Nueva Canarias (NC) expresó este jueves una honda preocupación por el erróneo tratamiento, que se hizo en el debate del estado de España de la bonificación del 75% de los billetes aéreos y marítimos entre las islas y con el resto del Estado para los residentes en Canarias. El dirigente de NC, Pedro Quevedo, lamentó profundamente la comparación del presidente, Pedro Sánchez, con una medida antiinflacionista. De los diputados canarios en la Cámara Baja, que no defendieran un derecho amparado en el Régimen Económico y Fiscal (REF), conseguido por NC con sus acuerdos presupuestarios estatales de 2017 y 2018.
El fuero confiere a todas las canarias y los canarios el derecho a acceder a esta ayuda a la conectividad, recordó el dirigente de los canaristas progresistas. Ese “tratamiento singular”, protegido en la ley orgánica del REF, “no es ninguna medida graciosa”, agregó uno de los responsables directos que hizo posible esta medida.
Es un error de concepto, en opinión de Quevedo, lo que le llevó al presidente estatal a justificar que los ciudadanos de las islas se queden sin una medida similar a la gratuidad para el resto de los españoles de los abonos para los trenes de cercanías y media distancia.
El 75% “no es una medida extraordinaria” ante un escenario de crisis temporal, explicó. Es una medida “ordinaria”, agregó, “para garantizar el derecho a la conectividad de los canarios y está sustentada en el REF” y por ser Canarias una Región Ultraperiférica (RUP). Por ese mismo motivo, igual de sorprendente fue, para Quevedo, que ninguno de los diputados canarios defendieran este derecho.
Para Nueva Canarias, es alarmante la persistente negativa de la administración estatal a asumir que las ayudas a la conectividad en Canarias tienen que tener una traducción “distinta” si se trata de ayudar a las familias y personas a afrontar el constante aumento del coste de la vida, provocado por la pandemia y por la guerra en Ucrania.
Por ello insistió al Ejecutivo estatal en la necesidad de bonificar el combustible del transporte. Para evitar la especulación en el coste de los billetes marítimos y aéreos, defendió la vigencia del compromiso adquirido por José Luis Ábalos, antes de su salida del Ministerio de Transportes Movilidad y Agenda, para plantear en la Unión Europea la declaración de los transportes de las islas con el resto del Estado como obligaciones de servicio público.
Desde el punto de vista de los intereses de la comunidad, el debate del estado de España tuvo otro elemento para la intranquilidad. Quevedo dijo compartir, en su totalidad, el objetivo de Sánchez para hacer de los dos archipiélagos, territorios descarbonizados. Pero la duda es, avisó, si en ese esquema está la introducción de las regasificadoras.
En ese caso, tal y como mantuvo en el debate de la convalidación del real decreto ley por las consecuencias del conflicto en suelo ucraniano en la Cámara baja, “estaremos radicalmente en contra”. El dirigente de NC expresó la confianza en que “no sea esa” la propuesta porque la política energética, defendida por la amplia mayoría de la sociedad canaria, pasa por el desarrollo de las renovables y la negativa a la introducción de las regasificadoras.
Con respecto a otros anuncios del presidente, valoró “muy especialmente” la necesidad de la corresponsabilidad “de los que de verdad están obteniendo beneficios obscenos” de esta crisis. Las eléctricas y las entidades financieras, para Pedro Quevedo, deben colaborar a través de un “esfuerzo fiscal mayor”.
Con carácter general, dijo que, tras siete años sin debate, las jornadas vividas en el Congreso de los Diputados han servido para saber “quién tiene algo útil que decir” en relación a los importantes problemas que enfrenta la sociedad española.
Queda “claro” que, frente a propuestas precisas para ayudar a la gente más vulnerable que es la “inmensa mayoría”, hay quien decidió posicionarse en “extremos absolutamente incomprensibles, inaceptables e inútiles”, denunció Pedro Quevedo. Se refirió al empeño en revivir a la banda terrorista ETA, “felizmente” disuelta hace 10 años, afirmó.