El consejero de Medio Ambiente, Domingo Berriel, dijo este viernes que en 2010 gestionará un presupuesto de 92 millones de euros, un 14% menos que este año y en el que por primera vez se incluye la partida para los parques nacionales, y el PSC le reprochó que por su “desidia” los canarios deben afrontar indemnizaciones millonarias.
Domingo Berriel dijo en comisión parlamentaria que las partidas previstas para su departamento en el proyecto de ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2010 experimentan “lógicamente” una reducción, y la mayor cuantía prevista es la dedicada a los parques nacionales, con 16.577.000 euros.
Esta cantidad procede de una transferencia estatal que en principio, según Berriel, es suficiente para continuar la protección de los parques nacionales, que la Comunidad Autónoma prevé “mejorar” con un esfuerzo “adicional” y que tenga como objetivo dar más valor a estos espacios y que se gestionen con una filosofía “moderna” para aumentar sus ingresos.
Por el contrario el diputado del grupo Socialista Manuel Fajardo opinó que con estos presupuestos la Consejería difícilmente va a cumplir sus objetivos, pues la han dejado “en cuadros”.
Fajardo pidió a Berriel que deje “la posición horizontal” y que se haga “valer” dentro del Gobierno para que los canarios puedan disfrutar de unas islas más respetuosas con el medio ambiente y el territorio, y aseguró que en su presupuesto para 2010 la Consejería se ha limitado a copiar los textos de años anteriores “sin un mínimo esfuerzo intelectual”.
Domingo Berriel aclaró que, pese a la reducción de presupuesto, su objetivo es dar continuidad a las políticas “que vienen dando resultados” y respecto a la acusación de “desidia”, pidió a Fajardo que lo critique “por un pecado que realmente tenga, pues estoy en un Gobierno al que le toca pagar por decisiones de hace 20 años”.
La legislación autonómica de ordenación del territorio es la base de las indemnizaciones que debe afrontar ahora el Gobierno, dijo su consejero de Medio Ambiente, quien pidió “ser valientes y consecuentes” con las decisiones adoptadas.
Manuel Fajardo puntualizó que no quiso ofender al consejero sino precisar que éste “no es nuevito” en la gestión política, y anunció que le pedirá que comparezca en el Parlamento para que informe sobre el número y cuantía de procedimientos judiciales en relación con las montañas de Tebeto y Tindaya.
Objetivos prioritarios en política territorial
Berriel enumeró los objetivos prioritarios de su departamento en política medioambiental y subrayó que en materia de ordenación territorial se dará prioridad a culminar los planes generales de ordenación, para lo que además se negocia con determinados ayuntamientos la elaboración de un planeamiento supletorio, en aquellos municipios que no han finalizado el propio, como establece la Ley de Medidas Urgentes.
Como novedad la Consejería centrará sus esfuerzos en eliminar vertederos incontrolados e impulsar un proyecto de deslinde en los espacios naturales para acabar “con las incertidumbres y las discusiones” en este aspecto, sobre todo cuando se limita con suelos urbanizables.
De esta manera se pretende dar “seguridad jurídica” a los vecinos de estos espacios y a las administraciones, dijo el consejero.
Manuel Fajardo criticó la reducción de varias partidas, entre ellas la dedicada a pinares endémicos afectados por incendios forestales, cuya disminución cifró en 355.565 euros, un 24% menos.
“Usted debería hacerse valer dentro de ese Gobierno, aunque difícilmente se podrán hacer otros presupuestos estando al frente de la Consejería de Economía y Hacienda quien está”, dijo Fajardo en alusión al vicepresidente José Manuel Soria.
El diputado de Coalición Canaria José Miguel González insistió en que es necesario simplificar la normativa en materia de ordenación del territorio, que calificó de “maraña”, lo que debe hacer “con absoluta transparencia”, y deseó al consejero “mucha suerte, porque la suerte de usted será la de todos los canarios”.
Miguel Jorge Blanco, parlamentario del grupo Popular, pidió al consejero que culmine los planes de recuperación de especies y de declaración de zonas especiales de protección de aves y lugares de interés comunitario, pues la biodiversidad “es una de las grandes fortalezas de Canarias”.
Sobre este asunto el socialista Manuel Fajardo criticó la política de clasificación y “desclasificación” de las especies, y Domingo Berriel le contestó que el mayor fracaso de una política de conservación es que una especie siempre tenga el mismo nivel de protección, pues se intenta que deje de estar en peligro.
El consejero también aseguró que el Estado no ha dado los recursos necesarios para la lucha contra la desertificación y consideró que en Canarias debería haber un centro de investigación para zonas áridas.