Parlamento brinda el primer homenaje civil al tinerfeño “trasterrado” y Santa Cruz colocará una placa en la casa que le vio nacer
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 13 (EUROPA PRESS)
La última alumna del intelectual canario Juan Marichal, Julia Rodríguez Cela, ha adelantado este lunes en el salón de Actos del Parlamento de Canarias que en breve se publicará un libro con los textos que el canario “trasterrado” dedicó al archipiélago durante el primer homenaje civil que se ha rendido al tinerfeño tras su reciente fallecimiento.
Con la presencia del presidente de la institución, Antonio Castro, las Jornadas Parlamento y Sociedad abrieron su espacio a los recuerdos, las fotos y las anécdotas del que haya logrado, entre otros méritos, ser profesor de Harvard.
Si bien en un momento determinado se planteó la duda de que no hubiera fondos para la iniciativa del Gobierno que lidera Paulino Rivero para la publicación de la obra, la consejera de Educación, Milagros Luis Brito, también presente en el acto, garantizó que una vez completada y con el fin de garantizar su obra para la posteridad, se financiará la difusión del libro sobre el intelectual.
“UN INTELECTUAL DE FUSTE”
“Haciendo abstracción de sus méritos intelectuales y de su ilustre trayectoria universitaria, Juan Marichal fue, en primera instancia un canario trasterrado --término de su invención--, obligado por la barbarie y la inclemencia de la Guerra Civil a construir su biografía lejos de su tierra natal”, comenzó diciendo Castro que reconoció que tras 30 años de destierros regresó a Tenerife de la mano de su amigo Domingo Pérez Minik lo que permitió a sus paisanos conocer “a un intelectual de fuste”.
En su discurso, antes de dar la palabra a Cela, el presidente subrayó los trabajos de Marichal en dos personas de la historia de España: Manuel de Azaña y el canario Juan Negrín.
“Los trabajos deshacen con sabiduría, documentación, pruebas y una exquisita elegancia las leyendas negras de dos políticos honestos y lúcidos, sin cuya presencia sería imposible entender lo que ocurrió realmente en esta país y la doctrina posterior que ensombreció la vida y las ilusiones de tantos compatriotas”, ilustró el presidente de la Cámara.
De sus palabras se desprende el agradecimiento sobre las aportaciones de luz y razón de Marichal sobre “nuestro doloroso pasado”.
En este sentido, Castro también defendió su valentía y sus denuncias contra las lacras sociales de Marichal no sin agradecer la presencia de los invitados a las jornadas de este lunes.
SER CANARIO
Rodríguez Cela subió a la tarima presentada como la “última alumna de Marichal”, pues dirigió su tesis, y además de adelantar, la publicación de un libro hizo un itinerario biográfico por su vida.
“Amó siempre a su tierra pese a que no vivió mucho en ella, pero es verdad que en la infancia es donde se fragua siempre donde se encontrara era como un reducto español y un reducto canario”, comenzó diciendo Rodríguez que destacó de él su ingenuidad y su bondad.
Recordó que una vez el periodista Juan Cruz le preguntó qué era ser canario y le contestó: “Ser canario es una persona abierta al mundo”. Rodríguez Cela aseguró que esta idea de insular le acompañó toda su vida.
En el acto también participaron el escritor Juan Cruz, el político y vicepresidente de la Fundación Juan Negrín, Eligio Hernández, y la nieta de Juan Negrín, Carmen Negrín.
Cruz destacó que siempre había estado aprendiendo y que ese era su mérito. “España le producía encanto y pena a la vez. La cultura española vivía con ellos, pero era el país que les había expulsado y vivieron el exilio como siempre”, subrayó el periodista que compartió sus recuerdos con Marichal.
Hernández como la nieta de Negrín agradecieron la labor hecha por Marichal con la persona del último presidente de la República.
Hernández tomó las palabras de Domingo Pérez Minik en relación a que cuando Marichal hablaba de política hacía filosofía de la historia.
NO TENÍA NADA QUE DEMOSTRAR
Por su parte Carmen Negrín evocó su primer encuentro con el homenajeado. “Lo conocí hace unos 40 años. Vino acompañado de su esposa. Llegó a París, modestamente, como los grandes hombres que no tenían nada que demostrar. Era la primera vez que en 15 años venía alguien directamente a casa a hablar de mi abuelo. Sólo saludé y me fui sin darle más importancia. Me retuvo su mirada tan discreta y la afinidad tan profunda de esa pareja”.
“Poco sabía de la influencia tan importante en la rehabilitación de mi abuelo. Siempre tuvo a España en su corazón. Era lógico que se interesara de su sociedad y por ende a los políticos”, concluyó.
Finalmente, el teniente de alcalde de Santa Cruz de Tenerife adelantó, Antonio Bello, anunció el compromiso del regidor, Miguel Zerolo, para poner una placa conmemorativa a Juan Marichal en su casa.