El Ministerio de Justicia estudia personarse para defender los intereses de los perjudicados en España por la quiebra de Thomas Cook, anunció este martes la titular de Turismo, Reyes Maroto, quien indicó que se ha recuperado el 74% de los asientos perdidos con la crisis del operador británico.
La ministra de Turismo, Industria y Comercio en funciones, Reyes Maroto, realizó este anuncio en la sede del Parlamento de Canarias tras reunirse con el presidente autonómico, Ángel Víctor Torres, los presidentes de los cabildos, grupos parlamentarios, sector hostelero y sindicatos para analizar la situación del sector turístico tras la quiebra de Thomas Cook.
Reyes Maroto precisó al respecto que en la reunión del Consejo Español de Turismo se contrastó “la envergadura” que había implicado la quiebra del operador en el caso de Canarias.
Sin embargo, continuó la ministra, “hemos respondido todos a una urgencia en el sector turístico” para evitar que el destinado canario saliese “muy perjudicado”, algo que exigía unidad de acción para afrontar tres cuestiones: la conectividad perdida, la solvencia de las empresas afectadas y los trabajadores en riesgo de perder su empleo.
Por ello Maroto desgranó las medidas adoptadas por el Gobierno en funciones, como la rebaja del 38 por ciento en la tarifa total de aterrizaje y despegue en los aeropuertos de Canarias y Baleares por su especial afectación.
Otra medida es la de reducir en más de un 12 por ciento la tarifa de ruta que las compañías aéreas abonan a Enaire por la prestación de los servicios de navegación aérea a partir del 1 de enero de 2020.
“Estamos por el buen camino y por la buena línea, pero hay que perseverar”, continuó la ministra, quien afirmó que trabajará de la mano de Ashotel y AENA para determinar si es necesario establecer medidas adicionales en materia de conectividad.
Al respecto, indicó que AENA ha confirmado hoy que además de Jet2Holidays y Ryanair, también el grupo TUI está interesado en comprar “slots” para operar en las plazas que ha dejado descubiertas Thomas Cook.
“Lo que no queremos son nuevas crisis de Thomas Cook”, advirtió Maroto, quien señaló que incentivará la mejora de la digitalización de destinos, innovación y modernización de los servicios dentro de un fondo de competitividad turística con el que reforzar al sector ante los problemas que pueda acarrear un operador.
En cuanto a las políticas activas de empleo, la ministra admitió que la bonificación a los trabajadores fijos-discontinuos es una medida de la que Canarias “se beneficia poco”, por lo que ha quedado con los sindicatos del archipiélago en estudiar nuevas propuestas.
Recordó que para el caso de Canarias se trabaja en un convenio dotado con 15 millones de euros destinado al fondo de desarrollo de vuelos, entre otras propuestas.
Respecto a la estrategia jurídica del Estado, el Ministerio de Justicia estudia personarse para defender a los afectados, como hizo en su momento con Viajes Marsans, y establecerá medidas de información en procesos concursales para las empresas afectadas que han de recuperar las deudas contraídas con Thomas Cook.
En cuanto a las críticas formuladas hoy por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que ha calificado de “brindis al sol” las bonificaciones en la tarifa de pasajero propuestas por AENA para garantizar la conectividad de Canarias y Baleares, la ministra reiteró que si se ha recuperado el 74 por ciento de los asientos “es que algo hemos hecho bien”.
En relación con los efectos del Brexit, recordó que el mercado británico ha caído menos este año que el anterior y señaló que el Ministerio realizó hace tres meses una campaña de fidelización en Gran Bretaña.
Ante el Brexit “estamos preparados” y el Gobierno tiene un plan de contingencia diseñado desde marzo, además de trabajar para reforzar la conectividad con Gran Bretaña con medidas como facilidades para viajar con mascotas, poder utilizar simplemente el permiso de conducir como identificación y no exigir un seguro sanitario privado.
En todo caso, resumió la ministra, los efectos van a venir más por la incertidumbre que padezcan los británicos en su cesta de la compra que por las características del destino.