La rebaja de sueldos decidida esta semana por el grupo de gobierno en el Ayuntamiento de La Laguna (PSOE, Unidas Se Puede y Avante La Laguna) tiene ardiendo el teléfono del alcalde de la ciudad, Luis Yeray Gutiérrez. Y todas las llamadas son para felicitarle por la iniciativa, asegura. “Es verdad que la mayoría son llamadas de compañeros del partido en la Península, pero ninguna ha sido de reproche”. Sin embargo, la medida de rebajarse el sueldo en un 30% mientras dure el estado de alarma ha sido acogida con desigual valoración incluso dentro del Partido Socialista, donde no se levantan voces especialmente críticas, aunque sí sobre su dudosa efectividad ante el tamaño de la crisis económica que se cierne sobre todo el país tras el paso de los peores momentos sanitarios de la pandemia. En muy pocas de las islas consultadas se recrimina la decisión porque de alguna manera deja en mal lugar a los que no la vieron venir y temen haberse quedado en una situación política comprometida.
“El problema estará cuando se vuelvan a subir el sueldo”, dice con cierto sarcasmo uno de los dirigentes del PSOE consultados por este periódico, que sin embargo evita cualquier tipo de crítica a su compañero de La Laguna y prefiere el anonimato. “Seguro que se ha tomado esa medida con la mejor de las intenciones, porque lo que se nos viene encima es una emergencia social y todavía no está ni siquiera evaluada, pero no la han medido bien”, añade. A eso responde con naturalidad el alcalde de La Laguna: “Cuando tengamos que subirnos de nuevo el sueldo, nos lo subiremos; y si hubiera que bajarlo más o subirlo más todavía, lo haremos sin complejos. Sólo pretendíamos igualarnos a todas esas personas que han entrado en los expedientes de regulación de empleo (ERTE) y que verán a partir de ahora reducidos sus salarios en un 30%”, explica.
La medida estará en vigor “hasta que se levante la economía”, una fecha aún por determinar por los expertos, que no se atreven a vaticinar con precisión en el calendario, aunque Gutiérrez es optimista. “No es una pose publicitaria”, defiende el alcalde lagunero, que anuncia que se adoptarán además otras medidas económicas para atender las necesidades de la población de su ciudad, la tercera de Canarias.
El líder de la oposición en ese Ayuntamiento, el exalcalde José Alberto Díaz, de Coalición Canaria, es prudentemente crítico con la decisión del grupo de gobierno, y aunque la considera una medida “más publicitaria que efectiva”, anuncia que a ella se sumará el único concejal liberado que tiene en ese ayuntamiento su formación, que no es él que, desde que dejó la alcaldía el año pasado, se dedica al ejercicio de su profesión de abogado. El Partido Popular va por el mismo camino y se verá obligado en los próximos días a sumarse a la iniciativa y a rebajar un 30% el sueldo de sus dos concejales laguneros liberados.
CC ha presentado una batería de 92 medidas para tratar en el próximo pleno para aplicar “alternativas más razonables y más eficaces” para atender a las personas que -asegura- no tienen ahora para pagar la bombona de gas butano. “O la comida para los chiquillos porque los servicios sociales se encuentran desbordados” y “hay que desplegar con mayor rapidez las ayudas a la gente”.
Díaz cree que hay que tomar decisiones que permitan ayudar a los ciudadanos a través de las ONG dedicadas a atender las necesidades vitales de las personas más desfavorecidas.
El alcalde lagunero aplaude la iniciativas que plantea la oposición municipal en materia de recortes de salarios o de otra índole para dedicar esos recursos a ayudas sociales. “Que las envíen al área de recursos económicos y se estudiarán todas”. El grupo de gobierno también está estudiando otras actuaciones en la misma dirección, anuncia Luis Yeray Gutiérrez.
En lo que parece haber plena coincidencia es en que todos los ayuntamientos se enfrentan a partir de ahora a una muy alta demanda de ayudas sociales por parte de la población con mayor vulnerabilidad, y hay cierto temor a no poder abarcarlas. Pero todos lo cargos municipales consultados coinciden en que habrá que tomar muchas más medidas, incluida seguramente la de bajarse los salarios. “La prioridad es acabar con esto”, dice otra dirigente socialista de la isla de Tenerife, “y luego ya veremos cómo resolvemos lo que se nos viene encima”.
Pero el ejemplo de La Laguna parece ir calando y a él se han unido los ayuntamientos canarios de Breña Alta (La Palma), Tinajo (Lanzarote) y Arona, en Tenerife, desoyendo la críticas de la presidenta de la Federación Canaria de Municipios (Fecam), Mari Brito, alcaldesa de Candelaria (Tenerife), a la que le parece que la medida se debió haber tomado por consenso. Fuera de Canarias, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome (Democracia Ourensana), ha adoptado la misma medida que el de La Laguna, pero en este caso solo a título individual, sin incorporar a la medida a todo su grupo de gobierno.
El contagio llegó este jueves al Parlamento de Canarias, cuya Mesa y Junta de Portavoces acordó la renuncia de todos los diputados a la subida del 2% de sueldo fijada vía Presupuestos Generales del Estado para todos los funcionarios y cargos públicos, así como a las indemnizaciones por las reuniones celebradas y por celebrar durante el estado de alerta, que se vienen manteniendo por videoconferencia. Esas cantidades se donarán a ONG ya elegidas por los trabajadores del Parlamento como Cruz Roja y Cáritas.
La Cámara autonómica ya había renunciado a la subida de sueldos y de dietas al principio de esta legislatura.
Del mismo modo, las medidas han alcanzado ya a diputados y senadores en las Cortes Generales, ante las críticas por cobrar este mes sus dietas por desplazamiento. Este jueves los diputados del PSOE anunciaban que donarán esas dietas durante el tiempo que dure el confinamiento.