Los 500 kilos de cocaína incautados el pasado 17 de julio en un velero en medio del Atlántico por la embarcación Petrel de Vigilancia Aduanera tenían como destino Gran Canaria y Tenerife, según ha informado el inspector jefe de la Udyco en Las Palmas Manuel Curbelo.
El responsable de la Udyco junto a la Delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, y otros altos cargos policiales de las islas han facilitado en rueda de prensa detalles de la operación denominada Lagaren, que sigue abierta pero bajo secreto de sumario, y en la que hasta el momento se han detenido a cinco personas.
El único tripulante del velero Maid of Orleans, un “viejo lobo de mar” de más de 50 años y norteamericano; dos canarios que han sido detenidos en Gran Canaria, donde también se arrestó a un irlandés; y una australiana localizada en Tenerife componen las detenciones practicadas hasta el momento, ya que hay dictadas cuatro órdenes internacionales de detención.
Curbelo ha dicho que se investiga aún a otras personas implicadas en la operación llevada a cabo por la Udyco en las islas en colaboración con la Agencia Tributaria, que se ha saldado con la intervención de otro velero más y una goleta con un auténtico “arsenal” de armas oculto en una antigua máquina de música.
También se han intervenido 40.000 euros en metálico, terminales de telecomunicaciones vía satélite, 2,6 kilos de joyas y varios lingotes de oro, que se cree que proceden de la fundición de otras piezas, ha indicado Curbelo, quien ha precisado que se investiga si han sido robadas, así como su procedencia.
Curbelo ha señalado que con los 500 kilos de cocaína se podían obtener 8,4 millones de dosis, y ha valorado su precio de venta en el mercado en 135 millones de euros.