“No me toques la polla; vete a tomar por culo”: cisma en Ciudadanos en Las Palmas por las agresiones verbales de un concejal a su portavoz

Lidia Cáceres, José Antonio Guerra y Beatriz Corres en el salón de plenos del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Jennifer Jiménez / Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

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Ciudadanos continúa dando muestras de su crisis interna. A la dimisión en Las Palmas de Gran Canaria de un concejal por discrepancias con la cúpula del partido se suma ahora la apertura de expediente al concejal José Antonio Guerra después de una denuncia de la portavoz del partido en ese ayuntamiento, Beatriz Correas, por agresiones verbales. Los hechos ocurrieron en septiembre y se encuentran siendo investigados en la Comisión de Garantías Estatal, que cuenta con un plazo de seis meses para pronunciarse. 

La denuncia fue interpuesta por la portavoz del partido después de que se produjera una acalorada discusión privada en dependencias municipales, según ha podido saber este periódico. Un hecho que fue conocido por concejales de otros partidos. Entre las frases que se atribuyen a José Antonio Guerra destacan: “No me toques la polla”, que reiteró en más de una ocasión o “tú a mí no me dices lo que tengo que hacer” y “vete a tomar por culo”.

Los hechos se produjeron en presencia del exconcejal del mismo partido Javier Amador, que ha preferido no pronunciarse públicamente a preguntas de este periódico. Pero en su testimonio por escrito ante el instructor del expediente confirmó todos los exabruptos de su compañero. El que fuera número tres de la candidatura al Ayuntamiento trabajó junto a Correas durante el anterior mandato, pero solo un mes después de este enfrentamiento, en octubre de 2019, entregó su acta de concejal porque “su conciencia no le permitía seguir en un proyecto que ya no era el suyo”. También llegó a denunciar el acercamiento de la formación a la “ultraderecha” y a Coalición Canaria y manifestó sus discrepancias con la entonces presidenta del partido y actual portavoz en el Parlamento, Vidina Espino, así como con el exlíder nacional, Albert Rivera. Tras su marcha, la número cuatro en la lista, Lidia Cáceres, tomó posesión de su acta. 

El concejal expedientado tampoco ha querido hacer declaraciones por este asunto. “No voy a hablar nada de algo que no hay, gracias”, ha respondido cuando se le ha cuestionado sobre la apertura de su expediente y las agresiones verbales de las que se le acusan. Guerra fue en la lista al Ayuntamiento como número dos, es licenciado en Derecho y se encuentra en excedencia de su puesto en la Policía Nacional con destino en la oficina de Extranjería del aeropuerto de Barajas. Se encuentra en situación de concejal liberado ya que esta profesión no es compatible con la de concejal. 

El que fuera secretario de Organización del partido en el momento en el que Correas denunció los hechos, Francisco Hervías, ha asegurado que no era conocedor de este asunto y ha remitido a la Comisión de Régimen Disciplinario. Desde el gabinete de comunicación nacional de Ciudadanos han afirmado que este asunto se encuentra en el Comité de Garantías y que solo se informará a las personas aludidas ya que se trata de un “trámite interno”. 

En su defensa, el concejal expedientado ha alegado ante su partido el mal carácter de Correas y sus enfrentamientos con concejales de los demás partidos políticos. Pero varios portavoces en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de las demás formaciones han corroborado por escrito que nunca han tenido enfrentamientos con Correas más allá de las diferencias políticas y que estas desavenencias no han rozado el ámbito personal. Tanto Inmaculada Medina (PSOE), que afirma que es la postura de todo su partido, como Javier Doreste (Podemos) avalan el comportamiento de la concejala en los plenos y en el funcionamiento del Consistorio. Además, han insistido en que no quieren pronunciarse sobre asuntos internos de otros partidos. 

Ciudadanos atraviesa uno de los peores momentos tanto en el panorama nacional como en Canarias, donde se encuentra en manos de una gestora. Esto se produjo en julio del año pasado después de que dos concejales apoyaran la investidura de la socialista Patricia Hernández como alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife, pese a la directriz de última hora de no pactar con el PSOE y permitir la continuidad de Coalición Canaria. La situación empeoró cuando dos consejeros de esta formación se sumaron a la moción de censura contra Carlos Alonso (Coalición Canaria) en el Cabildo de Tenerife. A este caos se le añade el fracaso de la formación en las pasadas elecciones generales cuando se quedó sin representación de las dos provincias canarias en el Congreso. 

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