El líder del Partido Popular, José Manuel Soria, buscaba una “expulsión fulminante” de Domingo González Arroyo aunque ésta provocase la escisión del PP majorero y el pase al Grupo Mixto en las Cortes de su hija Pilar, diputada al Congreso y de Ana Padilla, senadora. Pero tanto Mariano Rajoy como la nueva secretaria general, Dolores Cospedal y la portavoz en la Cámara Baja, Soraya Sáenz de Santamaría, están buscando informes “alternativos” a los de Soria para dictaminar sobre esta crisis, según indicaron a CANARIAS AHORA en fuentes de Génova 13, sede nacional del partido.
La pregunta que más se hace en Madrid sobre la crisis del PP majorero es la siguiente: “¿Por qué la alcaldesa de CC no gobierna con el PP en La Oliva?”. En la sede nacional del partido afirman que Soria podría forzar a Paulino Rivero a dar entrada a los concejales “populares” en el Ayuntamiento que dirige la nacionalista Claudina Morales y que mientras esto no se consiga “será muy difícil convencerles de que no están legitimados para alcanzar otras fórmulas de Gobierno”.
Hasta ahora, lo único que sabe Cospedal del municipio de La Oliva es lo que le ha trasladado el secretario de organización Juan Carlos Vera: que la alcaldesa nacionalista gobierna en solitario con 7 concejales y sólo con 87 votos más que el PP y que anteriormente se alió al PSOE e impidió gobernar a los populares cuando en 2003 fueron la lista más votada con 8 actas.
De momento, la moción de censura en La Oliva no ha alcanzado notoriedad nacional, pero cuando se consume, en la sede central del PP pronostican que la tendrá “y esto perjudicará sobre todo al presidente del PP”, ya que va a volver a poner sobre la mesa su enfrentamiento con María San Gil y su inestable alianza con los nacionalistas. De momento, los intentos de Soria por forzar una desautorización de González Arroyo y su expulsión del partido junto a sus concejales ha chocado con el nuevo equipo de Génova 13, que está recabando más informes procedentes de las islas.
Asi, la dirección nacional del partido ya conoce que durante la reunión del Comité Ejecutivo extraordinario que Soria convocó para acelerar la expulsión de Arroyo, surgieron las voces discrepantes de Sánchez Simón (Gran Canaria), Pablo Matos y Cristina Tavío (Tenerife) pidiendo “más diálogo” en Fuerteventura. De hecho, tras el XVI Congreso del PP en Valencia, la dirección nacional realizó un mandato claro al PP canario para que todos los críticos que fueron expulsados, marginados o perseguidos durante la anterior etapa de Acebes y Zaplana, incluyendo al sector de Domingo González Arroyo y su hija Pilar en Fuerteventura, fueran reintegrados en el próximo congreso regional del partido.