En memoria de las víctimas y por la III República

Muerto Franco, acabó el franquismo, pero el dolor y el recuerdo por los millones de represaliados se mantiene vivo en la memoria de mucha gente. Entre las víctimas del régimen se encuentran republicanos, masones, socialistas, comunistas y trabajadores y ciudadanos sin adscripción ideológica, asesinados bajo el Nacional-catolicismo.

El pasado martes día seis de agosto, tuvo lugar el “homenaje republicano y revolucionario” que miembros y simpatizantes del Partido Comunista del Pueblo Canario y los Colectivos de Jóvenes Comunistas rindieron a los asesinados por el régimen franquista Eduardo Súarez, comunista y diputado del Frente Popular, y Fernando Egea, socialista y delegado del Gobierno de la II República. Ambos fusilados el seis de agosto de 1936 en el campo de concentración de La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria.

Como tantos y tantos otros que perdieron su vida bajo el nacional-catolicismo, y que fueron recordados y homenajeados por las más de 50 personas que se dieron cita en la capital grancanaria. También recordaron al “camarada” Julián Grimau, asesinado hace 50 años en Madrid por la dictadura militar fascista.

Junto a la figura del Doctor Negrín, en la calle Triana, desplegaron banderas republicanas y comunistas que por unas horas colorearon la zona comercial con el recuerdo político de otros tiempos, cada vez más actuales. Y es que, como comentó una joven militante, desde que comenzó la crisis e incluso antes se ha producido un salto cualitativo y cuantitativo: “Antes decías que eras del PC y a veces te miraban raro, pero ahora parece que va habiendo más conciencia política”.

En los discursos pronunciados y en las octavillas repartidas aseguraban que “muerto Franco, la democracia no llegó. No fueron juzgados los que participaron y/o colaboraron con el régimen y de herencia se dejó la monarquía borbónica y su Constitución a la cabeza”.

El acto celebrado el pasado martes se suma a la actividad desarrollada por estos colectivos comunistas que trabajan para la “formación de un movimiento de carácter político” sobre todo en los barrios, o como comentó una joven militante “por la creación de un frente obrero y popular”.