Que José Manuel Soria participó en el intento de conformar un pacto entre el Partido Popular y Coalición Canaria solo falta que lo confirme el interesado, teóricamente retirado de la política desde que fue sorprendido con negocios en ultramar y empresas en paraísos fiscales en el marco de los papeles de Panamá. Hasta ahora, solo los presidentes insulares del partido lo contaban discretamente, pero desde este miércoles ya hay alguien con conocimiento directo en el asunto que lo ha corroborado urbi et orbi: el que fuera secretario general del PP canario hasta 2012, es decir, el número 2 de Soria, Manuel Fernández.
En una entrevista en Cope Canarias, el político herreño intenta ofrecer una batería de explicaciones acerca de cómo fue -según su visión- la intervención del exministro de Industria en la crisis, que ha tenido como primera consecuencia la caída en desgracia de la actual secretaria general, Australia Navarro, después de que fracasaran dos intentos de acuerdo entre CC y el PP.
Según esta versión, CC se dirige a la dirección nacional del PP planteándole la posibilidad de vetar a su presidente regional, Asier Antona: “Le piden a Madrid y le dicen, no podemos gobernar por el tema [de que Ciudadanos veta a Fernando Clavijo por estar imputado], Casimiro [Curbelo] tiene esa dificultad, el tema, y nosotros apoyamos a la secretaria general y en este caso que es Australia Navarro”, relata literalmente Manuel Fernández.
“Y Madrid recibe la oferta” de Coalición Canaria, y continúa la prosa de Fernández: “Madrid analiza el tema y ve la cuestión. Llaman a Asier y Asier dice que no acepta el cambio porque él es el presidente y el candidato y que las demás islas no aceptan eso tampoco. Y entonces es cuando interviene Soria, muy ligeramente; le pregunta la nacional: ¿tú qué opinas de esto que Asier dice que no lo ve? Hombre, cómo no, lo primero es el partido, y después los personalismos, yo voy a ver qué opinan los presidentes insulares”, sugiere el herreño que pudo haber expresado el exministro, animado por “su acercamiento y su prestigio” entre esos dirigentes isleños.
A partir de este punto, el exdirigente conservador arremete contra Asier Antona por haber abandonado airadamente la reunión que el pasado jueves se celebraba en Las Palmas de Gran Canaria entre CC y el PP, con la presencia de Teodoro García Egea y Javier Maroto, en la que el representante del partido regionalista propuso ese cambio de candidato a candidata. “Eso de marcharse dando un portazo dejando allí a tu secretario general no se puede hacer en un partido político”, enfatizó.
Lo que intentaba contar Manuel Fernández coincide básicamente con las versiones ofrecidas por diferentes dirigentes insulares y regionales del PP: que Soria apadrinó la operación para apartar a Asier Antona y posibilitar que se formara un gobierno regional presidido por la número dos del partido con el respaldo de Coalición Canaria, Ciudadanos y la Agrupación Socialista Gomera.
Con la operación no solo se contentaba a Génova, deseosa de presumir de otra región pintada de azul en el mapa autonómico, sino también se daba salida a las ansias de Soria de descabezar al PP canario, contra cuyo presidente, Asier Antona, tiene cuentas pendientes después de que respaldara a Soraya Sáenz de Santamaría en el último congreso nacional en el que resultó elegido presidente Pablo Casado. José Manuel Soria no solo apoyó públicamente a Casado saliendo momentáneamente de su retiro y concurriendo como compromisario al congreso, sino también organizando una comentada comida en Madrid con los exministros de Rajoy opuestos a la exvicepresidenta.
Soria no se ha escondido ante los suyos para forzar un pacto por la derecha que permitiera que se mantuviera Coalición Canaria en el poder, y a ser posible su amigo Fernando Clavijo, presidente en funciones. Pero la imputación de este último en el caso Grúas resultó crucial para que Ciudadanos pidiera que fuera otro el candidato de CC a la presidencia, lo que acabó desencadenando la carambola del veto a Asier Antona.
De la imputación de Clavijo también habló este martes en la Cope el que fuera secretario general del PP durante una larga etapa de presidencia de José Manuel Soria. Para Manuel Fernández, se trata de “una imputación menor de tipo administrativo” cometida “en defensa de los intereses de La Laguna”. Una imputación, a su juicio, “que no es que sea escandalosa ni que sea vergonzante”, aunque “desde el punto de vista legal contiene algunos temas… pero yo no entro en eso ahora”.
Clavijo está siendo investigado por la comisión de tres posibles delitos, al menos desde la óptica de la Fiscalía Anticorrupción: prevaricación, malversación y tráfico de influencias.
No es novedoso, sin embargo, el poco rigor jurídico con el que Manuel Fernández analiza los comportamientos políticos puestos en relación con el Código Penal. Durante su larga etapa como parlamentario regional se confirmó documentalmente que ejercía de representante de un influyente grupo empresarial ante las instituciones, para lo cual existía incluso un contrato en poder de este periódico.
El grupo al que representaba ante las instituciones el parlamentario regional, que en los albores de la autonomía fue incluso consejero de Industria, es nada menos que Anfi del Mar, del ya desaparecido empresario noruego Björn Lyng, con el que José Manuel Soria viajó en su jet privado a la pesca del salmón noruego al tiempo que el líder del PP le tramitaba en las instituciones una declaración de interés general de una de sus urbanizaciones turísticas de lujo.
Fernández llegó a ocupar el cargo de consejero delegado de Anfi del Mar. Ya jubilado, su lugar dentro del PP lo ocupa su hijo, también de nombre Manuel, muy vinculado a José Manuel Soria, que logró posicionarlo en los órganos nacionales de la nueva dirección del partido.