El disenso sigue incrustado en la Ley del Suelo tras más de 40 horas de debate
De nada han servido las más de 40 horas de debate durante la elaboración del informe de la ponencia efectuado a la Ley del Suelo a la hora de acercar posiciones entre los distintos grupos parlamentarios respecto al núcleo esencial de la legislación. Este viernes, el debate en la Comisión de Política Territorial ha sido un mero y largo trámite de cuatro horas para constatar que las diferencias siguen vivas y que las mismas se mantendrán cuando la Cámara regional apruebe definitivamente el 22 de junio el nuevo texto legal.
Es cierto que la mayoría de los 408 artículos de la Ley tiene un respaldo unánime, pero no es menos evidente que todos aquellos que abren la puerta a la “arbitrariedad” solo serán apoyados por los 33 diputados de los grupos Nacionalista, Popular y Mixto (ASG).
Y es que ni el PSOE ni Podemos ni Nueva Canarias (NC) están de acuerdo con el artículo 101, que a su juicio permite el uso turístico fuera de las zonas reservadas en los planes insulares de ordenación territorial, ni con el 104, pues obvia que para la aprobación de los planes insulares se necesiten informes sobre criterios de sostenibilidad y de adaptación al cambio climático por parte de la nueva Cotmac.
Una tesis que desde CC, PP y ASG se niega, pues mantienen que el texto es claro al asegurar que “la Administración autonómica emitirá un informe único, preceptivo y vinculante, sobre las cuestiones sectoriales relativas a las competencias de carácter autonómico que pudieran resultar afectadas por el plan”.
Asimismo, el bloque opositor asegura que el Gobierno cede a los cabildos la competencia para la formulación, aprobación y evaluación ambiental de los Espacios Naturales Protegidos en el artículo 164, con lo que la Comunidad Autónoma renuncia a sus competencias y al control del patrimonio
Otro foco de conflicto son los artículos 290 y 307, pues socialistas, Podemos y NC creen que permiten que los convenios urbanísticos y los denominados programas de actuación sobre el medio urbano puedan modificar el planeamiento existente, saltándose todos los trámites ordinarios.
Sostenible vs. desarrollista
Sostenible vs. desarrollista Discrepancias que han vuelto a visibilizarse este viernes. Frente a quienes, como Casimiro Curbelo, la consideran una “Ley oportuna porque preserva la sostenibilidad y protege el paisaje” están los que, en palabras de Luis Campos, la califican de “desarrollista, debilita el papel de los cabildos y abre puertas traseras” a futuros desmanes urbanísticos.
Y si Miguel Jorge (PP) la defiende porque “desatasca el planeamiento, mejora sustancialmente los tiempos de tramitación y la simplifica”, Natividad Arnáiz (Podemos) insiste en que “dejar en manos de ayuntamientos y cabildos la ordenación del territorio, perdiendo la perspectiva archipielágica, fomentará desigualdades en nuestra tierra” al rebajar el control que llevará a cabo el futuro Órgano de Evaluación Medioambiental que sustituye a la actual Cotmac.
Por más que el nacionalista José Miguel Ruano mantenga que “partíamos de un buen proyecto de Ley y hemos hecho uno mejor proyecto, que probablemente no va a solucionar todos los problemas de la economía canaria, pero dejará hacer las cosas donde se pueden hacer y no allí donde no se puede”, siempre tendrá en frente a la socialista Nayra Alemán para increparle que la Ley “sucumbe a la especulación y a las puertas traseras, está escrita con piel de cordero y va a llevar a Canarias de nuevo a la época de los mamotretos”.
Pírrica mayoría absoluta
Pírrica mayoría absoluta
Un disenso que Campos ha recordado que llevará a una Ley “estratégica” para las Islas a ser aprobada “con una mayoría pírrica de 33 diputados, que suponen 70.000 votos menos de los conseguidos por aquellos grupos que la rechazan”, lejos de la unanimidad que antaño cosecharon los textos legales sobre ordenación y planeamiento territoriales que la nueva legislación derogará. “En todo caso, es la mayoría absoluta de la Cámara”, recordó Ruano.
“Al escuchar a algunos portavoces, parece que el Apocalipsis nos hará emigrar a todos a partir del 22 de junio, porque Canarias se volverá irrespirable”, ironizó el conservador Blanco.
“Se ha malgastado una oportunidad de oro para controlar el territorio en el Archipiélago”, concluyó la socialista Alemán.