desde Nueva York en el vuelo de Iberia de las 21:05 horas y enlazaron hasta Tenerife Norte al siguiente día a las 11:00 horas.
Como comentan desde el equipo del presidente, “los precios de los billetes aéreos [que sumaron en total 28.424,55 euros] se encarecieron por la cancelación de los vuelos a Miami por fenómenos meteorológicos adversos y las penalizaciones abonadas a la compañía Iberia por la modificación de las rutas en el trayecto de vuelta a Madrid”. Estaba previsto que la delegación volviera a España directamente desde Miami.
Señal de la Televisión Canaria
La visita institucional contó con señal de la Televisión Canaria, que tenía previsto contratar a corresponsales tanto en Washington DC como en Miami. Finalmente, debido a que se suspendió el viaje a esa ciudad, tan solo se contrató a un periodista y un cámara en la capital estadounidense.
Según explican desde la RTVC, la cobertura del acto del presidente canario en Washington es un servicio que está dentro de los gastos contemplados en el contrato suscrito con VideoReport, la empresa adjudicataria que suministra los contenidos de los informativos.
Desde el ente público recalcan que la empresa adjudicataria solicitó varios presupuestos y se escogieron aquellos “más baratos” que coincidían con redactores que ya habían trabajado con la Televisión Canaria en otras ocasiones. Aunque no desvela la cifra, este periódico ha podido saber que el contrato rondó los 1.000 euros.