El Gobierno canario aplicará las medidas más restrictivas contra el coronavirus para que la crisis dure lo menos posible

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

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“Esto va a ser como si nos clavaran un cuchillo en profundidad. Lo que hay que evitar es que se arrastre y conseguir que salga limpiamente”. Con esa figuración describe el viceconsejero de Presidencia del Gobierno de Canarias, Antonio Olivera, la estrategia que se aplicará para que la crisis del coronavirus dure lo menos posible, tanto en lo sanitario como en lo económico. “Lo mejor es llegar cuanto antes a la parte de bajada de la curva” de contagios mediante “las medidas más restrictivas”. Las estimaciones del Gobierno autonómico son de dos semanas muy duras con una reactivación de la economía a partir del mes de mayo con medidas en parte costeadas mediante los más de 300 millones de superávit de 2019 cuyo desbloqueo espera sea desbloqueado por el Ministerio de Hacienda.

Canarias se prepara para dos semanas con su actividad económica reducida a su mínima expresión, periodo en el que está garantizado el suministro de productos de primera necesidad. “Incluso si no pudiera entrar ningún barco, tenemos garantía de mercancías para mes y medio”, ha asegurado el viceconsejero de Presidencia, uno de los gurús económicos del Gobierno regional.

Junto a las acciones establecidas por el Gobierno de la nación a través del decreto de declaración de alarma, el de Canarias prepara una batería de medidas para la liquidez de las empresas mediante el aplazamiento de impuestos y líneas especiales de crédito, a las que se sumarán las destinadas a apoyo social a las familias que han de acatar las restricciones de todo tipo que se imponen.

Un segundo paquete de medidas, a aplicar una vez se consiga invertir la curva de contagio y se restablezca la actividad económica, se destinará al impulso de la economía mediante dos líneas de actuación: la promoción turística “para que el destino vuelva a coger pulso”, y acciones de inversión y gasto público al amparo de la flexibilización que se espera decrete el Gobierno de la nación.

Canarias confía en recuperar pronto la ocupación turística porque los visitantes no se han ido a otros destinos, “y cuando esto acabe tendrá ganas de vacaciones”, así como el dinero para disfrutarlas.

El modelo que aplicará España y consecuentemente Canarias está basado en la experiencia de los dos países asiáticos donde comenzó la crisis sanitaria, China y Corea del Sur, que en tres semanas han logrado contener el virus y han recuperado el 80% de la actividad económica, refiere Olivera. “Es la única referencia que tenemos y que demuestra que las medidas más restrictivas consiguen sus propósitos”, sobre todo para que duren lo menos posible.

Canarias se enfrenta a esta crisis económica justo en el momento en el que su crecimiento económico se situaba en febrero por encima de las previsiones, aunque levemente. La economía isleña crecía casi en un 1,3%. Pero las estimaciones del Gobierno son optimistas: si las medidas son contundentes y funcionan, opina Antonio Olivera, “nos dejará una huella de un mes y luego la economía tendrá un impulso incluso con efecto rebote, con una recuperación por encima de lo esperado”. Pero advierte: “los meses de marzo y abril serán los más duros”.