El Gobierno regional ha ordenado la creación de un Área de Régimen Interior en el Cuerpo General de la Policía Canaria que se encargará de investigar las actividades que puedan ser ilícitas o contrarias a la ética profesional ejercidas por los agentes, según se desprende de la orden del 30 de diciembre de 2014 que ha sido publicada recientemente en el Boletín Oficial del Estado.
Este departamento de nueva creación se tendrá que, entre otros aspectos, hacer un seguimiento de las diligencias judiciales que afecten a los policías, pero solo en los casos en que las mismas “puedan suponer algún perjuicio para la Administración”.
De este modo, el consejero de Economía, Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz, integra en la Policía Canaria una división cuyo principal objetivo se centra en vigilar la conducta de sus miembros. Esto ocurre años después del inicio de la actividad del Cuerpo y de que diversas quejas por acoso laboral, horarios abusivos y sanciones cuestionadas hayan sido publicadas por los medios de comunicación del Archipiélago.
A esto se le añade el denominado caso Ladrillo, que mantiene imputados a un subinspector y tres agentes, a los que la Fiscalía acusa de falsear las diligencias practicadas a un detenido para imputarle un delito de atentado a la autoridad en los carnavales de 2013 en Las Palmas de Gran Canaria.
Entre las funciones de la denominada División de Régimen Interior, se encuentra además la gestión y dirección de las evaluaciones de los servicios policiales y del personal y la ejecución de actuaciones en materia disciplinaria. Cabe destacar que el área dependerá orgánicamente de la Jefatura del Cuerpo y, funcionalmente, de quien ostente la competencia en materia de seguridad.
La Consejería también ordena la creación de un Área Operativa y de Apoyo en la Policía Canaria, a la que corresponderán las funciones de planificación, coordinación, gestión y dirección de las funciones operativas.
El sindicato Cobas valora que se instauren estos departamentos en el Cuerpo, aunque considera que se encuentran “vacíos de contenido”, ya que “no se sabe quién pertenece a qué sector o quién tiene preferencia”.