Mastretta y López aceptan literatura violenta entre escritoras, pero los autores han hecho “barbaridades” con mujeres

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 30 (EUROPA PRESS)

Las escritoras Ángeles Mastretta y Elsa López han coincidido esta noche en que si bien es cierto que existe una literatura violenta entre las mujeres escritoras, no lo es menos que los escritores “han hecho barbaridades” con las mujeres.

Con aficiones comunes con la literatura “o el chocolate”, las escritoras se han sentado a hablar --con la compañía del también escritor y periodista Juan Cruz-- en Tenerife de mujeres dentro del ciclo que organiza CajaCanarias 'Ideas para Cien Años'.

“Julio Ortega [crítico literario] dijo alguna vez que si Ángeles Mastretta hubiera escrito Madame Bovary, Emma no se hubiera suicidado y uno lee a Tolstoi y ve a Anna Karenina uno díce ¿por qué se va a matar?, ¿por qué se pone en este plan?. Es hora de que camine a otro lado. El grado de desesperación es mayor o al menos del mismo tamaño entre escritores y escritoras”, explicó la autora de 'Mujeres de Ojos Grandes'.

Mastretta negó ser 'partícipe' de la violencia de otras autoras. “Entre mis deberes está el empeño de que las mujeres no se suiciden, de que si las matan no sea porque se dejaron matar. La historia de Santa María Goretti, por ejemplo, es ¿por qué se dejó matar y, sobre todo, por qué me dijeron que era lo que yo tenía que ser en la vida?. Sí, las mujeres tienen literatura violenta, pero es que los hombres han hecho barbaridades con las mujeres”, dijo vehemente la escritora.

López, en esta misma línea, defendió que no era “violenta. ”Yo no soy violenta más bien testigo, a veces, me siento obligada a contar lo que veo. Lo que a mí más me impacta es la tristeza, el horror, el suicidio y sobre todo en las mujeres porque veo que son víctimas de la sociedad, de un sistema económico...“, admitió y reconoció que tras publicar 'El corazón de los pájaros', pudiendo salvar a su protagonista, no lo hizo. ”¿Por qué no la salve?“, preguntó en un pensamiento que pareció escapársele en voz alta.

“Yo no he matado a ninguna”, recalcó Mastretta que insistió que el personaje femenino de 'Arráncame la vida“ fue inventado por ella y no la mató. ”A mí me gusta que las mujeres se queden vivas“. Observó, no obstanta que en su momento Charles Dickens había defendido que los escritores sólo sabían acabar los libros de dos maneras: con que la gente se casa o se muera. Luego, como en un pensamiento espontáneo, observó con una sonrisa que ”ahora se ha inventado la tercera opción que es que no termine...“.

EN MANOS DE LA COSMOPOLITAN

Las escritoras, esparadas por una cola de público dominado por mujeres, reconocieron que no había manera de no ser feminista en sus trabajos, ni en el del resto de escritoras. “No entiendo cómo no se puede ser feminista, pero parece que la revista Cosmopolitan se hace cargo del feminismo, entonces ya cualquiera es feminista, yo creo que es otra ganancia de las mujeres”, argumentó Mastretta.

“Ahora que murió Corín Tellado, yo dije a esta mujer la admiro, como trabajaba. Era una gran trabajadora... para que cada mes hubiera cien páginas distinta al mes anterior. Cada mes esta señora hacía un trabajo para que la gente fantaseara con necedades mayores que las que hace hoy la gente”, defendió la escritora mexicana.

“A mí no me parece que no deba notarse que somos diferentes. Yo creía que no se podía ver la distinción... lo que hacemos nosotros les habla más a mujeres que a hombres”, dijo Mastretta. En este punto de la conversación la poetisa palmera matizó que a lo mejor lo que pasaba no era porque lo contara una mujer, sino porque contaba algo que interesaba a las féminas. “ A lo mejor, no es por lo que tú cuentas, que lo puede contar Juan Cruz, lo mismo sino porque cuentan algo que les interesa. Hay hombres que escriban de esas mujeres”, defendió la escritora que reconoció haber escrito sin éxito 'en clave masculina'.

Elsa López aseguró que quería dejar entre el público asistente un “optimismo claro sobre el futuro hablando de mujeres y literatura”. “Creo que somos unas heroínas”, declaró. Mastretta no se mostró tan optimista. “Aquí se pone la vida... yo lo que creo es que ya está el deseo de las mujeres de saber quiénes son y cómo quieren vivir su vida y en muchas otras de que están en el camino y se sientan acompañadas”, concluyó con el asentimiento silencioso de los presentes.