Nueva Canarias (NC) ha manifestado su conformidad con la revisión del Plan Energético de Canarias (Pecan) porque es “evidente” que la situación ha cambiado desde que se aprobara, respecto al anuncio de de la nueva viceconsejera de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo. Para los nacionalistas, lo importante del Pecan no es que se readapte a las nuevas circunstancias sino “que se cumpla”.
En opinión de Nueva Canarias, el Pecan ha sido un plan que ha estado “durmiendo el sueño de los justos en los cajones del Gobierno de Canarias mientras se ha apostado por el gas y no se han desarrollado las energías renovables, especialmente la eólica y solar”. Responsabiliza al Gobierno autonómico de este “estancamiento que hace que estemos a la cola del Estado, siendo la Arabia Saudí de las energías limpias como aseguran los expertos”.
Asimismo, valora las palabras de la viceconsejera respecto a alcanzar los objetivos de la estrategia europea 2020 para que en esa fecha el 20 por ciento de la energía que se consuma proceda de fuentes renovables. Sin embargo, NC asegura que los objetivos del Pecan son “más ambiciosos” ya que proponen alcanzar el 30 por ciento de la producción en 2015, “una meta que habría que revisar puesto que la parálisis de los últimos cuatro años impide que sea alcanzable”.
Además, NC ha reiterado en un comunicado que en Gran Canaria “existe un rechazo de su sociedad y de su máxima institución a que la futura planta de gas se instale en tierra”, respecto al anuncio de Luengo sobre resolver el asunto de la entrada del gas como combustible para la producción de energía eléctrica.
NC mantiene que, “desde hace muchos años, los grancanarios han dejado claro que no quieren la planta de gas cerca de ninguna de sus poblaciones”. Para los nacionalistas este es el punto de partida sobre el gas, “desde el respeto al deseo de los ciudadanos ante una instalación que consideran perjudicial para su salud e intereses”.
El partido recuerda que no está en contra de la diversificación del sistema energético en el que puede incluirse la entrada del gas para la producción de electricidad pero afirma que el gas “no es la panacea, que no va a suponer una reducción en las facturas de la luz porque los precios están estipulados por el Estado independientemente de cómo se produzca la energía, y porque sigue siendo un combustible fósil y contaminante, aunque lo sea en menor medida que el petróleo”.