Cuando José Manuel Soria envió en vuelos nocturnos a cientos de migrantes desde Canarias a Madrid
En vuelos nocturnos y desde Canarias a Madrid. Así trasladó el Partido Popular a más de 200 migrantes a la capital española entre 1995 y 2003, cuando el exministro José Manuel Soria estaba al frente del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Los desplazamientos se pagaban con fondos de la concejalía de Asuntos Sociales y fueron la respuesta que el entonces alcalde encontró a la falta de recursos de acogida suficientes en el Archipiélago. Dos décadas después, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también del PP, señala sin pruebas al Gobierno central de repetir estas actuaciones y reproduce el discurso xenófobo de la extrema derecha relacionando a los migrantes con la criminalidad.
“Por las noches, especialmente lo hemos visto en esta Navidad, han estado enviando a los inmigrantes a distintos puntos de la geografía española, especialmente a localidades, a municipios y a comunidades donde gobierna el PP y no el PSOE”, ha asegurado Ayuso. Fuentes del Ministerio de Inclusión explicaron a elDiario.es que los migrantes son derivados a centros de acogida donde hay plazas disponibles y no según criterios políticos.
Ayuso acusa sin pruebas al PSOE de fletar vuelos de migrantes “con nocturnidad y alevosía” por necesitar los votos de Coalición Canaria, olvidando que fue su partido el que organizó en 2001 vuelos de migrantes a Madrid sin coordinarse con las autoridades de la comunidad autónoma. Ese año, la falta de una red estable de acogida empujó a decenas de personas llegadas en pateras a dormir en las calles de Canarias. Muchas de ellas acabaron pernoctando en el parque de Santa Catalina, en la capital de Gran Canaria.
José Manuel Soria, entonces alcalde de la ciudad, ordenó que fueran expulsados a manguerazos unos doscientos migrantes de esa plaza. Esa misma noche, a las tres de la madrugada, los envió a Madrid en un vuelo nocturno de Iberia, sin comunicarlo previamente al gobierno madrileño y sin contactar con ninguna ONG de la Península, para garantizar la correcta acogida y asistencia de los supervivientes. “No son españoles y quieren volver a su país. Simplemente hicimos lo que nos pedían: ir a la Península, donde están sus embajadas que, para ellos, son su casa”, afirmó Soria en declaraciones recogidas entonces por El País. “¿Iba a seguir consintiendo el Ayuntamiento que durmieran en el Parque de Santa Catalina? Pues no”.
El caso de 2020
Un episodio similar se vivió en Gran Canaria durante la emergencia humanitaria de 2020. Entonces, el muelle de Arguineguín, en el municipio de Mogán, se convirtió en símbolo de las vulneraciones de derechos de las personas migrantes. Allí permanecieron hacinadas en un mismo día hasta 2.600. El 17 de noviembre, siguiendo una orden cuyo origen aún se desconoce, la Policía Nacional sacó a 227 migrantes del muelle, dejándolos en situación de calle. Ese mismo día, la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, ahora también miembro de la dirección regional de Coalición Canaria, fletó tres guaguas para sacar a los migrantes magrebíes de su municipio y enviarlos a la Plaza de la Feria, en Las Palmas de Gran Canaria.
En las inmediaciones de esta plaza están la sede de la Delegación del Gobierno y también el Consulado de Marruecos. Allí pasaron seis horas en situación de desamparo, y fueron los vecinos de la isla los encargados de ofrecerles comida y agua. En cuanto el Ministerio de Migraciones tuvo constancia de lo sucedido en el muelle, dio instrucciones para recoger en guaguas a todos los migrantes y derivarlos a plazas del sistema de acogida.
El rechazo del PP a recibir migrantes
Cerca de 40.000 personas llegaron a Canarias en pateras y cayucos en 2023. Como es habitual en estos casos, el Ministerio de Migraciones ha agilizado las derivaciones desde el Archipiélago hacia diferentes puntos de la Península. Los traslados responden también a las peticiones de solidaridad del Gobierno de Canarias (formado por Coalición Canaria y el PP) al resto de autonomías. Sin embargo, el PP canario se ha topado también con el rechazo y la xenofobia de su propio partido.
El PP ha llegado incluso a relacionar al Gobierno de España con las mafias y el tráfico de personas. “El gobierno sanchista ha decidido colaborar con el negocio organizado por las mafias de tráfico ilegal de personas, convirtiéndose en el último eslabón de la cadena”, afirmó el diputado popular Rafael Hernando a través de la red social X. Salvador Escudero, concejal del PP de Torrox (Málaga), comparó a las personas migrantes con animales en una entrevista de radio y las acusó de llevar “el tifus” a España.
El vicepresidente del Gobierno de Canarias, Manuel Domínguez, y presidente también del PP en la comunidad autónoma, ha defendido a Ayuso, asegurando que “lo único que quiere es información” para poder atender a esas personas. También ha señalado que cuando la presidenta de Madrid habla, “sube el pan” porque “el morbo es lo que gusta en esta sociedad moderna y en esta España desdibujada”.
En cuanto a las afirmaciones de sus compañeros de partido en la Península, Domínguez llegó a invitarlos a presenciar el desembarco de migrantes en El Hierro o en Lanzarote para despertar su “empatía”. “Si alguien viniese a cualquiera de los puertos a ver cómo bajan esas personas de la patera, estoy convencido de que la opinión cambiaría y que ese tipo de reproches deberíamos dejar de hacerlos”, apuntó Domínguez.
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