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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La Guardia Civil coteja más de 500 imágenes captadas durante el presunto pucherazo electoral en Mogán

La Guardia Civil tiene retratado a medio Mogán entrando y saliendo de colegios electorales el 26 de mayo. El equipo de policía judicial encargado de investigar el presunto pucherazo a favor de la alcaldesa, Onalia Bueno (Ciuca), maneja más de 500 imágenes del domingo electoral. En ellas se observa cómo actuaban delante de los mismos colegios los apoderados del partido aliado de Coalición Canaria en el municipio, unos recibiendo a votantes y hasta otros pasando lista.

Estas y otras documentales –como el audio completo de la alcaldesa explicando cómo manipular el voto por correo- son las primeras pruebas que la Guardia Civil remite al juzgado del sur de la isla que ya ha incoado diligencias y decretado el secreto de las actuaciones, explican fuentes judiciales. Así, la instrucción judicial de la presunta compra de votos y manipulación del voto por correo arranca blindando las actuaciones solo para ojos y oídos del ministerio fiscal y el juzgado instructor.

Hasta la fecha, y desde que la Delegación del Gobierno enviara a Fiscalía y Guardia Civil una denuncia del partido Nueva Canarias alertando de otro fraude electoral en el municipio, el equipo de policía judicial ha interrogado a presuntos traficantes de votos y también a empresarios denunciantes de esos hechos. Por el puesto del instituto armado en la localidad turística de Puerto Rico también ha pasado incluso el colaborador que recibe instrucciones de la alcaldesa para el voto por correo.

En ese audio se escucha a la alcaldesa decir que “lo importante es que cuando el sobre llegue a casa [de cada vecino, para votar por correo] te llamen y no lo abran, para yo decirte cómo es el rollo”. Un indicio de que esos votos por correo no serían fruto del libre y secreto derecho al voto. “Yo te mando a una persona para que te lo haga todo de una sentada”; “yo te lo puedo hacer, yo te lo hago. Hay una persona que te lo hace”, dice Onalia Bueno en esa grabación difundida por Canarias Ahora.

Antes de comenzar con la toma de declaraciones, el juzgado ha reclamado también a los investigadores informes de sus pesquisas, reactivadas el pasado mes de mayo a raíz de esas escuchas y las denuncias. La propia Guardia Civil ha explicado a este diario que la investigación abierta por otras denuncias y grabaciones de compra de votos en 2015, también difundidas por Canarias Ahora en 2016, todavía sigue viva.

En esta ocasión, testigos presenciales del 26M en Mogán han relatado cómo se manejaban los apoderados y voluntarios de Ciuca durante ese domingo en varios colegios electorales. Esas denuncias figuran también incorporadas al recurso que Nueva Canarias remitió a la Junta Electoral Central impugnando las elecciones y reiterando su solicitud de anulación y repetición, como sucediera en 1979. Un recurso que todavía está pendiente de resolver la Junta Central.

Así, esos testigos relatan momentos, por ejemplo, en el instituto de Arguineguín. “Desde primera hora de la mañana ya había una legión de apoderados de Ciuca en la puerta del IES Arguineguín –en la calle- identificados con sus credenciales (al menos diez) que llevaban un listado de personas a las que esperaban…veían un coche determinado y se daban indicaciones para que ayudaran a bajar a alguien, o les paraban a las puertas del instituto y, tras una breve conversación, los ocupantes del vehículo bajaban, entraban al instituto, a votar se comprende, y una de las apoderadas de Ciuca anotaba en un listado su nombre”, recoge el recurso electoral.

“En el CEO de Puerto Rico la situación a las 11:00 era desconcertante. Sí había presencia policial en las afueras del centro, pero no dentro, donde, por cierto, unos cuatro/cinco apoderados de Ciuca actuaban como receptores –casi anfitriones- de toda persona que llegaba a votar, interceptándoles el paso y preguntándoles dónde vivían como excusa para indicarles la Mesa en que debían votar y acompañándoles hasta la misma. Era una aparente ayuda que se traducía en casi intimidación, y además, siempre los de Ciuca actuando como anfitriones…su manera de estar y actuar tenía más que ver con la de porteros de una fiesta privada que la de apoderados en un centro público de una jornada electoral”, describe el escrito.

Y de las votaciones en el casco del pueblo de Mogán, esos testigos apuntan las mismas formas que en otras partes: “Una pequeña legión de apoderados de Ciuca a la entrada del centro y repartidos en el interior se comportan como los dueños del local…preguntan a la entrada si vienen a votar y se ofrecen a acompañar, actúan como guías todo el tiempo, pero esta supuesta amabilidad es un corsé en la práctica, como si fuera cosa de ellos…intimidan y hacen sentir extraños”.

En todas estas descripciones, el denominador común es la “ausencia total de formas democráticas, actitudes patrimoniales de parte de los funcionarios del ayuntamiento que incumplían su deber de velar por el buen funcionamiento de la jornada electoral…intimidación y arredramiento por parte de grupos organizados de supuestos apoderados de Ciuca que no ocultaban, más bien exhibían, su misión: captar votos y dirigir la representación democrática” el mismo domingo electoral.

La alcaldesa de Mogán ha cargado estos días contra sus denunciantes y Canarias Ahora y defendido la limpieza del proceso electoral y la pulcritud de sus votantes. Pero lo cierto es que se investiga su victoria electoral por datos tan llamativos como que el voto por correo se haya triplicado con respecto al de 2015, con casi 1.500 papeletas no presenciales. En un municipio con un censo de poco más de 11.000 votantes y con una participación del 70% (votaron casi 8.000), el porcentaje es escandaloso. Lo hicieron por correo más del 18% de los votantes.

Esos datos contrastan con los de votos emitidos por correo en toda la provincia de Las Palmas, que fueron casi 15.000. Un 10%, por tanto, solo en Mogán, que cuenta con el 0,3% de los votos depositados en los municipios de las tres islas orientales. No en vano, la lista de la alcaldesa ha obtenido un resultado que pocos en Mogán se lo creen, aunque ella se vanagloria de ello: nunca antes una candidatura obtuvo esos 4.300 votos del domingo pasado. Ni siquiera cuando ganaba el PP unido del exalcalde Paco González y su antigua mano derecha y ahora enemiga política, Onalia Bueno. También conseguían 10 de 17 concejales, pero con 3.400 votos.