Isabel Guerra (Nueva Canarias) se estrena como alcaldesa de la villa de Teror, un cargo que ostentará durante los próximos dos años ya que se turnará con José Luis Báez (PP). Es la primera mujer que ha conseguido ser primera edil en la historia del municipio, un reto que asegura que afrontará “con responsabilidad pues representa a un género que ha estado invisibilizado durante mucho tiempo”. Ha sido gracias al pacto con el PP, Coalición Canaria (CC) y Alternativa por Teror que ha logrado proclamarse alcaldesa. A pesar del baile de siglas que componen la alianza, señala que han conformado un pacto fuerte y estable “porque todas las partes sienten que han salido ganando”.
La nacionalista sostiene que si el PP ha sido generoso cediéndole la Alcaldía, es justo que los populares dirijan áreas de mayor peso como Urbanismo, Hacienda, Educación ... “Yo no estoy pactando con el PP a nivel estatal, autonómico o insular, ni siquiera vamos a entrar a discutir sobre asuntos como el aborto - con el que discreparemos - porque no tienen cabida en el ayuntamiento”, puntualiza. Guerra manifiesta que la política municipal es diferente a la del resto de administraciones, pues se pacta sobre un programa con el que dice que coinciden en el 97%. “Los populares, por ejemplo, recogían en su programa medidas sobre dependencia, como llevar comidas a domicilio a los mayores, al igual que nosotros, un proyecto que, sin embargo, el PSOE no defendía”, expresa.
Y es que, Guerra, desde que dejó el partido socialista este mismo año, con el que fue consejera en el Cabildo de Gran Canaria ha sido muy crítica con esta formación. “El PSOE hace mucho tiempo que dejó de ser socialista en este municipio para pasar a ser un estado caciquil”, afirma. Al exalcalde, Juan de Dios Ramos, le reprocha que mandaba “casi a voz de grito” y que los plenos eran “humillantes” para la oposición. Señala que los vecinos se mostraban dudosos ante la posibilidad de que por haber pertenecido al PSOE fuera a pactar con este partido e insiste en que “la gente nos pedía por la calle que no lo hiciéramos”. Por estos motivos sostiene que quedaron descartados desde un primer momento.
Además, el exalcalde no asistió al acto de investidura para ceder el bastón de mando, algo que “dice mucho de su talante”, apunta Guerra, quien añade que “los socialistas deben asumir que han pasado a la oposición y dejar al nuevo grupo trabajar para luego reprochar si así lo quieren”.
Sólo lleva unos días ocupando el despacho de la Alcaldía y señala que está ansiosa por llevar a cabo muchos cambios. La nacionalista asegura que el consistorio se tiene que actualizar en materia de informática “el despacho no tiene ordenador, no hay conexión wifi en el edificio y en materia de organización hay mucho que mejorar”, relata. Guerra aclara que en estos inicios de su jornada laboral como alcaldesa ha reunido a todo el personal municipal. Entre sus funciones asumirá la de Seguridad Ciudadana y afirma que se está poniendo al día para organizarlo todo de cara a las próximas fiestas que acoge el municipio durante el verano. Además, sus primeras medidas irán enfocadas a la regulación del tráfico y a la mejora de aparcamientos.
Gestión de Aguas de Teror y Empleo
Uno de los temas que ha generado incertidumbre en el municipio es que ante la llegada de una nueva alcaldesa se vean peligrar puestos de trabajo del ayuntamiento. “Pueden estar tranquilos porque no se va a echar a nadie, pero sí que pretendemos que a medio plazo se haga una oferta de empleo público para que quien esté trabajando lo esté por su propio mérito”, asegura la primera edil.
Guerra recuerda que en materia de creación de empleo los ayuntamientos tienen blindado cualquier tipo de contrato nuevo por la Ley de racionalización de la administración publica, “pero también es verdad que tenemos 49 personas trabajando por una sentencia judicial que se ha comido las arcas municipales”, destaca. La alcaldesa explica que un juez ha ordenado que se tienen que mantener esas plazas pero considera que lo más lógico “es que vayamos preparando una oferta de empleo público para que cualquier persona pueda aspirar a tener una plaza” ya que la situación actual es “fruto de la mala gestión en recursos humanos que ha tenido el anterior gobierno”.
