El alcalde de La Frontera (El Hierro) defiende el papel de la Policía Local y la Guardia Civil

VALVERDE (EL HIERRO), 16 (EUROPA PRESS)

El alcalde Ayuntamiento de La Frontera (El Hierro), David Cabrera de León, ha defendido este viernes el papel de la Policía Local y la Guardia Civil. “El respeto que se merecen, firme y ferviente colaboradora, se manifiesta después de jornadas de trabajo, donde demuestran además una calidad humana que destaca por encima de su profesionalidad y vocación de servicio a la gente de este pueblo y de esta isla”, afirmó.

El primer edil reconoció en un comunicado que se plantea “cuáles son las razones por las que un hombre se hace policía y en qué reside su profesionalidad”. “Y esta razón no está en tirar de boletín de denuncias para impartir autoridad, sino más bien en la vocación de servicio, en el trabajo, en tantas fechas especialmente señaladas lejos de la familia, en priorizar la atención a los demás antes que a sí mismos, en el fiel cumplimiento del Derecho y de las instrucciones que siempre en beneficio de todos se dictan, y en tantos otros motivos tan nobles como éstos”, apostilló.

“Esta distinción lleva aparejada el reconocimiento de todos los grupos políticos que componemos la Corporación Municipal y, creo, que va más allá de los concejales y de este alcalde que les habla”, prosiguió el alcalde.

Cabrera de León también indicó que “lleva implícito el reconocimiento de unos vecinos que aspiran a vivir en un pueblo próspero, saludable y tranquilo y que ante cualquier problema o preocupación acostumbran a llamar a las puertas del Ayuntamiento y en muchas ocasiones, a su Policía municipal”.

“La seguridad de nuestros vecinos supone para cualquier Alcalde uno de los mayores retos a los que puede aspirar aquél que ha tenido la fortuna de ser cargo público y trabajar por su gente. Pertenecer a los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado supone hacer una promesa o juramento ante la solemne Constitución Española”, matizó.

Por último, afirmó que “desde que tengo el honor de ser alcalde he compartido con ellos algunos momentos de un trabajo en los que he podido comprobar la relevancia y la valía de su labor, salvando incluso el bien más trascendental de cualquier persona: la vida”.

“Sancionar es sólo una de sus responsabilidades como agentes del cuerpo, probablemente la faceta de su tarea diaria que más les desagrada; otras como mediar en conflictos, hablar con nuestros jóvenes y actuar en coordinación con otros cuerpos en los temporales que nos han azotado en los últimos tiempos, son para ellos más gratificantes”, concluyó.