Podemos lleva meses funcionando en Canarias sin muchos de los cargos orgánicos elegidos en las primarias celebradas a principios del pasado año. Es el caso de los integrantes de la Comisión de Garantías regional, que se desmanteló tras una denuncia por irregularidades ante la Justicia.
En Gran Canaria han dimitido tanto el secretario general del Consejo Ciudadano Insular, Alejandro Pérez, como el de Las Palmas de Gran Canaria, Miguel Montero, actualmente consejero de Juventud y Educación del Cabildo. Esto puede haber influido en que el número de convocatorias de asambleas abiertas de los susodichos círculos se haya reducido notablemente.
También ha ocurrido en Fuerteventura, donde Pablo Godoy renunció cerca del mes de mayo y en Puerto del Rosario. Además de La Palma, cuya secretaria general insular, Mikal Rodríguez Martín, desapareció acompañada de los miembros del Consejo insular después de poner en duda el destino de la partida presupuestaria para la remuneración del consejero del Cabildo. Esta pregunta, según denunció en su momento el órgano palmero, derivó en que se expedientara y se solicitara la expulsión de Rodríguez.
Montero explica a Canarias Ahora que tomó la decisión de dimitir antes de las pasadas elecciones autonómicas del 24 de mayo, aunque pidió que no se comunicara para “no enturbiar la campaña”. El motivo, dice, se centra en no haber conseguido aunar una candidatura para las municipales en la que también estuvieran Izquierda Unida y Los Verdes.
No considera “llamativo” el alto número de dimisiones, porque a su juicio demuestra que Podemos está en “constante construcción” y que las personas que se presentaron a los órganos “no buscábamos algo”, en referencia a que no aguantaron en su puesto por “tacticismo” o “interés”. Algo que define como “muy habitual” en el resto de partidos.
Respecto a la disminución de convocatorias de asambleas y círculos, precisa que en estos órganos se deciden cuestiones relacionadas con pactos de gobierno y con la propia organización, pero “para las decisiones políticas hay un órgano de dirección”.
El consejero asegura que el Consejo municipal capitalino, conformado por las 25 personas que resultaron elegidas, funciona “muy bien” aun sin tener secretario general. “Se siguen reuniendo y tomando decisiones, como la negativa a la planta de biomasa, el primer partido que decidió oponerse fue Podemos en Las Palmas de Gran Canaria”, apostilla.
Sin embargo, considera la figura del secretario general como necesaria, porque “no se dedica solo a trasladar lo que decide el Consejo, sino que también es representativa”. Es decir, que los acuerdos o la asistencia a foros, por ejemplo, tiene que encabezarlos este cargo.
Aunque mantiene que “más tarde o más temprano” Podemos tendrá que poner en marcha un proceso de primarias, añade que “ahora estamos infinitamente más centrados en la labor política que en sustituir los cargos y yo eso lo comparto. Nadie entendería que nos dedicáramos a mirarnos el ombligo, en lugar de estar trabajando en las instituciones”.
Nuevas primarias
Diversos miembros del partido auguran que Canarias tendrá que volver a pasar por un proceso de primarias para elegir a los candidatos que suplan los huecos que han dejado las dimisiones. Sin embargo, no cuentan con información actualizada del número exacto de puestos a cubrir. Asimismo, sitúan la prioridad en el Congreso de los Diputados, porque aseguran que no se podrá dar un paso en las islas hasta que no quede conformado el Gobierno central.
Diego Flores, del Consejo Ciudadano de Fuerteventura, puntualiza que el partido tendrá que estudiar una posible ampliación del número de representantes que conforman este órgano, que depende a su vez del número de personas inscritas en el mismo. Una cifra que ha aumentado considerablemente en los municipios majoreros desde que se celebraron las anteriores primarias, señala.
Normalidad en Fuerteventura, inactividad en La Palma
Flores mantiene que el anterior secretario general decidió abandonar por el mismo motivo que mucha gente que quiso participar, pero que desconocía el “tiempo” y el “compromiso” que un proyecto como el de Podemos necesitaba. “Es algo que ha pasado en toda España”, recalca.
Pese a haberse quedado sin cabeza visible y al igual que ocurre en la capital grancanaria, asegura que el Consejo sigue funcionando, que los cargos electos y orgánicos trabajan juntos y recuerda que la semana pasada celebraron una asamblea presencial del Círculo de Fuerteventura.
Sin embargo, el integrante del Consejo Ciudadano autonómico, Rodrigo Laiz, reconoce que en La Palma la actividad ha quedado suspendida, por lo que planteará a la dirección regional y estatal la búsqueda una solución.
Laiz afirma que no se trata de un debate abierto en el seno del partido en el Archipiélago, que tiene la vista puesta en el Congreso de los Diputados y en si se conforma gobierno o se convocan nuevas elecciones generales. Hasta entonces, el funcionamiento de Podemos en la isla seguirá recayendo en Laiz, el consejero del Cabildo Dailos González, Laura Martín y las bases del partido.