En cuanto a la empresa pública más importante del municipio, Aguas de Teror, manifiesta que no harán cambios en su gestión “ya que ha funcionado bien hasta ahora” asegura. Lo que sí que recalca es la necesidad de que los beneficios de esta entidad repercutan en los trabajadores que “llevan siete años sin recibir la parte proporcional de los beneficios empresariales que les correspondían”, puntualiza.
La situación de estos empleados y cumplir con sus derechos laborales es uno de los principales compromisos del nuevo grupo de gobierno, según destaca la alcaldesa. La nacionalista resalta que es conveniente hacer una RPT en esta empresa, ya que, según detalla, no existe. Asimismo, insiste en que no va a cobrar por la Fuente Agria, pues entiende que representa al ayuntamiento y que no debe cobrar un doble sueldo por ello, “como ocurría en la anterior legislatura”, especifica.
Paliar la situación de desempleo que vive Teror junto a otras regiones de la comarca norte de Gran Canaria es otro de los grandes retos que se marca el nuevo grupo de gobierno. Guerra señala que estarán coordinados con la Mancomunidad del Norte y que apoyará especialmente a las pymes. “Tenemos un gran atrayente en el municipio que es la Virgen del Pino, por lo que tenemos que aprovecharlo para que se abran más comercios”, subraya.
La alcaldesa manifiesta que hasta ahora el gran problema para conseguir la apertura de una empresa eran las trabas burocráticas para obtener una licencia, que dice que agilizará.
Políticas sociales
Una de las grandes apuestas de Isabel Guerra es prestar una mayor atención a las personas que se encuentran en situación de dependencia. Sostiene que al bajarse el sueldo - de 67.000 que cobraba el anterior alcalde a 47.000 aproximadamente- y al renunciar a las dietas, además de recortar en gastos de protocolo podrá recaudar una partida que destinará a llevar comidas a domicilio a personas mayores. Además, sostiene que pondrá en marcha la construcción de un centro de mayores.
Los desahucios suponen otro de los temas que la alcaldesa afirma que hará frente, puesto que pertenece a la plataforma Stop Desahucios. En el municipio existen hasta una media de 957 casas vacías y obras que no se han terminado. Guerra expresa que en Miraflor hay unas casas que están desvalijadas y que pretenden convertirlas en viviendas sociales, para ello, piensa buscar a los propietarios y a los bancos con los que dice que negociará la situación.
En materia de Igualdad, la primer edil recuerda que es miembro del movimiento feminista en Canarias y además pertenece a la asociación Adassa Mujeres Brillantes, por lo que “las perspectivas de género las tengo más que asumidas”, aclara. También afirma que seguirá apoyando y asesorando a las víctimas de violencia machista.
Inversiones y prioridades
Guerra espera que con Antonio Morales de presidente del Cabildo se puedan afianzar las relaciones con el municipio y que se finalicen obras como la cuarta fase de la circunvalación que permitirá mejorar las conexiones. La alcaldesa indica que en la pasada legislatura la inversión fue casi inexistente. Se propone mejorar avenidas, recuperar espacios como el mirador San Matías, constituir el Anillo Verde de Teror... Defiende que con estas inversiones se puede generar empleo público a la larga. En este sentido, añade que hay proyectos en vías de desarrollo que podrán ser motor de economía en Teror.
Avanzar en transparencia y ejercer una buena gobernanza con igualdad de oportunidades para todos también está entre sus proyectos. Asimismo, sostiene que es prioritario la regulación del tráfico y buscar aparcamientos para que “no se vayan los visitantes”, así como generar economía en el municipio.
Destaca que la limpieza de los barrancos es otro tema pendiente. De hecho, existe un procedimiento judicial al que se tendrá que enfrentar su gobierno por verter salmuera al barranco. Guerra sostiene que negociarán con el demandante para que el ayuntamiento se pueda hacer cargo.